sábado. 27.04.2024

Reina por un día

No lo escuché, pero a mí también me encantó el discurso de Pablo Casado en el Congreso. Después de 72 horas es más que probable que sea Casado el menos satisfecho. En política nunca es bueno estar muy bien, deja secuelas. Concitas grandes entusiasmos entre tus filas asentando en apariencia tu liderazgo, mientras tus adversarios de partido ganan margen de maniobra alejándose del foco y además, has de cuidarte del exceso de narcisismo que te provoca una adulación siempre impostada.

Lo inteligente hubiera sido votar “no” y estar correcto, sin más. Porque en contra de la opinión más generalizada el mayor problema del Partido Popular no es distanciarse de VOX sino salir del aislamiento parlamentario en el que se encuentra agravado por el distanciamiento progresivo de Ciudadanos después de las elecciones vascas y gallegas.

Y salir del aislamiento es no precisamente perder la capacidad de modular el discurso en el tiempo.

En que queda la brillantez del discurso del jueves, si el sábado apareces de nuevo aislado oponiéndote al estado de alarma y aliado con VOX en una nueva votación en el Congreso. Complicado. Estar correcto sin más le hubiera reportado más réditos políticos.

Para comprender el drama en el que se encuentra el líder de la oposición basta observar la situación en la que se encuentra Pedro Sánchez transcurridas las mismas 72 horas después de la moción de censura. Haciendo acto de contrición en el Vaticano después de haber cocido a fuego lento a las comunidades autónomas advirtiendo que en Marzo el Gobierno de la Nación supo y pudo contener la pandemia y que en estos momentos cuando las cosas se complican extraordinariamente está dispuesto a volver a hacerlo.

Aprobará este domingo un nuevo estado de alarma en todo el territorio y se lo explicará el lunes a los/las Presidentes Autonómicos en presencia de la presidenta de la Comisión Europea Ursula von der Leyen. No está mal para un parlamentario sin brillo.

Asimismo, la mayoría de analistas opinó que Abascal había brindado una gran oportunidad a Casado con un discurso estrambótico que Casado no podía desaprovechar y no lo hizo. Lo que el martes era una trampa para el PP el miércoles se convirtió en su gran oportunidad. Pero en realidad la gran oportunidad por morder ese anzuelo se la brindó Casado a Sánchez con su inesperado viaje al centro, por poco que durara, era el suficiente para retirar su propuesta de renovación del poder judicial y aliviar la presión europea que Casado había orquestado con habilidad política y que se le vuelve en contra presionándole ahora a negociar para acabar con el bloqueo.

A estas alturas después del resbalón gubernamental es más rentable políticamente no renovarlo, que no negociar su renovación.

De nuevo el viaje al centro tan entusiasta y tan brillante no ha hecho más que complicar las cosas a Pablo Casado.

No terminan aquí los daños colaterales de la moción de censura para él. En plena conmoción centrista por su discurso en las Cortes la Audiencia Nacional absuelve a Josep Lluís Trapero ensanchando el margen de actuación del Gobierno en su estrategia de dialogo con Cataluña. Para la Audiencia, Trapero defendió la legalidad frente a la alocada deriva independentista y de paso no deja muy bien parado al coronel de la Guardia Civil López de los Cobos principal valedor de su acusación por rebelión.

Solo falta por conocer el verdadero alcance de la cohesión que han mostrado durante el desarrollo de la moción de censura las fuerzas de la investidura con la vista puesta en los presupuestos.Por lo observado en el Parlamento, bastante, pero también aquí las apariencias engañan y lo que se ve tiene poco que ver con lo que pasa.Puede que en estos momentos aplazadas reformas impositivas, Ciudadanos sea un garante más de su aprobación, si el PP viaja al centro derecha de forma estelar, Ciudadanos no tiene más remedio que sacar billete ¿En el mismo vuelo? No es fácil con los aforos tan reducidos.

Lo dicho, me encantó el discurso de Pablo Casado.

Reina por un día