miércoles. 01.05.2024

La muy diferente reacción a la actual guerra entre Israel y Hamás en otros países europeos en comparación con Alemania, concretamente en España, ya ha sido reseñada en otras ocasiones (en España manifestaciones multiples y masivas, con un mar de banderas palestinas, sin reproches de antisemitismo; entrevistas en periódicos "mainstream" con palestinos que protestan por asociarles con Hamas, etcétera). Sobre esta diferencia, una reflexión que va más allá de la imborrable e incuestionable culpa alemana del Holocausto como enfoque explicativo.

Punto de partida: la razón de la represión de las protestas propalestinas, de la confiscación de banderas y pañuelos palestinos en Alemania por parte de la policía no debe buscarse, en última instancia, en la prevención de la posible "aclamación" de las masacres de Hamás, sino en el antisemitismo alemán, que -según el temor subliminal de las autoridades del estado- podría recibir un nuevo impulso por los crímenes de guerra de Israel y de la indignación generada por ellos.

Es este antisemitismo el que lleva al Estado alemán a convertirse en cómplice o al menos en tolerante tácito de los crímenes de guerra israelíes, por miedo al daño que causaría a su imagen internacional el fortalecimiento públicamente visible de los antisemitas y neonazis, un fortalecimiento alimentado y justificado por el comportamiento de Israel. 

La razón de la represión de las protestas propalestina no debe buscarse en la prevención de la posible "aclamación" de las masacres de Hamás, sino en el antisemitismo alemán

La intervención contra las manifestaciones propalestinas tiene en este sentido una función de coartada y al mismo tiempo pretende señalar a los verdaderos antisemitas a que, por favor, se comporten con discreción en la situación actual o, mejor aún, a que se queden "en sus agujeros". Y de hecho, en su mayor parte se comportan "discretamente": las acciones antisemitas como las pintadas son anónimas y ocultas. En cuanto al "antisemitismo" en público de los palestinos: como es bien sabido, convivieron pacíficamente con los judíos hasta la Nakba de 1948. Los sentimientos de rabia y venganza que tienen su orígen en el terror judío que tuvo lugar entonces no se deberían meter en el mismo saco con el antisemitismo. Otra cosa es que la política alemana, en consonancia con los poderes de la época, pensara que ese terror judío era perdonable porque solo él hizo posible la fundación del Estado de Israel (cuya seguridad fue elevada a la categoría de "razón de Estado" alemana). Y de hecho, el deseo de los judíos, después de la experiencia del holocausto, de tener su propio estado era legítimo y entendible.

Volviendo a la actualidad: Actualmente nos enfrentamos a un mensaje retorcido en Alemania que dice: "Los alemanes siempre luchamos del lado de los judíos, y prohibir las banderas, los pañuelos y las manifestaciones propalestinas forma parte de esta lucha".

El problema de fondo de Alemania a la hora de posicionarse ante la guerra entre Israel y Hamás es un antisemitismo nunca superado

Ergo: el problema de fondo de Alemania a la hora de posicionarse ante la guerra entre Israel y Hamás es un antisemitismo nunca superado. Por cierto, esto incluye una paradoja: Entre los policías desplegados para la represión de las manifestaciones propalestinas y “antisemitas“ hay un número superior a la media de antisemitas y neonazis -y presumiblemente no sólo en Hesse donde recientemente un magazín crítico y famoso de la tele destapó las actividades nazi de toda una pandilla de policías-. Comprender este antisemitismo alemán y combatirlo va mucho más allá de la dimensión política y hasta tiene que incluir un análisis la la historia alemana desde la psicología profunda.

El ulterior desmantelamiento por parte del Estado alemán de derechos democráticos básicos, como la libertad de reunión -un desmantelamiento en plena línea de antisemitas y neonazis- es un efecto secundario de la actuación estatal descrita.

Los principales medios de comunicación alemanes, incluida la televisión pública, participan en el mismo juego, como estos días en una tertulia, donde la autoría de Hamás en el bombardeo del hospital Al-Ahli-Arab en Gaza fue tratada como un hecho indiscutible, sin mencionar siquiera el material en su contra, como el vídeo de Al-Jazeera, que sí fue citado en medios españoles



La reacción de Alemania ante la guerra entre Israel y Hamás y el antisemitismo alemán