domingo. 28.04.2024
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Lienzo en el que se representa la lectura de un proyecto de Ley en el Salón de Sesiones del Congreso en 1908 (Wikipedia).

Es la etapa política de la historia de España que supone el regreso de la dinastía de los Borbones y que se extendió entre el 29 de diciembre del año 1874, que fue el momento del pronunciamiento militar del general Martínez Campos, que puso fin a la I República española y el 14 de abril del año 1931, cuando se proclama la II República española.

El régimen político de la Restauración se sustentaba en la Constitución del año 1876, que se caracterizó por una estabilidad institucional y la construcción de un modelo liberal del Estado, hasta su progresiva decadencia a partir de la crisis del año 1917 y de la dictadura del general Primo de Rivera entre los años 1923 y 1930.

Se basó en los cuatro pilares ideados por su artífice, el político liberal-conservador, Antonio Cánovas del Castillo: Rey, Cortes, Constitución y la alternancia pacífica entre los partidos del régimen.

La Restauración

La alternancia en el poder facilitó el bipartidismo con dos grandes partidos, el partido Conservador de Cánovas del Castillo y el partido Liberal de Mateo Sagasta, que se fraccionaron a la muerte de sus líderes.

El sistema político fue oligárquico y centralista. La iglesia ganó poder económico, ideológico al controlar gran parte de la educación y social al declararse constitucionalmente España como un Estado confesional, aunque con tolerancia hacia los cultos no católicos en el ámbito privado.

El sistema político de la Restauración se basará en el sistemático fraude electoral

Cánovas prometió que se cambiarían los modos y maneras del reinado de Isabel II, superando el sistema de partido único, que había abocado a una falta de legitimidad de Isabel II y a su posterior derrocamiento en la revolución del año 1868.

El sistema político de la Restauración se basará en el sistemático fraude electoral llevado a cabo por el ministro de la Gobernación con el encasillado gracias a la red caciquil extendida por todo el territorio.

De hecho, los cambios de gobierno se producían antes de las elecciones y no después como en los regímenes parlamentarios que no son fraudulentos. El regeneracionista Joaquín Costa lo denominó en el año 1902 con el término “oligarquía y caciquismo”. En las más de veinte elecciones generales que tuvieron lugar entre los años 1876 y 1923 ningún gobierno las perdió.

El Manifiesto de Sandhurst

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Alfonso XII de joven. (Wikipedia)

Fue un manifiesto de carácter político firmado por el entonces príncipe Alfonso de Borbón (futuro rey Alfonso XII de España), mientras se encontraba en el exilio cursando estudios en la británica Real Academia Militar de Sandhurst, de ahí el nombre con el que fue conocido.

Fue hecho público el uno de diciembre del año 1874, tres días después de que el príncipe hubiera cumplido los diecisiete años y fue redactado cuidadosamente por Antonio Cánovas del Castillo, el líder del alfonsismo en el interior de España.

En el Manifiesto el príncipe Alfonso ofrece:

“La restauración de una monarquía hereditaria y representativa en su persona, (“único representante yo del derecho monárquico en España”) como lo único que inspira ya confianza en España al estar «huérfana la nación ahora de todo derecho público e indefinidamente privada de sus libertades”.

El Manifiesto concluía:

Sea lo que quiera mi propia suerte, ni dejaré de ser buen español, ni, como todos mis antepasados, buen católico, ni, como hombre del siglo, verdaderamente liberal”.

Sobre este párrafo final del Manifiesto el príncipe Alfonso tuvo que tranquilizar a su madre:

“Permíteme que te diga que es más afirmativo decir que (seré como mis antepasados buen católico) que no el decir que seré tan católico como ellos, porque en lo primero parto del principio de ser buen católico y en lo segundo podría imitar al que quisiese, porque entre tantos antepasados ha habido de todo”.

El conocido escritor Benito Pérez Galdós se hizo eco de la contradicción que suponía en la época proclamarse al mismo tiempo liberal y católico:

“¿Liberal y católico? ¡Pero si el Papa ha dicho que el liberalismo es pecado! Como no sea que el príncipe Alfonso haya descubierto el secreto para introducir el alma de Pío IX en el cuerpo de Espartero…”.

El historiador Ramón Villares destaca tres aspectos: la continuidad dinástica, la Monarquía Constitucional y la proclamación del príncipe de un sentimiento patriótico, liberal y católico.

El historiador Carlos Seco Serrano dice lo siguiente:

El texto resume, de manera patente, la idea y el programa canovista, basado en un principio de continuidad histórica: su visión de una España articulada en torno a dos ejes históricos: la monarquía y las Cortes; su designio integrador; la apertura a ‘’todos’’ los españoles de buena fe; la conciliación entre Iglesia y Estado… liberal”.

Pronunciamiento de Martínez Campos a favor de Alfonso de Borbón

Cánovas pretendía que la vuelta a la Monarquía se hiciese de manera pacífica y sin intervención militar, pero el general Martínez Campos se le adelantó y se pronunció el 29 de diciembre, en Sagunto a favor de la Monarquía.

