domingo. 28.04.2024
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Floren Dimas | 

El diario El Mundo, junto con el ABC y La Razón, heredaron con aprovechamiento la función que en su tiempo desempeñó el diario ultramontano "El Alcázar", portavoz a su vez de las soflamas incendiarias del "colectivo Almendros", integrada por generales y coroneles que se consideraban más franquistas que Franco.

La retórica empleada en el texto de la noticia difundida por El Mundo, relativa a un supuesto "plante" de varios jefes de grandes unidades de las FAS, es la versión "vintage" y democráticamente maquillada, de aquellas aguerridas admoniciones patrioteras, basadas en una concepción revelada de la misión redentora de las FAS, por encima de cualquier institución, ya que ellos solo respondían "ante Dios y ante la historia".

La noticia publicada por El Mundo, priva a sus lectores de conocer datos que permitan contrastar la autenticidad de la misma. No da nombres, ni rangos, ni número, ni unidades, ni... es decir, que atribuye a un colectivo anónimo y evanescente, una serie de amenazas al nuevo gobierno, como si la conjura de esta edición rediviva de un 23F, actualizado a formas menos zarzueleras, tuviese suficiente entidad y potencia real para levantarse y dirigir desde la sombra al Gobierno de España, abandonando el timón de las FAS que tienen encomendado, dejando al pairo la operatividad de toda la fuerza militar española.

La virulencia del manifiesto -comentado pero no publicado por este medio-, no sabemos si es producto de un globo sonda concebido entre generosas libaciones en la barra de un Club Militar, impulsado y aumentado prestamente por la redacción de El  Mundo, o si realmente se trata de un complot en el que participa la mayoría del staff de las grandes unidades de las FAS.

De cualquier forma , imaginamos que el gobierno (a estas horas en funciones todavía) habrá dado orden al CNI para abrir una rápida y expeditiva investigación sobre el caso, habida cuenta de que con los recursos que dispone la inteligencia del Estado, de ser cierta esta noticia, en cuestión de días la Policía Militar hará horas a destajo para proceder a la detención de los sediciosos, y los fiscales se pondrían a trabajar sin desmayo, amparándose en el  vigente código de justicia militar, presentando cargos contra los conjurados, por el presunto delito de sedición y/o de deslealtad.

Lo que resultaría del todo impensable ante la gravedad de esta supuesta información, es que la primera prioridad del ¿nuevo? ministro de Defensa, no sea aclarar la veracidad de esta información, y aplicar en su caso las medidas penales que en derecho correspondan.

La mejor disuasión es un escarmiento a tiempo, para evitar que se consolide -aún más- el ambiente de impunidad que reina en las FAS entre los sectores más recalcitrantes y conservadores, que hasta la fecha han disfrutado de la cobertura y amparo del propio ministerio.

Floren Dimas Balsalobre, oficial del Ejército del Aire (retirado)
Miembro de Militares Antifranquistas y de la Asociación por la Memoria Militar Democrática

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