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La familia de los Torrero provienen de la villa de Luna en la provincia de Zaragoza y vinieron a la ciudad en el año 1390, donde se instalaron. El primer Torrero es D Juan Torrero de Luna que fue teniente del rey Sancho Ramírez. Éste conquistó a los árabes el castillo de Villaverde y Luna en el año 1091.
D. Miguel Torrero había nacido en Zaragoza en la primera mitad del siglo XV, y fue quien mandó construir la casa palacio en la actual calle de San Voto y se acabó su construcción en el año 1506.
Miguel Torrero era un conocido latifundista que poseía más de 600 Ha e incluía posesiones en el monte de Torrero, topónimo en honor a su propietario y que daría el nombre a este barrio zaragozano.
Mandó construir el monasterio de Monlora en el año 1500, en el término de Luna, para alojar allí a una comunidad de los padres franciscanos, que permanecieron hasta la ley de Desamortización del ministro Mendizábal en el año 1835
D. Miguel murió en el año 1518, dejando un legado patrimonial bajo el título de Mayorazgo y Vínculo de Torrero, que fue creado en el año 1515 y perduró hasta su descendiente, D. José Torrero Marzo que fue ministro del rey Carlos III.
La familia de los Torrero donó a lo largo de su historia a Zaragoza multitud de terrenos para diversos equipamientos. Los terrenos del actual cementerio de Torrero, que fue inaugurado en el año 1834, o los que se destinaron al primer estadio de fútbol de la ciudad que fue estrenado en el año 1923.
Los Torrero vendieron la casa palacio de la calle San Voto en el año 1908 a las hermanas de Nuestra Señora de la Consolación, para poder ejercer la enseñanza.
CONSTRUCCIÓN DEL PALACIO
Fue construido en los primeros años de siglo XVI. Es una de las mejores construcciones en ladrillo de la arquitectura aragonesa de principios de ese siglo. Exteriormente el edificio se construyó entre medianeras.
Poseía una única fachada desdoblada en dos por un decalaje. La más retranqueada se caracteriza por su portal de ingreso en arco de medio punto, había huecos rejados en la planta baja. Huecos no tan grandes como los actuales en la planta noble y un mirador galería arquillos de medio punto bastante estrechos en la zona alta. Todo ello coronado por un rafe de madera.
La otra fachada no tiene puerta de acceso. Su diferencia fundamentalmente estriba en el tipo de aperturas para el mirador. Tiene una galería adintelada, rematado con un espléndido alero de madera.
Hay una falta de unidad en la composición de ambas fachadas, a pesar de haber sido realizadas al mismo tiempo. Interiormente se distinguen cinco zonas claramente diferenciadas:
- La luna o patio está estructurado en tres pisos. En la planta baja está sustentada por columnas dóricas anilladas pero que actualmente no son visibles por la necesidad de reforzar la estructura que se realizó en el año 1957 donde se les forró y encamisó de forma octogonal.
En la planta noble hay una delicada galería de columnillas fasciculadas y arcos mixtilíneos de yeso. En el piso superior, hay una segunda galería de arquillos conopiales decorados con enjutas con una tracería, y todo ello rematado por un alero de madera con lóbulos y doble vuelo.
Esta configuración le da una singularidad que es su acusada verticalidad, según las proporciones del gusto gótico de la época. Posteriormente, esta verticalidad se pierde en las casas renacentistas al retraer la tercera planta.
En la casa palacio de los Torrero conviven las formas góticas de las galerías con las columnas dóricas anilladas de la planta baja, Esto es un indicio de pro donde evolucionaría el gusto de la época, al introducir elementos clasicistas que apuntaban hacia el Renacimiento.
Lo que sorprende de este palacio radica en la doble galería de arcos en el patio. Siendo el único ejemplo de esta tipología en Zaragoza, ya que el resto de casas palacios sólo poseen una planta de galería.
- La escalera tenía un antepecho calado de yeso, que en sucesivas reformas fue desapareciendo.
- El conjunto de la sala y las dos cámaras laterales, pero que hoy ya es un espacio único, situados en la planta noble y en cuyo interior se conserva el original de una techumbre de madera con pequeñas artesones moldurados.
- El resto de dependencias tienen una distribución compleja, muy fragmentada y atomizada, conformando estancias irregulares de tamaño reducido y en algunos casos conectados por escaleras internas.
- De época original se conserva el sótano o cillero. Sala donde se guardaban el vino, el aceite y las tinajas de agua. Construido en ladrillo y con techos abovedados.
En la primera reforma se transformó la casa palacio doméstica en colegio de educación entre los años 1942 al 1946. Ya en el año 1957, se redactó un proyecto de ampliación, sobre elevando dos plantas, más la parte posterior del edificio.
La segunda reforma se produjo entre los años 1976 al 1978, donde se acondicionaron mediante rehabilitación y restauración conservación, para el nuevo uso al que se destinó que era ser la Sede del Colegio Oficial de Arquitectos de Aragón y Rioja. Se redactó un proyecto parcial de restauración de la fachada principal.
Esta casa palacio ha tenido tres etapas constructivas que marcan la eexistencia de este edificio que fue declarado Monumento Histórico Artístico de carácter nacional el conco de marzo del año 1982.
BIBLIOGRAFÍA
Ricardo Marco Fraile. Colegio Oficial de Arquitectos de Aragón.
Fatás, Guillermo. “Guía histórico-artística de Zaragoza”. 1991. Zaragoza.
Gómez Urdánez, Carmen. “Arquitectura civil en Zaragoza en el siglo XVI”. Tomo I. 1987. Ayuntamiento de Zaragoza. Zaragoza.
Laborba Yneva, José. “Zaragoza. Guía de arquitectura”. 1995. Caja de Ahorros de la Inmaculada de Aragón. Zaragoza.
VV.AA. “Casa de los Torrero. Sede Oficial de Arquitectos de Aragón. Monumento histórico de carácter nacional”. 1982. Revista Aldaba nº 2. Colegio Oficial de Arquitectos de Aragón. Zaragoza.
(*) Imagenes tomadas de la web 'Cultura de Aragón' y Wikipedia.