Martínez Campos era partidario de la proclamación de Alfonso XII como rey, pero al contrario que Cánovas del Castillo, no estaba dispuesto a esperar a que terminaran las maniobras políticas para la transición de la República hacia la Monarquía Constitucional.

Martínez Campos proclamó al príncipe Alfonso, hijo de Isabel II, Alfonso XII, rey de España e Indias

Junto a sus soldados, Martínez Campos proclamó al príncipe Alfonso, hijo de Isabel II, Alfonso XII, rey de España e Indias. El Gobierno, que como hemos dicho estaba en manos de Serrano, se opuso al pronunciamiento inicialmente; pero a medida que iban llegando noticias de que la práctica totalidad de los oficiales generales del país secundaban el pronunciamiento comenzaron a pensar en la mejor opción. Las noticias iban rápido, los telegramas volaban por toda España.

Se constituye entonces un gobierno provisional el 31 de diciembre del año 1874 bajo la dirección de Cánovas. Automáticamente se decreta la restauración de la monarquía. Es el fin de la Primera República.

El nueve de enero llega a Barcelona el príncipe Alfonso a bordo del «Navas de Tolosa» y el 14 de enero del año 1875, el nuevo monarca entraba en Madrid, produciéndose así la Restauración monárquica en la persona de Alfonso XII.

Alfonso XII

La legitimidad del nuevo régimen se establece con la Constitución del año 1876, que se basaba en el nuevo modelo de Estado con un poder legislativo dividido en dos cámaras:

  • El Congreso de los Diputados con sufragio censitario.
  • El Senado, donde la mitad de los senadores eran elegidos por el rey y la otra mitad por voto censitario.
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Cánovas del Castillo.

Cánovas del Castillo fue el que diseñó el proceso en el que los llamados partidos dinásticos, es decir, conservadores y liberales, encabezados por él mismo y por Sagasta, respectivamente, que se alternarán en el poder de forma pacífica. Para lograr esta alternancia, se usaban métodos como el encasillado o el pucherazo.

Las primeras elecciones de la Restauración tuvieron lugar el 20 de enero del año 1876, obteniendo la mayoría los liberales conservadores de Cánovas, con 333 escaños, gracias a las maniobras electorales del ministro de la Gobernación, Francisco Romero Robledo, a pesar de que se celebraron todavía bajo el sistema de sufragio universal masculino. La redacción de la nueva Constitución corrió a cargo de una comisión presidida por Manuel Alonso Martínez.

El ascenso al poder del general Martínez Campos condujo a una convocatoria de elecciones para el 20 de abril del año 1879, que otorgó a los liberal-conservadores 293 escaños. Cánovas volvió al poder en diciembre como resultado de la división en las filas liberales debido a la ley de abolición de la esclavitud en las Antillas.

Cánovas centró sus esfuerzos en lograr una alternancia estable con Sagasta

Cánovas centró sus esfuerzos en lograr una alternancia estable con Sagasta, que fundó el partido Liberal-Fusionista en mayo del año 1880, identificado ya con el nuevo régimen. Accedió al poder el 10 de febrero del año 1881, en un ensayo de la alternancia pacífica de los partidos.

Disolvió las Cortes y convocó nuevas elecciones, en las que gracias a las maniobras electorales del ministro de la Gobernación, Venancio González y Fernández, su formación obtuvo 297 escaños.

Sagasta gobernó hasta el 13 de octubre del año 1883, en que dejó paso a un gobierno de conciliación liberal presidido por José Posada Herrera, de la Izquierda dinástica, que tuvo que dimitir por la hostilidad de los propios sagastinos.

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Alfonso XII

Alfonso XII encargó de nuevo el gobierno a Cánovas, que volvió a disolver las Cortes. Se convocaron elecciones en abril del año 1884 y los conservadores consiguieron 318 diputados, de nuevo gracias a las maniobras de Robledo Romero.

Se plasma en estas elecciones el espíritu fraudulento del sistema electoral pues se ha falsificado la Junta del Censo, ésta ha falsificado los interventores, el alcalde falsificó las presidencias de las mesas, y las mesas, después de estas tres gravísimas falsificaciones, falsificaron el resultado de la elección.

El artículo 11º de la Constitución del año 1876, regulaba la cuestión religiosa. En su redacción, se planteó un duro conflicto con la Iglesia Católica ya que en él no se reconocía la unidad católica y ello a pesar de que se establecía la confesionalidad del Estado. El artículo 11º decía:

“La religión Católica, Apostólica, Romana, es la del Estado. La Nación se obliga a mantener el culto y sus ministros. Nadie será molestado en territorio español por sus opiniones religiosas, ni por el ejercicio de su respectivo culto, salvo el respeto debido a la moral cristiana. No se permitirán, sin embargo, otras ceremonias ni manifestaciones públicas que las de la religión del Estado”.

