domingo. 05.05.2024
@jgonzalezok y @gab2301 | La tensión electoral en Brasil alcanzó niveles inéditos este domingo (23), a exactos siete días del segundo turno de las elecciones presidenciales. El ex diputado de ultraderecha Roberto Jefferson, aliado extremista del presidente Jair Bolsonaro, ofreció resistencia armada a policías federales que fueran a su casa a cumplir la orden de prisión emitida horas antes por el Supremo Tribunal Federal. Jefferson, que cumplía prisión domiciliaria por atentar contra la democracia, tenía prohibido usar las redes sociales, mantener reuniones políticas y hacer declaraciones, pero incumplió reiteradamente estas medidas cautelares. El ex diputado disparó más de 20 tiros de fusil y lanzó al menos dos granadas, hiriendo levemente a dos policías, entregándose después de ocho horas de tensión.

El presidente Jair Bolsonaro inmediatamente intento alejarse de su aliado, al que calificó de bandido y criminal. “Quien dispara contra policías es bandido”, dijo el mandatario, que tiene en las fuerzas de seguridad una importante parcela de seguidores. Bolsonaro dijo también que no existían fotos suyas con Jefferson, declaración que inmediatamente fue desmentida con la publicación de al menos tres imágenes de los dos, la más reciente de mayo pasado.

Este episodio seguramente va a dominar los próximos días de la campaña electoral, que ya se considera la más polarizada y la más sucia desde que el país recuperó la democracia en 1985. Una campaña en la que impera la crispación, los golpes bajos, las mentiras o fake news y la violencia política. 

La campaña más polarizada y sucia, en la que impera la crispación, los golpes bajos, las mentiras o fake news y la violencia política

El ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, el candidato favorito en las encuestas, señaló que reacciones como las de Jefferson representan un riesgo para la democracia del país, añadiendo que Bolsonaro “consiguió crear en este país una parte de la sociedad brasileña con rabia, con odio, mentirosa, que difunde fake news el día entero”. 

Jefferson había sido detenido en agosto de 2021 y está siendo investigado por el Supremo Tribunal Federal en un caso por supuesta organización criminal que actúa en las redes sociales para atacar el sistema democrático. En junio pasado se le acusó de calumnia, incitación al crimen contra el patrimonio público y homofobia. 

En las últimas horas había publicado un video con gravísimos insultos contra la jueza Carmen Lúcia, del Supremo Tribunal Federal, incluyendo expresiones como “prostituta”. Ante la evidencia de que volvería a ser llevado a prisión, publicó otro vídeo en sus redes sociales en donde afirmó: “No me voy a entregar, porque es un absurdo. Ya está, me cansé de ser víctima del atropello, del abuso”. Su hija, la diputada electa Cristiane Brasil, también dijo que su padre no se entregaría. Ahora tendrá que enfrentar nuevas acusaciones, como tentativa de homicidio. 

Bolsonaro dijo que repudiaba las declaraciones de Jefferson sobre la jueza del Supremo, aunque matizó que también rechazaba diligencias del tribunal, sin dar mayores precisiones, haciendo una falsa equivalencia entre el accionar criminal de su aliado político y las decisiones del máximo tribunal del país. 

El vicepresidente y senador electo, general Hamilton Mourão también hizo declaraciones en las que lamentó el episodio y las declaraciones de Jefferson, para a continuación intentar justificarlo: “Tal estado de cosas sucede porque el sistema de frenos y contrapesos no está funcionando”. Es decir, pone el peso de la culpa en el Supremo Tribunal Federal. 

Mientras la crisis se agudizaba, Bolsonaro envió a Rio de Janeiro el ministro de Justicia, Anderson Torres, para seguir el caso. En aquel momento, Jefferson se mantenía atrincherado en su casa en una pequeña ciudad del interior del estado de Rio de Janeiro. La decisión fue criticada, ante la sospecha de que podría interferir en la acción de la Policía Federal o beneficiar a Jefferson. 

Bolsonaro no va a conceder fácilmente una eventual derrota y se teme que haya reacciones violentas, que revivan en Brasil lo sucedido en Washington

Varios políticos ligados al bolsonarismo condenaron la acción del ex diputado y su ataque brutal a la jueza Carmen Lúcia, aunque la agresión verbal a la jueza había sucedido cuarenta y ocho horas antes, el viernes 21. 

Más allá de las condenas del entorno del presidente, entre la militancia bolsonarista hay sectores que están reaccionando violentamente ante la orden de prisión. En la misma puerta de la casa de Jefferson el periodista gráfico Rogério de Paula, de una televisión asociada a la cadena Globo, fue brutalmente agredido por la espalda por un seguidor de Bolsonaro. El periodista tuvo que ser hospitalizado e ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos. 

Este episodio se produce en un momento en que los dos candidatos intentan convencer a la pequeña parcela de electores indecisos, que pueden ser clave en el resultado final. En esta semana que queda por delante está previsto un nuevo debate cara a cara entre los dos candidatos, Lula y Bolsonaro, el próximo viernes, en la cadena Globo. 

Con unos resultados que se prevén muy ajustados -así lo indican las encuestas, donde la diferencia inicial a favor de Lula se viene reduciendo-, el desenlace final puede ser de infarto. Un escenario muy preocupante dadas las declaraciones reiteradas de Bolsonaro desacreditando las urnas electrónicas. Bolsonaro no va a conceder fácilmente una eventual derrota y se teme que haya reacciones violentas, que revivan en Brasil lo sucedido en Washington con los seguidores del ex presidente Trump invadiendo el Capitolio. 

Ex diputado bolsonarista recibe a tiros a la policía que debía llevarlo a prisión