jueves. 02.05.2024

Me parece que focalizar la campaña electoral en el odio que el partido ultraderechista siente hacia homosexuales, lesbianas, trans y cualquier tipo de diferencia, vuelve a ser un error de enorme trascendencia. No somos pocos los que estamos seguros de que los dirigentes de esa escisión del Partido Popular, que creo no tardará en regresar a casa, estarán frotándose las manos mientras contempla como la izquierda se traga todos los señuelos que le van lanzando. Las minorías necesitan ser respetadas y sus derechos deben estar protegidos constitucionalmente, pero el problema no es que Vox y su partido matriz odien al colectivo LGTBI, el verdadero problema es que odian cualquier ley, proyecto o comportamiento justo. Odian a los homosexuales, pero también odian a quienes reivindican salarios y vivienda digna, a quienes expresan libremente su opinión crítica, al progreso, a la justicia, a la naturaleza, a la libertad.

El problema no es que Vox y su partido matriz odien al colectivo LGTBI, el verdadero problema es que odian cualquier ley, proyecto o comportamiento justo

Hace unas semanas que gobierna Vox con el Partido Popular. Hay silencio, nadie rechista, la mayoría no quiere hablar de política. Todo se sabe. Después de años propalando que nos ocupan las casas y nos atracan a cualquier hora del día, después de convencer al electorado de que sus vidas y haciendas peligran por el renacer de la delincuencia en uno de los países más seguros de Europa, el Gobierno decidió hace una semana en Consejo de Ministros dotar de armas a los limpiadores urbanos, los repartidores de amazon, los reponedores de supermercados, los lectores del gas, los asiduos a terrazas y los corredores urbanos, pudiendo actuar ante cualquier eventualidad con la contundencia que el buen orden exige. Ortega Smith desarrolla una actividad frenética desde la Dirección General de Seguridad, que vuelve a estar en la Puerta del Sol, justo al lado del despacho de Isabel Díaz Ayuso. Todas las mañanas, armado con un kaláshnikov que le regaló Putin para combatir al coronavirus, Smith monta en uno de los helicópteros aparcados en la plaza. Le siguen varios centenares de agentes voluntarios dispuestos a darlo todo por España. Ya no hay mendigos, ni gente que duerme al raso, tampoco quinquis cabalgando en motos desvencijadas. Provincia por provincia, pueblo por pueblo, puerta por puerta Smith y su brigada especial han limpiado España de pobres y descarriados. Confinados por miles en los alrededores de la Ciudad de la Justicia de Esperanza Aguirre, todos los días reciben la visita de los frailes agustinos y maristas, quienes, bajo la atenta mirada del Presidente de la Universidad Católica de Murcia, dispensan los santos sacramentos a quienes están ayunos de ellos. Ya no hay excluidos, ya no hay pobreza, tampoco problema de vivienda.

Muerto Sánchez Dragó, quien fue reclamado por Dios para más altos designios, el ministerio de Cultura ha recaído en Pablo Motos, quien entrevista todos los días a Ayuso, Moreno BonillaJosé Manuel SotoFeijòoOrtega Cano y Abascal, de forma distendida, sin discusiones estériles, con empatía, siempre con Julio Iglesias de fondo, soy un truhán, soy un señor, me gustan las mujeres, me gusta el vino, y si tengo que olvidarlas, bebo y olvido. Motos ha llenado todas las calles de banderas y retratos de héroes del pasado, dando a nuestras ciudades el colorido y la alegría que habían perdido durante las últimas décadas. Los niños saben de nuevo el Cara al Sol y la Virgen de Fátima vuelve a procesionar acompañada por mujeres y niños de todas las clases que cantan con emoción aquello de con flores a María que madre nuestra es. No se le escapa una, preocupado como está por la buena educación física de los españoles, Motos ha llevado sus cámaras a los lugares más recónditos del país para ver como jóvenes y viejos meten los dedos mojados en un enchufe, se tragan cristales de bohemia o se bañan alegremente en ácido sulfúrico mientras suena no me gusta que a los toros vayas con la minifalda, porque quieren ver tu cara y quieren ver tus rodillas, no dejan de contemplarte, me rebelo y me rebelo y tengo que pelearme y a los toros no los veo.