Los gobiernos conservadores plantearon una interpretación restrictiva que suscitó protestas de embajadores extranjeros. El debate se recrudeció en relación con la enseñanza, exigiendo los obispos la garantía de la enseñanza doctrinal, como un derecho reconocido en el Concordato del año 1851, que además incluía la supervisión y censura de los contenidos de la enseñanza, en detrimento de la función inspectora que correspondía al propio Estado.

Se extendió el conflicto en la regulación del previsto matrimonio civil, pero sin desarrollo posterior debido a la oposición de la Iglesia. Hubo que esperar a noviembre del año 1886, cuando el ministro Alonso Martínez tomó la iniciativa de autorizar el matrimonio para los no católicos. Tras intensas negociaciones se alcanzó un acuerdo con la Santa Sede, por el que esta reconocía al Estado la potestad de regular los efectos civiles del matrimonio.

La Constitución de 1876

El sistema canovista se institucionalizó con la Constitución del 1876. Fundamentada en las ideas del liberalismo moderado, era flexible en algunos aspectos por lo que se puede adaptar al liberalismo progresista. Fue la más longeva de la historia de España.

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Constitución de 1876. (Imagen: Congreso de los Diputados)

Características de la Constitución del 76:

  • Soberanía compartida rey / nación.
  • Amplios poderes del monarca: nombra al gobierno, puede hacer leyes igual que las Cortes y tiene derecho a veto sobre las decisiones de las Cortes. Las decisiones necesitan la llamada doble confianza del parlamento y el rey.
  • Dos cámaras, una elegida por sufragio y otra con cargos designados y vitalicios.
  • Sin precisar el tipo de sufragio, empieza con sufragio censitario, pero se deja abierta la posibilidad de hacerlo universal, algo que aprobarán el partido liberal en el año 1890.
  • La religión católica única oficial y es la única que se puede practicar en público, pero se permite el culto a otras confesiones en el ámbito privado lo que enfada a una parte de la Iglesia. La Iglesia recupera los privilegios que había perdido durante el Sexenio Democrático, el Estado se encarga de su mantenimiento. El sistema de la Restauración se caracteriza por su marcado clericalismo, es decir, el protagonismo de los religiosos en los actos públicos y oficiales del Estado.
  • El ejército se convierte en un pilar fundamental del sistema. Se le asigna la competencia de mantener el orden público mediante la declaración de estado de guerra por el cual se suspenden los derechos. Se trata de evitar que los civiles puedan armarse como había pasado en momentos anteriores.
  • Incluye una declaración de derechos individuales, concesión a los progresistas. Pero muy limitada (derecho propiedad, juicio, etc.) además estos derechos son fácilmente suspendibles.
  • Elección de alcaldes de ciudades de menos de 30.000 habitantes, otra cesión a los progresistas.

Fraude electoral planificado

Cuando el partido liberal de Sagasta reformó la ley electoral y se aprobó el sufragio universal masculino en el año 1890, se vio necesaria la intervención para evitar resultados electorales indeseables.

Se trataba de impedir que las fuerzas republicanas o, posteriormente, los socialistas pudieran acceder al poder, pero dando la sensación de que efectivamente había democracia.

Santiago Alba que era un republicano y futuro presidente de las Cortes durante la II República llama a este sistema “coalición de estómagos” porque estaba controlado únicamente por clases altas y medias, los que no pasaban hambre. El sistema del turnismo fraudulento funcionaba así:

  1. Turno pactado. Cuando un gobierno estaba muy desgastado (por una crisis económica, militar o por algún escándalo), el monarca y los dirigentes de ambos partidos (oligarquía política), pactaban la alternancia en el poder.
  2. Nuevo gobierno. El rey cambiaba el gobierno y este convocaba elecciones. El nuevo gobierno controlaba la burocracia: nombraba al ministro de gobernación y a los gobernadores civiles civiles provinciales con el fin de preestablecer los resultados electorales a su gusto.
  3. Encasillado. El gobierno diseñaba las listas con el número y el nombre de los diputados que debían ganar las elecciones en la mayoría de los distritos. De esta forma se preestablecía el resultado electoral. El ministro de gobernación indicaba los resultados electorales con antelación a los caciques locales.
  4. Caciquismo. El cacique era el principal oligarca de una zona o localidad. Eran los más ricos y poderosos, normalmente grandes propietarios agrícolas, sometiendo a su autoridad al resto de los habitantes de su zona. El cacique controlaba directa o indirectamente su ayuntamiento y su comarca mediante redes clientelares, es decir, personas de su confianza que trabajan directa o indirectamente para él y que le informan. El caciquismo alcanzó su mayor influencia durante la Restauración ya que estaban integrados en el sistema turnista, sobre todo tras la aprobación del sufragio universal masculino. Aún quedan vestigios en el presente en cierta medida.
  5. Elecciones. Una vez informados, los caciques usaban redes clientelares para que votaron según sus indicaciones. Según Javier Tusell, el sistema del caciquismo no funcionaba en las grandes ciudades donde la oligarquía era más numerosa y no había caciques, por lo tanto, allí las elecciones eran más limpias. Esto se contrarrestaba con los resultados de las zonas rurales en las que los caciques tenían el control. En ocasiones se rehacía el encasillado a sugerencia de los caciques, pero contando con el visto bueno de Madrid. Se establecía que el partido ganador sacara entre un 60 y un 70% el opositor entre un 30 y un 20% y se permitía una representación simbólica al resto de partidos de un 10%.
  6. Clientelismo. Los caciques tenían redes clientelares, es decir, personas que dependían del cacique a nivel económico o laboral y en contrapartida, ellos votaban como les indicaba el cacique. Presionaban de varias formas: Amenazándoles con quitarles el trabajo (si no les despedían). Los principales “clientes” de un cacique rural eran el maestro, el cura y el guardia civil. Como el voto no es secreto, el cacique puede controlar lo que vota cada uno. Cuenta para ello con los muñidores que supervisan lo que va a votar cada uno y se encargan de convencer o coaccionar al votante según cada caso.
  7. Pucherazo si lo anterior no era suficiente. Se trata de falsear el resultado de los votos para ajustar los resultados a lo que se les solicitaba:
  • Añadían más votos de la candidatura elegida, y luego registraban a difuntos para cuadrar los votos.
  • Urnas de doble fondo.
  • Secuestro de las urnas por el gobernador civil para que él mismo haga el recuento y establezca el resultado acordado.
  • Instalación de las urnas en la sede del partido que va a ganar y prohibición de la entrada a quien no sea socio.
  • La policía y la guardia civil intervenía cuando algunos protestaban contra el fraude. Valentín Almirall que era un republicano y padre del catalanismo, llama “Partido de la Porra” a los liberales por los golpes que daban a los que protestaban por el fraude.
  • Repetición de elecciones. El gobernador civil podía anular las elecciones en esa circunscripción y se volvían a repetir.

El carácter fraudulento del sistema hizo que cada vez fuera mayor la desconexión de gran parte de la población del juego político, únicamente participaba un 20% del censo.

El fraude electoral mediante sistemas clientelares no había comenzado en esta época, existía desde el comienzo del sufragio censitario con Isabel II, pero durante la Restauración estás prácticas se extendieron. Tampoco fue algo original ni único de los españoles.

El clientelismo se podía combatir obligando al voto secreto, tal y como se hizo durante el Sexenio democrático, pero esta medida nunca se aplicó durante el período de la Restauración.

Falsa apariencia de pluralidad

El turnismo garantizaba la pluralidad ideológica, pero en la práctica las políticas de ambos partidos eran muy parecidas. Aunque públicamente se enfrentaban, discretamente actuaban por consenso y no aprobaban leyes que los otros fueran a anular cuando llegaran al poder.

El sistema de la Restauración impedía a los partidos ganar las elecciones, sí que podían acceder al parlamento. Republicanos, carlistas, nacionalistas y socialistas (más tarde) obtuvieron algunos diputados de modo que el sistema parecía era plural.

En el primer período de la Restauración los republicanos estuvieron divididos y no tuvieron relevancia política destacada. Algunos se mantuvieron leales al republicanismo federal de Pi y Margall, pero con pocos apoyos. Otros optaron por la vía del pronunciamiento militar como Zorrilla, pero fracasaron.

La mayoría de los republicanos adoptaron posiciones unionistas (no federales) como Nicolás Salmerón o Emilio Castelar. Todos ellos participaron en el sistema, se presentaron a las elecciones y tuvieron diputados en las Cortes.

Diferencias entre conservadores y liberales

Liberales y conservadores se turnaron en el poder durante 25 años

Liberales y conservadores se turnaron en el poder durante 25 años. Los conservadores gobernaron entre los años 1875-81, 1885, 1890-92 y 95-97 y los liberales entre los años 1881-85, 1885-90, 1892-95 y 97-99.

Los conservadores limitaban las libertades en nombre del “orden” mientras que los liberales aumentaban las libertades individuales y recuperan parte de los derechos que ya estaban en la constitución del 69. Veamos las diferencias más destacadas:

  • Sufragio universal. Los conservadores defendieron la ley de sufragio censitario. En cambio, los liberales aprobaron una ley de sufragio universal masculino en el año 1890 y los conservadores lo mantuvieron cuando volvieron al poder.
  • Libertades de asociación, expresión y publicación. Los conservadores limitaban este tipo de derechos: ley de asociación limitada a aquellas que reconozcan la monarquía constitucional vigente, ley de imprenta en el año1879, por la que necesitaba el permiso de las autoridades para publicar, ley de reunión limitada, se limita la libertad de cátedra con la segunda circular de Orovio se prohíbe enseñar el evolucionismo y se expulsa de la universidad a Salmerón que se exilia y a Giner de los Ríos que acaba en la cárcel.

