domingo. 28.04.2024
Javier Milei
Javier Milei

@jgonzalezok | Las elecciones primarias de este domingo (13) en Argentina muestran un electorado que eligió la extrema derecha como su principal opción. La furia, la frustración, la tristeza y la angustia de la población produjeron un voto inesperado, sorprendiendo a la mayoría de los encuestadores que le daban al candidato ultraderechista Javier Milei un tercer lugar, con alguna posibilidad de colarse en la segunda vuelta. La elección definitiva tendrá lugar el 22 de octubre y, si es necesario ir a un segundo turno, el 20 de noviembre. Los otros dos datos fundamentales de la jornada fueron la victoria de Patricia Bullrich en el opositor Juntos por el Cambio (JxC) y el hundimiento del peronismo, que hace la peor elección de su historia. 

Si este escenario se confirmara en octubre/noviembre, Argentina pasaría de ser un país básicamente bipartidista -en realidad se trata de dos coaliciones- a un mapa de tres tercios. Y no hay precedentes recientes en que una tercera fuerza, en este caso la de Milei, consiga tan importante número de votos. Es importante destacar que la abstención fue alta: votó el 68,7% del electorado, el mayor ausentismo en una primaria presidencial desde que se instauraron en 2009 y 8 puntos porcentuales menos que hace cuatro años. El voto es obligatorio aunque las multas por no hacerlo son simbólicas y ni aun así se ejecutan. 

Milei afirmó que estaban en condiciones de ganar la elección presidencial en primera vuelta. El líder ultraderechista considera una aberración la justicia social

Javier Milei, que se presenta como un libertario, enemigo de la clase política –“la casta”- consiguió la victoria en 17 de las 24 provincias argentinas. A nivel nacional logró algo más del 30% de los votos. En Juntos por el Cambio -el espacio político del ex presidente Mauricio Macri-, la victoria fue para Patricia Bullrich, que representa la opción más a la derecha de la coalición, con ideas en algunos casos muy próximas a las de Milei. Sumando sus votos a los de su oponente en la interna, Horacio Rodríguez Larreta, lograron algo más del 28%, muy por debajo de las expectativas. Y en el peronismo, sumando a Sergio Massa y Juan Grabois, llegaron a poco más del 27%. La única buena noticia para los peronistas fue la clara victoria en la provincia de Buenos Aires -feudo político de la vicepresidenta, Cristina Kirchner-, donde el actual gobernador, Axel Kicilloff sobrepasó el 36%. 

Envalentonado con los resultados de este domingo, Milei afirmó en su discurso de anoche que estaban en condiciones de ganar la elección presidencial en primera vuelta. Habló del fin del modelo de la casta, “basado en la aberración que dice que donde hay una necesidad hay un derecho”. El líder ultraderechista considera también una aberración la justicia social. Milei no oculta sus simpatías políticas por Vox y por el brasileño Jair Bolsonaro. Sus propuestas van desde la dolarización del país, al cierre del Banco Central, la privatización de empresas públicas, el fin de la gratuidad de la educación y la salud, libre portación de armas y apertura total a las importaciones. “Odio a Keynes, le gritó hace unos diez años Milei a un conocido periodista de la televisión argentina -Alejandro Fantino-, al serle presentado por un conocido. El periodista vio inmediatamente en él un personaje mediático y lo invitó a su programa, empezando ahí una carrera televisiva que lo puede llevar a la presidencia. 

Tanto en el gobierno como en Juntos por el Cambio confían que en octubre esa tendencia cambie y el voto de muchas personas vaya a sus respectivas candidaturas

Faltan 70 días para que se juegue el partido decisivo. Tanto en el gobierno como en Juntos por el Cambio confían en que el voto de este domingo sea solo una muestra de la frustración, pero que en octubre esa tendencia cambie y el voto de muchas personas vaya a sus respectivas candidaturas. El gobierno, de acuerdo a la experiencia de décadas, debe poner en marcha una gran operación de clientelismo para tratar de salir de esa tercera posición en que lo dejaron las urnas y colarse en la segunda vuelta de noviembre. Para que no hubiera esa segunda vuelta tendría que haber un candidato que consiga más del 45% de los votos o un 40% pero con una diferencia de diez puntos porcentuales respecto al segundo. Si el peronismo no lograra pasar a segunda vuelta se daría una situación inédita en Argentina, la de dos candidatos claramente a la derecha, siendo uno que es claramente extrema derecha, disputando la elección. Ante esta posibilidad nadie puede especular cómo reaccionarían los votantes del peronismo. Seguramente habría una porción de abstenciones, votos blancos o nulos de proporción considerable. 

Estos resultados muestran también que el kirchnerismo -hegemónico en el peronismo desde hace 20 años- es una fuerza que definitivamente se va diluyendo. Cristina Kirchner, a punto de cumplir 70 años, decidió no ser más candidata a nada. Su hijo Máximo no tiene estatura política para seguir los pasos de sus progenitores. Y en el peronismo tradicional seguramente les van a pasar la factura por años de humillaciones y de errores políticos. 

Los dos meses largos que quedan para las elecciones serán un período extremadamente complicado para Sergio Massa, que sigue siendo ministro de Economía. Y que enfrenta a estas horas la reacción de los mercados. Lo hace sin reservas en el Banco Central para enfrentar una posible corrida bancaria. Y presionado para que tome algunas medidas urgentes que no va a tomar porque serían un gol en contra de sus posibilidades en octubre. 

La extrema derecha es la gran sorpresa en las primarias de Argentina