Los niños saben de nuevo el Cara al Sol y la Virgen de Fátima vuelve a procesionar acompañada por mujeres y niños de todas las clases que cantan con emoción aquello de con flores a María

Marcial Dorado, incuestionable, le ha tocado la cartera de Economía. Nadie como él para blanquear la suciedad, armonizar los mercados para que fluyan en la buena dirección y proporcionar al pueblo los placeres más psicodélicos. Marcos de Quinto se encarga de las pensiones asesorado por Rodrigo Rato. Entre los tres han pergeñado un nuevo sistema según el cual el montante de la pensión a percibir estará estrictamente ligado al número de sirvientes que se tenga en cada casa, a la cilindrada de la moto y a la cantidad de monóxido de carbono producido por la familia, garantizando una paga extra a aquellos perceptores que maltraten a sus esposas, siempre que sea violencia intrafamiliar. Las clases menestrales se jubilarán a los setenta y cinco años.

Uno de los puntos más conflictivos a la hora de poner en marcha el nuevo gobierno ha sido la cuestión educativa. Aunque había buenas sensaciones desde el primer momento, algunos virreyes territoriales no veían con buenos ojos la pérdida de competencias en la materia. Las buenas maneras del presidente del Real Madrid plantearon una solución de compromiso que fue aceptada por todos: En adelante se suprimiría el ministerio de Educación y las Consejerías del ramo, pasando todas sus competencias al Arzobispo de Toledo, quien además adquiriría la titularidad de todas las escuelas, institutos y universidades públicas del país. Eso sí, por supuesto, en adelante los profesores y maestros llevarán un crucifijo en una mano y una pistola en la otra. La asistencia a festejos taurinos, actos litúrgicos y desfiles militares supondrán la mitad de la calificación final en todas las asignaturas.

Esto no es una broma: Nos estamos jugando el futuro de España, la democracia, nuestra vida y la de quienes vienen detrás de nosotros

Vaciado el Museo del Prado de obras de arte y convertido en Real Escuela de Tauromaquia, transformada la Alhambra en sede de la Legión para que los andaluces puedan cantar durante todo el año soy el novio de la muerte, las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, bajo la protección de la Ley Mordaza, ha sido facultadas para detener y multar a cualquier ciudadano por su aspecto, su mirada, su garbo o aquellas querencias que menoscaben el valor de la raza. Lejos de ceder a las presiones de los derrotados en las urnas gracias al patriotismo resplandeciente del pueblo español, el nuevo gobierno decidió también no renovar el Poder Judicial, hacer vitalicios a sus representantes y nombrar a sus hijos sucesores legítimos, acabando de esa manera con las disputas y enconos en los que se había movido el órgano constitucional durante los últimos lustros.

Recuperado el servicio militar obligatorio, los nuevos reclutas se dedican a poner, lavar y sustituir banderas, trabajo arduo puesto que desde que llegaron al poder han puesto más de diez millones por todo el país y se considera ultraje que ondeen sucias, ajadas o rotas. La misa dominical es obligatoria y la televisión pública ha sustituido todos sus canales por uno nuevo llamado “24 horas de toros por España”, canal dirigido por Al-Bertín Osborne con el asesoramiento de Ana Rosa y Gallardón. Sin más dilación que la requerida por la complejidad técnica del asunto, se ha resuelto el problema de la Sanidad Pública, que se ha vendido por la cantidad simbólica de un euro a Frexenius, líder alemán del sector. En adelante, habrá cuatro tarjetas sanitarias, visa oro, visa plata, visa bronce y visa plástico, cada una de ellas dará acceso a las prestaciones que el ciudadano merezca según su posición en el mercado.

Todo lo contado hasta aquí puede parecer fruto de la exageración, la hipérbole o el delirio, pero piensen que ya tenemos a un torero como vicepresidente y ministro de cultura de Valencia, a Isabel Ayuso paseando su ignorancia insultante y desacomplejada por las calles de Madrid y a Moreno Bonilla aniquilando Doñana mientras ejerce de mayordomo de la cofradía del Séptimo Sello. Esto no es una broma: Nos estamos jugando el futuro de España, la democracia, nuestra vida y la de quienes vienen detrás de nosotros.

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