Para controlar su actuación, se obliga a los docentes de secundaria y de la universidad a presentar un "programa" con lo que impartirán en sus asignaturas. Por otro lado, los liberales ampliaban este tipo de derechos: nueva ley de asociación (1881) por la que se legalizan las asociaciones obreras (anarquistas y socialistas), ley de asociaciones políticas y ley sindical (1887) que legaliza los sindicatos, ley de imprenta que elimina la censura previa, fin de la esclavitud (1886) en Cuba.

  • Proteccionismo y librecambismo.
  • Privilegios de la Iglesia.

Ley de reclutamiento del año 1878

Finalizados los dos conflictos, se establece una nueva ley de reclutamiento que mantiene la redención pagando. El pago por exención del servicio militar existía desde las Cortes de Cádiz. Los religiosos o los que estaban formándose para serlo, también están exentos de hacer el servicio militar.

Esto significa que las clases altas y medias se libraban y nunca iban a la guerra. Se extiende el alistamiento obligatorio a todo el territorio incluso las regiones que estaban exentas hasta entonces: País Vasco y Navarra. Se permitía el pago a substitutos que vayan al servicio militar a cambio de dinero o pago a la familia.

La ley de reclutamiento del año 1882 establece tres años de servicio militar activo y otros seis años de reserva, donde pueden volver a llamarte si hay guerra. Se elegía a los reclutas por sorteo de quintas y se endurecen las penas contra los prófugos.

Se llaman quintas porque se recluta a uno de cada cinco jóvenes en edad militar, es decir, veinte años. Debido a las críticas en el año 1885 se sube la cuota a pagar por la exención, pero se mantiene.

Fin de la guerra en Cuba

Entre las causas se puede hablar de la decisión de Madrid de subir los impuestos arbitrariamente a los terratenientes o hacendados cubanos. Por la crisis económica del año 1866 se había aumentado otra vez los impuestos.

Cuba no tenía libertad de expresión ni libertad para crear partidos políticos. Muchos criollos descontentos se hacen patriotas y se hacen partidarios de la independencia respecto a España siguiendo el ejemplo de otros países americanos.

En noviembre, dos meses después de la Revolución Gloriosa, los patriotas se sublevan encabezados por con Carlos Manuel Céspedes con el grito de Yara, un manifiesto independentista. Cuando se enteraron de que el nuevo Gobierno español planeaba abolir la esclavitud se adelantaron y lo sumaron a sus reivindicaciones, a cambio de una indemnización para los propietarios. Por ello contaban con el apoyo de los abolicionistas.

Los guerrilleros que habían luchado por la independencia de Santo Domingo y que ahora luchan por la de Cuba se conocen como mambises y se caracterizan por integrar en sus filas a negros y mulatos. Lograron controlar la mayor parte de la zona oriental.

Los criollos del partido español controlaban el territorio occidental. Eran conservadores monárquicos contrarios a los gobiernos del Sexenio Revolucionario, por lo que no aceptaron las reformas que se propusieron para la isla. Posiblemente financiaron el asesinato de Prim que era partidario de negociar con patriotas y el golpe de Martínez Campos.

Durante años fue una guerra de posiciones entre españoles y cubanos ya que, por la falta de recursos, España apenas envió refuerzos. Cánovas envió a Martínez Campos en el año 1876 con 70.000 soldados en el año 1876. Tras dos años de enfrentamientos y negociaciones, se firmó la Paz de Zanjón en el año1878.

Los cubanos se rindieron y a cambio el gobierno de Madrid les garantiza la amnistía y se compromete a ir realizando numerosas reformas: amnistía, fin de esclavitud, autonomía, libre formación de partidos políticos, libertad de expresión, cuatro diputados a las cortes.

El problema es que el gobierno de Madrid fue muy lento. El fin de la esclavitud se aprobó en el año 1880, medida que contó con la oposición de parte de los terratenientes cubanos. Se permitió la tenencia de esclavos hasta el año 1886. El autogobierno prometido se aplazó.

Los cubanos contrarios a la paz de Zanjón se sublevaron de nuevo meses después en la “Guerra chiquita” en 1879. Como la mayor parte de los cubanos han aceptado el pacto de rendición, son vencidos en pocos meses.

La economía de la Restauración

La economía se ve favorecida por el liberalismo político y por la gran oleada exportadora que se da en el sector vinícola debido a la crisis de la filoxera. También, se observa un impulso en la siderurgia vasca, el crecimiento del sector algodonero y cerealista, que abastece tanto al mercado español como al colonial.

El periodo que transcurre entre los años 1876 y 1886 de produce una tendencia alcista que pasa en que ésta se vuelve en una economía proteccionista, y coincide con los intereses de la oligarquía agraria y con la burguesía industrial.

Los ministros de Hacienda del reinado de Alfonso XII asumieron muchas decisiones adoptadas en el Sexenio democrático en los límites de la política monetaria, fiscal y arancelaria.

