domingo. 28.04.2024
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Extracto del artículo al que hace referencia al autor, del número 5 de febrero de 1904 de Las Dominicales del Libre Pensamiento.

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@Montagut5

El Despertar Femenino fue un sindicato de mujeres que en el año 1903 se integró en la UGT en la localidad alicantina de Elche. Sabemos que en ese año hubo un importante conflicto laboral en el sector alpargatero, tan importante en la región. Unido este sindicato femenino al Gremio de Costureros protagonizaron la huelga, que se había precipitado por el despido de un trabajador por protestar en una huelga. Se considera que este conflicto fue modélico por su organización y porque obtuvo resultados. La organización sindical femenina salió reforzada. En todo caso, tenemos que señalar que recién creada ya contaba con 712 afiliadas, un número nada desdeñable. El sindicato siguió funcionando hasta los años treinta.

Pues bien, hemos encontrado un material no conocido sobre este sindicato femenino no en una publicación obrera sino en otra del libre pensamiento, en Las Dominicales del Libre Pensamiento, en febrero de 1904. Se trata de una carta del 25 de enero, enviada a dicho periódico por un Rafael Campos desde Elche, que imaginamos, por lo que dice en su texto, que fuera un dirigente, miembro o simpatizante del movimiento obrero local. Tiene su interés porque es un documento justo después del conflicto descrito, por la información que ofrece de la renovación de la junta directiva, y, sobre todo, porque supone un canto en favor de la lucha de las obreras.

El texto informaba que El Despertar Femenino, al que el autor calificaba de sociedad feminista de resistencia, y que constituía una especie de muralla de “inquebrantable granito” al amparo de la cual luchaban “nuestras compañeras de infortunio para emanciparse de la avaricia burguesa”, tomando parte en la lucha de clases, había renovado su directiva. Así había quedado: Presidenta, Teresa Castell Mendiola. Vice-presidenta, Francisca Bernad Sánchez. Secretaria, Francisca Pomares Pascual. Vocal, Dolores Hernández Soler.

Pero el autor no sólo elogiaba a las elegidas como a las que las nuevas directivas habían sustituido, sino que quería expresarles a las mujeres trabajadoras una serie de ideas, y para ello empleaba el medio del periódico.

Rafael Campos quería dirigirse, como decíamos, a aquellas mujeres que tenían que dejar sus tareas domésticas y a sus hijos para acudir a la fábrica o al taller para ayudar a sus esposos, hermanos o padres para aportar dinero en casa, sufriendo jornadas excesivas y sufriendo más explotación que los hombres, que “nosotros”, aludía el autor.

Para combatir dichas atrocidades la solución pasaba por la organización, por organizarse en sociedades de resistencia. Por eso exhortaba a las que no pertenecía a ellas a que acudiesen a las mismas en las localidades donde residiesen. Su llamamiento le llevaba a citar hasta Marx, y recordaba a las trabajadoras que no esperasen de nadie su emancipación, ni mejora alguna de su sexo, “tan escarnecido y atropellado por todas las clases sociales”. Ellas aparecían en el texto como protagonistas, a través de la organización obrera.

Hemos empleado como fuente el número del 5 de febrero de 1904 de Las Dominicales del Libre Pensamiento. Sobre la sociedad obrera El Despertar Femenino podemos acudir al artículo dedicado a la misma en la página web, Mujeres activistas. 1920-1939 de la Universidad de Alicante.

Exhortando a las trabajadoras en 1904