domingo. 28.04.2024
AREVALO
Bernardo Arévalo de León.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos pidió al Estado de Guatemala que tome las medidas necesarias para proteger “los derechos a la vida e integridad personal del presidente Bernardo Arévalo de León”.

La CIDH, con sede en Washington, ha revelado esta semana la existencia de un plan para matar al presidente electo de Guatemala. Según informó este organismo internacional, se denomina “Plan Coloso” y tiene como finalidad acabar con la vida de Arévalo, quien “está siendo objeto de vigilancia, seguimientos, campañas de desprestigio y amenazas de muerte”.

Arévalo de León, líder del Movimiento Semilla, superó en la elección presidencial a la ex Primera Dama, Sandra Torres Casanova, del partido Unidad Nacional de la Esperanza (UNE).

El proceso electoral ya había sido un alerta para Arévalo, pues la Fiscalía General hizo varios intentos por apartarlo de la carrera presidencial mediante hostigamientos, falsas acusaciones, campañas de desprestigio y persecuciones. 

Hijo de Juan José Arévalo, primer presidente progresista que tuvo Guatemala entre los años 1945 y 1951, Bernardo sigue la senda de su padre, quien sufrió un Golpe de Estado orquestado desde los Estados Unidos. Defensor de los derechos de los más humildes en el país más pobre de Centroamérica, junto con Haití y Honduras, el flamante presidente se enfrenta a los grupos hegemónicos de poder que ha iniciado ya una campaña de persecución contra toda la cúpula del Movimiento Semilla.

Arévalo no era favorito de las encuestas. Sin embargo consiguió entrar en el ballotage y alcanzó el 65 por ciento de votos (800 mil votos aproximadamente) que lo convirtieron en presidente de Guatemala, un país que desde hace décadas está inmerso en la corrupción política y los “aprietes” de las mafias enquistadas en poder.

Con un Parlamento de ciento sesenta diputados, que tiene el poder de destituir a un presidente, de aprobar leyes y de realizar los cambios estructurales que demandan los países centroamericanos, Arévalo se enfrenta a la difícil tarea de gobernar con apenas veintitrés diputados de los ciento sesenta totales; un porcentaje que lo deja en clara desventaja.

Durante el proceso electoral fueron una constante los intentos por sacar de la carrera al Movimiento Semilla. Uno de ellos fue el de anular la candidatura de Arévalo con pretextos inconsistentes sustentados en falsas acusaciones. Fue la presión de la Unión Europea, la OEA y los países de América Latina lo que hizo que finalmente el Movimiento Semilla pudiera continuar rumbo a las presidenciales y que el Fiscal General del Estado cesara el acoso para inhabilitar la candidatura de Arévalo.

Apenas iniciada la presidencia, la campaña para destituirlo se ha acentuado. Tal es el grado de persecución, que el fiscal del Estado ha pedido un listado de las personas que han estado en las mesas representando al Movimiento Semilla como interventores para iniciarles un proceso de investigación.

Por estas razones la Comisión Interamericana de Derechos Humanos ha pedido al Estado de Guatemala que tome “las medidas necesarias para proteger los derechos a la vida e integridad personal de Arévalo, quien está siendo objeto de vigilancia, seguimientos, campañas de desprestigio y amenazas de muerte”.

Arévalo en la mira