A pesar de que en esta época se produce un desarrollo general de la economía, existen desequilibrios entre los distintos sectores productivos y entre las distintas regiones españolas.

La España rural presenta un cuadro contradictorio pues mientras se produce un retroceso en la producción del trigo, mientras que se produce una expansión de la vida. El olivar pasa por un periodo de amplia expansión debido a la fuerte demanda hispanoamericana de aceite y aceituna de mesa.

Las explotaciones mineras se producen sólo por compañías europeas como ocurres en la explotación de Riotinto. Existe un claro contraste entre la España del sur, que suministra minerales tradicionales y la España del norte que produce minerales propios de la revolución industrial como son el hierro y el carbón.

El auge de la siderurgia se une al desarrollo de la explotación del carbón como fuente de energía. La explotación minera decae cuando comienza a explotarse las minas en Europa, África y Asia.

Por primera vez en muchas décadas, liquidada la Guerra Carlista, el déficit no superó el 10% del presupuesto y en cinco ejercicios quedaron por debajo del 5%. Estaban de acuerdo todos los ministros de Hacienda con la contrarreforma tributaria de los años 1872 y 1874, los ministros del Tesoro dejaron los impuestos prácticamente sin cambios.

Los ministros de Hacienda de Alfonso XII tomaron muchas decisiones en materia de política monetaria, fiscal y arancelaria que se implementaron durante el Sexenio Democrático

Más les preocupaba el alto endeudamiento estatal, que exigió en el año 1881 la conversión de la Deuda Pública en circulación. Sin ser tampoco librecambista, la política arancelaria fue estrictamente proteccionista, debido al talante de los numerosos tratados comerciales suscritos.

El sistema bimetálico de la peseta se orienta en los primeros años del reinado hacia el patrón-oro, si bien éste se revelará imposible y la década terminará con un sistema fiduciario de facto, integrado en su mayor parte por billetes y moneda de plata y sin apenas monedas de oro en la circulación. Desde el punto de vista de la política económica, fue una década relativamente tranquila.

Los ministros de Hacienda de Alfonso XII tomaron muchas decisiones en materia de política monetaria, fiscal y arancelaria que se implementaron durante el llamado Sexenio Democrático.

Entre ellos, el establecimiento de la peseta como moneda nacional, la concesión del monopolio de emisión de billetes al Banco de España, la rectificación de la Hacienda revolucionaria, realizada entre los años 1872 y 1874, y el Arancel del año 1869, que se mantuvo en vigor, aunque reformado, hasta la Regencia.

Como ya hemos dicho, estaban más preocupados por las grandes deudas nacionales, que en el año 1881 debían ser puestas en circulación. En el ámbito de la política monetaria, el sistema bimetálico de la peseta se orientó en los primeros años del reinado hacia el patrón oro, aunque esto resultó ser imposible.

La década finalizó con un sistema fiduciario de facto, compuesto principalmente por billetes y monedas de plata, sin apenas circulación de monedas de oro. En definitiva, en lo que respecta a la política económica, fue una década relativamente tranquila.

La sociedad en el reinado alfonsino

La principal característica de la sociedad española en esta época es la dualidad existente entre una sociedad rural tradicional y una sociedad urbana.

¿Cómo es la sociedad agraria?

Los propietarios son los protagonistas principales de la vida política y económica. Los no propietarios se agrupan en arrendatarios y aparceros, que cultivan pequeños lotes de tierras.

Los jornaleros andaluces sólo trabajan la mitad del año y el resto del año sobreviven con ayudas simbólicas de ayuntamientos y de otras instituciones, lo que provoca un fuerte malestar social en toda la zona.

Sin embargo, la sociedad urbana está compuesta por la alta burguesía que era defensora de la Restauración. Su principal actividad es el desarrollo de la industria textil y a la banca fundamentalmente y junto a ella nos encontramos a una burguesía comercial que resulta favorecida por la política proteccionista. Es la época donde se desarrolla el proletariado industrial.

Existe una marcada desigualdad en la sociedad urbana según las regiones pues en Cataluña, País Vasco, Asturias y Madrid se concentra la industria moderna del país, de ahí que la burguesía y el proletariado tengan conciencia de clase.

Esta desigualdad social provoca que entre los sectores tradicionales de provoquen tensiones sociales, que como veremos son de dos tipos:

  • El problema campesino que radica en el subdesarrollo producido por la forma arcaica de trabajar la tierra y la desigualdad del reparto de estas. En las zonas latifundistas es donde surge el proletariado campesino, adquiriendo un carácter importante agitación proletaria que causa muchísimo malestar en la clase política pues no sabía cómo hacer frente. La solución para estos campesinos estaba en emigrar a la ciudad y trabajar en la industria o luchar por mejorar sus condiciones de vida.
  • El proletariado industrial aumenta de número debido al éxodo rural, bajo unas condiciones penosas con unas largas jornadas, inseguridad laboral, paro estacional, falta de un seguro de enfermedad, salarios insuficientes… La huelga era el único medio de luchar, así como el asociacionismo y el cooperativismo.

