sábado. 27.04.2024

Davos tiene dos objetivos claros, el primero ser un escaparate del capitalismo moderno y cosmopolita occidental, tolerante en las costumbres y modas, y que trata de vender una imagen de preocupación internacional. El segundo es reunir al capitalismo globalista y tomar decisiones de gobierno mundial en un ágora de ricos estratosféricos y ejecutivos también ricos con deseo de serlo más y para ello deben controlar el mundo y lograr que mandatarios internacionales vayan a hacerles la pelota, que para mandar ya están ellos. 

Davos es pues una especie de parlamento occidental no electo es decir, la cámara de la dictadura de los mercados.

Pero esta ocasión Davos, la Meca del globalismo, aparece más preocupado que en otras ocasiones. Ya en su informe preliminar tiene que reconocer que el mundo está cambiando y se puede alejar de su control, de hecho lo está haciendo. Lo del cambio climático es un clásico y una válvula verde de escaparate y también de oportunidad de negocio. Lo que parece les preocupa y mucho es la “tensión” mundial y la “desinformación”.

Davos es pues una especie de parlamento occidental no electo es decir, la cámara de la dictadura de los mercados

Lo que ocurre es que las potencias coloniales ya no controlan el mundo a su antojo, tienen varios frentes de guerra abiertos y todos ellos desastrosos, luego mientan lo que mientan hay otro modelo capitalista alternativo en el Sur global y en manos de estados, empresas multinacionales y fondos de inversión soberanos que ellos ya no manejan ni lo pueden intentar.

Son el capitalismo decadente en crisis y que se ven en la obligación de prolongar la agonía de Ucrania, con la que obtienen pingues negocios o el apoyo a Israel dado que el sionismo está muy presente en el globalismo. Son los de Davos personas que están llamando a la OTAN/Occidente a imponer todavía más censura y control.

En un mundo en el que unas tribus de guerreras árabes son capaces de poner los negocios de Occidente en peligro, Davos no tiene sentido sino es para organizar la resistencia del capitalismo del territorio OTAN más sus aliados Japón y Australia, ante la grave situación mundial que el imperialismo desata aunando a estados “democráticos” cuyas sociedades comienzan a cuestionarlo todo y para ello Davos lleva ya unos años potenciando los avances tecnológicos que permitan controlar las mentes de los pueblos del Norte global y de paso ahorrar mano de obra. Es decir Davos llama a la guerra ideológica “liberal” y a la guerra sin más.

La “desinformación” es pues su otra gran preocupación en esta edición, dado que muchos y muchas de ellos invierten mucho en medios de comunicación y propaganda, es decir en medios “informativos” y de entretenimiento. Es por ello que están pensando modos de imponer más censura en territorios OTAN y aliados, al objeto de poner coto a la red y la información desbocada que circula por el mundo entero poniendo en cuestión la propaganda oficial sobre la guerra de Ucrania, el desastre de las sanciones a Rusia, el genocidio de Israel y los EEUU en Palestina o los argumentos de Sudáfrica para condenar los crímenes de guerra sionistas… Pero también sobre los BRICS, sus avances, los golpes antimperialistas en África o desvelar que Milei o en su momento Bolsonaro llegaron al poder con su apoyo, es decir el de sus socios de clase en Brasil y Argentina. Cualquier persona con cierta pequeña formación accede a información en su móvil que cuestiona lo que dice “la Sexta”, “El País”, “Público” o “El Mundo” en cuanto a la marcha de sus conflagraciones bélicas o la realidad de la crisis del capitalismo occidental. Agencias de todo tipo ya sean rusas, iraníes, sirias, libanesas, brasileñas o mejicanas entre otras, dan una contraparte que nada tiene que ver o al menos permite a cualquier joven de Albacete o Sabadell poder tener otra versión diferente a la de “Tele5”, la “BBC”, “Bild” o “Financial Times” y encima con imágenes así como canales alternativos. Ya no tienen el monopolio y esto hay que solucionarlo. Davos ni es una reunión democrática, ni representa la democracia. El capitalismo y la democracia no solo no son lo mismo, sino muy difícilmente compatibles.

Davos lleva ya unos años potenciando los avances tecnológicos que permitan controlar las mentes de los pueblos del Norte global y de paso ahorrar mano de obra

El capitalismo es salvaje, belicista, colonialista y opresor por naturaleza. Esto es lo que un socialista debe denunciar. Un socialista, si es socialista, no puede suplicar a los empresarios que paguen y cuiden mejor a sus trabajadoras y trabajadores, sino imponer leyes e impuestos que lo garanticen. Cambiar el modelo social y defender lo público y extender lo público precisamente porque es más democrático puesto que lo público es controlable y el capital privado, no. El modelo social de Davos es globalista y por tanto se envuelve en un papel progresista y verde, que miente y engaña. Un socialista por ser responsable político en un mundo capitalista puede ir a defender intereses populares, defender intereses locales y defender principios. No a una reunión de compadres contarios o no, al capitalismo que representa el trumpismo.

El capitalismo hegemónico en el mundo solo crea riqueza para pocos, pobreza para muchos y desigualdad para todos en beneficio de los ricos. Hay guerras, hay hambre, hay enfermedades, narcoestados también en Occidente, corrupción generalizada, asesinatos colectivos y terrorismo de estado inmune y unas mafias cada día más poderosas, porque la mafia es la más depurada creación del capitalismo. Por eso ante Davos y el poder económico capitalista solo una cosa se puede afirmar: Socialismo o Barbarie

Davos o la ejecutiva del capitalismo globalista