domingo. 28.04.2024

La vida en la sociedad moderna de nuestros días presenta muchos desafíos a nuestro sistema endocannabinoide (SEC) y esto puede llevar al agotamiento del suministro de endocannabinoides y demás sistemas. Si echamos un vistazo a un día cualquiera, levantarse, preparar a los niños para ir la escuela, a nosotros mismos para ir al trabajo, con prisas, el tráfico, el trabajos duro y estresante, las relaciones laborales, el ambiente contaminado, la alimentación inadecuada, el agua, el aire, etc…, resulta evidente que en un solo día nuestro SEC se enfrenta a más desafíos que en un mes o varios hace 100 años. Si nuestro sistema endocannabinoide es desafiado constantemente durante un período de tiempo prolongado, este mecanismo vital de SOS puede comenzar a funcionar incorrectamente. Puede funcionar mal al no producir endocannabinoides cuando los necesitemos, o bien producir endocannabinoides cuando no los necesitemos. Este suele ser una de las primeras fases en el desarrollo de una enfermedad crónica, la primera ficha de dominó que cae en una estructura de dominó compleja, que lleva a los síntomas y al desarrollo de la enfermedad. La mayoría de los expertos está de acuerdo en que muchas, si no todas, de las condiciones médicas crónicas conllevan un elemento de estrés en su génesis, por lo que el estrés se considera en realidad como la epidemia del siglo XXI.

El papel del sistema endocannabinoide es muy complejo. Afecta a la mayoría de los sistemas de nuestro cuerpo y los receptores cannabinoides se manifiestan (a diferentes niveles) en la mayoría de los tipos de células. Por lo tanto, no es una tarea fácil explicar su función específica, ya que regula la bioquímica de la mayor parte de los 37 billones de células que se calcula que existen en nuestro cuerpo. Diferentes investigaciones han demostrado que el sistema endocannabinoide funciona como un mecanismo de SOS que se activa cuando nuestros cuerpos se desequilibran por algún motivo. Por ejemplo, se activa cuando sufrimos una lesión física, cuando nos encontramos con microbios patológicos y también cuando sentimos dolor emocional o nos estresamos.

Muchas, si no todas, de las condiciones médicas crónicas conllevan un elemento de estrés en su génesis. El estrés se considera en realidad como la epidemia del siglo XXI

Ahora entendemos que el SEC sirve como mecanismo de protección general que empieza a nivel celular, se extiende a tejidos, órganos, y cuerpo para causar nuestro bienestar general. El SEC se activa cuando la homeostasis celular se encuentra desequilibrada. Es como la primera línea de defensa que se produce y que activa todos los demás mecanismos necesarios para recuperar la homeostasis lo antes posible.

Cuando se está bajo estrés, el cerebro puede liberar sus propias moléculas de cannabinoides para calmar esa tensión, activando los mismos receptores cerebrales que el THC derivado de las plantas de cannabis.

Pero los patrones de actividad cerebral y los circuitos neuronales que están regulados por estas moléculas cannabinoides derivadas del cerebro no eran bien conocidos.

Un nuevo estudio de Northwestern Medicine, publicado este mes en Cell Reports, en ratones ha descubierto que un centro cerebral emocional clave, la amígdala, libera moléculas cannabinoides endógenas (propias del cuerpo) bajo estrés, y estas moléculas amortiguan la alarma de estrés entrante del hipocampo, un centro de memoria y emoción en el cerebro. Estos resultados proporcionan más apoyo a la hipótesis de que estas moléculas endógenas de cannabinoides son la respuesta natural del cuerpo al estrés.

La exposición al estrés aumenta el riesgo de desarrollo o empeoramiento de trastornos psiquiátricos, desde ansiedad generalizada y depresión mayor hasta trastorno de estrés postraumático (TEPT).

La exposición al estrés aumenta el riesgo de desarrollo o empeoramiento de trastornos psiquiátricos

Comprender cómo el cerebro se adapta al estrés a nivel molecular, celular y de circuito podría proporcionar información crítica sobre cómo el estrés se traduce en trastornos del estado de ánimo y podría revelar nuevos objetivos terapéuticos para el tratamiento de los trastornos relacionados con el estrés. El estudio podría indicar que las deficiencias en este sistema de señalización cannabinoide endógeno en el cerebro podrían conducir a una mayor susceptibilidad a desarrollar trastornos psiquiátricos relacionados con el estrés, como la depresión y el trastorno de estrés postraumático, aunque esto aún no se ha determinado en humanos.

Para esta investigación, los científicos de Northwestern utilizaron un nuevo sensor de proteínas que puede detectar la presencia de estas moléculas cannabinoides en sinapsis cerebrales específicas en tiempo real para mostrar que los patrones específicos de alta frecuencia de la actividad de la amígdala pueden generar estas moléculas. El sensor también mostró que estas moléculas se liberaron como resultado de varios tipos diferentes de estrés en ratones.

Cuando los científicos eliminaron el objetivo de estos cannabinoides, el receptor cannabinoide tipo 1, se tradujo en una capacidad más pobre para hacer frente al estrés y los déficits motivacionales en los ratones. Específicamente, cuando el receptor objetivo de estos cannabinoides endógenos se eliminó en las sinapsis del hipocampo-amígdala, los ratones adoptaron respuestas más pasivas e inmóviles al estrés y tuvieron una menor preferencia por beber agua de sacarosa endulzada después de la exposición al estrés. Este último hallazgo puede relacionarse con la anhedonia, o la disminución del placer, a menudo experimentada por pacientes con trastornos relacionados con el estrés, como la depresión y el trastorno por estrés postraumático (TEPT).

Uno de los principales sistemas de señalización que se ha identificado como un candidato prominente para el desarrollo de fármacos para los trastornos psiquiátricos relacionados con el estrés es el sistema endocannabinoide. Así, determinar si los niveles crecientes de cannabinoides endógenos pueden usarse como terapias potenciales para los trastornos relacionados con el estrés es el siguiente paso lógico de este estudio. 


Datos clave del estudio:

1. La amígdala, un centro cerebral emocional, libera cannabinoides endógenos para mitigar el estrés, interactuando con los mismos receptores que el THC.

2. Cuando se eliminó el receptor cannabinoide objetivo en ratones, hubo una disminución notable en su capacidad para manejar el estrés y una disminución de la inclinación hacia experiencias gratificantes.

3. Este estudio respalda aún más el papel del sistema endocannabinoide como un posible candidato para el desarrollo de fármacos para los trastornos relacionados con el estrés.

Por último, compartir esta reflexión del gran escritor checo Václav Havel: “La tragedia del hombre moderno no es que sabe cada vez menos sobre el sentido de su propia vida, sino que se preocupa cada vez menos por ello”.

Endocannabinoides y control del estrés