Los dos atentados que sufrió Alfonso XII

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Grabado del atentado: (Pincha para ampliar)

A lo largo de sus diez años de reinado, Alfonso XII sufrió dos atentados, ambos perpetrados por anarquistas y en los dos salió ileso.

El primer atentado se produjo el 25 de octubre de 1878. El anarquista Joan Oliva disparó dos tiros contra el Rey, cuando éste entraba en Madrid procedente de un viaje por el norte de España. Fue realizado en la calle Mayor. Ninguno de los dos tiros le acertó y en consecuencia salió ileso. Joan Oliva fue detenido y tras un juicio fue ejecutado el 4 de enero de 1879 por medio del garrote vil.

La revista anarquista L’Avant-Garde analizaba:

“Hay hombres que son un verdadero obstáculo para la transformación de las instituciones, y que éstas no podrán ser cambiadas prontamente sin hacer desaparecer tales obstáculos… Alfonso XII es además... la clave de la bóveda de este orden burgués. Como no tiene sucesor legítimo, su muerte significaría necesariamente la revolución en España. Ahora bien, se ha dicho con razón que se sabe cómo comienzan las revoluciones, pero no como terminan”.

El segundo atentado sufrido por el Rey fue el 30 de diciembre de 1879. Fue realizado por el anarquista Francisco Otero, que le disparó a quemarropa cuando los reyes volvían de pasear en faetón por el Retiro, justo en la entrada del Palacio Real y el Rey llevaba las bridas de los caballos. Nuevamente salió ileso. Francisco Otero fue condenado y murió el 14 de abril de 1880 por medio del garrote vil en el Campo de Guardias de Chamberí.

Los matrimonios de Alfonso XII

El Rey tuvo dos matrimonios. El primero fue con María de las Mercedes de Orleáns y Borbón. Era hija del duque de Montpensier y de una hermana de su madre Isabel II, en consecuencia, eran primos hermanos. El Rey quedó prendado de María de las Mercedes cuando la conoció en Viena, se encontraba estudiando en dicha ciudad como hemos visto anteriormente. Le comentó a un amigo “cuando la vi, me di cuenta de que la quería desde antes de haberla conocido. Desde el primer instante comprendí el porqué de mi existencia”.

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Boda de Alfonso XII y María de las Mercedes de Orleans, el 23 de enero de 1878, en la basílica de Atocha, dibujo de Vierge para Le Monde Illustré. (Wikipedia)

Este enlace contaba con la oposición de Isabel II, porque estaba en contra del duque de Montpensier, que tanto había intrigado para destronarla como reina de España. Isabel II decía “no tengo nada contra la infanta, pero Montpensier no transigiré nunca”.

Alfonso XII siempre quiso casarse con María de las Mercedes

El asunto del matrimonio del Rey fue debatido en las Cortes, pues había un amplio sector de diputados que quería el matrimonio del Rey con una princesa europeo por el tema de las alianzas. Alfonso XII siempre quiso casarse con María de las Mercedes. Cabe destacar la intervención de un ministro del gobierno en la sesión parlamentaria en la que mostró el apoyo al rey en su elección diciendo “la infanta doña Mercedes está fuera de toda discusión: los ángeles no se discuten”.

Se casaron en la Real Basílica de Atocha, el 23 de enero de 1878 a las doce de la mañana. Fue un matrimonio que tuvo una duración de menos de seis meses, porque María de las Mercedes contrajo el tifus y murió rápidamente.

De este hecho proviene la famosa cancioncilla “Dónde vas Alfonso XII”.

Tras el fallecimiento de María de las Mercedes, el presidente del gobierno plantea al Rey la necesidad de que se vuelva a casar urgentemente

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Alfonso XII y su segunda esposa.

Tras el fallecimiento de María de las Mercedes, el presidente del gobierno plantea al Rey la necesidad de que se vuelva a casar urgentemente, para que pueda tener un heredero que garantice la continuidad monárquica. Alfonso XII accede diciendo “Me casaré si me buscan ustedes una novia”.

Su segundo matrimonio se acuerda pocos meses después con María Cristina de Habsburgo-Lorena, que era prima segunda del emperador Francisco José de Austria.

Se produce el matrimonio, el 29 de noviembre de 1879.

Fruto de este matrimonio son tres hijos:

  • María de las Mercedes (1880), infanta de España y princesa de Asturias.
  • María Teresa (1882), infanta de España.
  • Alfonso XIII (1886), rey de España desde su nacimiento, pues este se produjo seis meses después de la muerte de su padre.

Alfonso XII y su amante Elena Sanz

Alfonso XII ya tenía relaciones con otras mujeres antes de casarse con María de las Mercedes. En una carta de Isabel II al marqués de Molins, que se conserva actualmente en la Academia de la Historia, decía “tiene a ésta y otras mujeres”.

