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Lejos de pensar que la agresiva operación contra Pedro Sánchez podría apaciguarse tras la denuncia de Manos Limpias contra Begoña Gómez, la ultraderecha ha dado este viernes un nuevo zarpazo presentando una querella contra la esposa del presidente del Gobierno y desplegando furgones con imágenes de las noticias falsas que han ido apareciendo y carteles contra el matrimonio al que acusan de corrupción y tráfico de influencias.
La organización ultraderechista, la misma que dice defender a ultranza a la ‘familia’ (eso sí, las del nacionalcatolicismo) ha llevado su denuncia al mismo juzgado de Madrid y al mismo juez, Juan Carlos Peinado, que ha admitido a trámite la del pseudo sindicato de Miguel Bernard. Llevan semanas en esta particular cacería; ya son tres las denuncias presentadas contra Begoña Gómez, al tiempo que cargan también contra el “silencio” de la Fiscalía por “no gozar de la debida independencia”, en su siempre particular visión de la democracia y las instituciones.
Hazte Oír se jacta de que su querella es más amplia que la de Manos Limpias “pues incide en más hechos supuestamente delictivos, y va acompañada de diversa documentación procedente de archivos públicos”, amenazan. Y todo ello reforzado con la imagen de esos siniestros camiones negros en el que exigen a Sánchez que se marche con un “¡Fuera ya!” a las mismas puertas del Congreso de los Diputados.
Una vergonzosa campaña publicada y publicitada en su cuenta en X, desde donde acusan a Sánchez de “show” y de “victimismo” y desde donde incitan a nuevas concentraciones en la sede del PSOE en Ferraz para los próximos días.