La conoce cuando tenía quince años y ella ya era una mujer de veintiocho, e inmediatamente se quedó prendado de ella. Este encuentro se produjo por la reina Isabel II, que se encontraba en París y solicita a Elena Sanz que visite a su hijo en Viena donde se encontraba estudiando en el colegio Teresiano de la capital austriaca. En un largo periodo de tiempo no volvieron a coincidir.

Tras enviudar de María de las Mercedes, un día el Rey acude al estreno de la ópera donde se estrenaba la Favorita y en ella actuaba Elena Sanz. Al verla se levanta nuevamente la pasión en el Rey.

Los actuantes en la obra subieron al palco real para cumplimentar a Alfonso XII. Desde entonces, acude casi diariamente a verla actuar en el Teatro Real. Como se puede comprobar en una de las numerosas cartas del Rey a ElenaIdolatrada Elena: mucho gusto he tenido en verte todos los días en estas funciones”. Cuando ambos inician sus relaciones sentimentales, Elena ya tenía un hijo llamado Jorge.

Elena Sanz fue una auténtica diva de la ópera de la época y no una cupletista cualquiera como algunos han pretendido vender. Cantó junto a Adelina Patti para el zar Alejandro II. Tuvo actuaciones en la Scala de Milán, en París y recorrió América. Era frecuente verla actuar en el Teatro Real junto al navarro Julián Gayarre. La esposa de Alfonso XII, María Cristina de Habsburgo-Lorena nunca aceptó esta relación y se encargó como venganza de hacer desaparecer cualquier noticia y señal de Elena Sanz.

Esta abandonó su actividad artística, para así poder atender por amor a Alfonso XII. Para ello, el Rey le puso un piso en la madrileña calle de Alcalá.

Elena siempre tuvo una gran relación con Isabel II, a la que le gustaba mucho la ópera y era su admiradora. Esta relación de amistad entre ellas, queda reflejado en una carta, donde se llamaban entre ellas “mi nuera ante Dios” y “mi suegra ante Dios”, como certifica el historiador José María Zavala.

Dos meses después de casarse el Rey con María Cristina, Elena Sanz dio a luz un hijo, Alfonso, nacido el 28 de enero de 1879, fruto de la relación con Alfonso XII. El nacimiento se produjo en París, buscando la máxima discreción.

Posteriormente, Elena regresa a Madrid y le da un segundo hijo al Rey, Fernando que nace en febrero de 1881, mientras que la reina María Cristina era incapaz de darle un barón a Alfonso XII, que le asegurara la continuidad dinástica.

María Cristina sufre por la situación en que vive y le da un ultimátum al Rey, o salen de Madrid Elena Sanz y sus hijos, o ella regresa a su país, Austria.

Ante la situación tan tensa que se crea en el matrimonio real, Elena sale destino a París, donde vive gracias a las cinco mil pesetas mensuales que aporta el Rey. Debido al alejamiento entre Elena y Alfonso XII, la relación se va enfriando, mientras que el Rey busca otras sustitutas.

¿Cómo acabó Elena Sanz?

Alfonso XII no había testado al fallecer. Era el momento de la venganza de la reina María Cristina, que inmediatamente retiró la pensión mensual que recibía del Rey.

Pero Elena necesitaba dinero para seguir viviendo en París con una cierta calidad. Contrató al abogado Nicolás Salmerón, que había sido presidente de la I República, para negociar una indemnización a cambio de las 110 cartas que Elena tenía de Alfonso XII, en las que quedaba clara la paternidad de los dos hijos de Elena.

Fruto de esa negociación se concedió a Elena Sanz la cantidad de 750.000 pesetas, de las que 500.000 se destinarían a un fondo en París, para que fueran recibidas por sus hijos cuando fueran mayores de edad.

Alfonso XII también mantuvo una relación explosiva con la cantante de ópera, Adelina Borglir. Esta relación levantó un gran escándalo en Madrid y la reina María Cristina le vuelve a amenazar con abandonar la Corte si Adelina no abandona el país, cosa que se produjo inmediatamente.

Otros aspectos de Alfonso XII

Algunos historiadores, como Norberto Mesado ponen en duda el origen de Alfonso XIII, pues dice que cuando María Cristina dio a Luz a Alfonso XIII, no era un niño lo que nació sino una niña. Al verse la Casa Real sin heredero, se cambió a la niña nacida por un niño, también recién nacido y que sería fruto de una relación que mantuvo Alfonso XII con Adela Lucia Almerich.

Como estamos viendo en las historias hasta ahora relatadas de los Borbones en España podemos comprobar cómo Alfonso XII entra en los mismos parámetros sexuales hasta ahora descritos. Por ello merece la pena destacar como siempre en las Constituciones españolas procuran preservar la figura del rey.

Así podemos comprobar cómo en la Constitución de 1876, en su artículo 48º se declara “la figura del Rey como sagrada e inviolable”. Según esto, “el Rey no puede tener más hijos que los que le nacen dentro del matrimonio”, “no consintiendo injerencias de seres extraños”.


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