jueves. 28.03.2024

Los niños esclavos de América Latina

Casi 6 millones de niños y niñas de Latinoamérica realizan trabajos en condiciones de esclavitud

Muchos de ellos apenas llegan a los 10 años de edad; sin embargo presentan graves problemas de salud relacionados con las labores que realizan, muchas veces a cambio de un plato de comida.

Los niños trabajadores de Latinoamérica han sido sistemáticamente ignorados por la prensa, aún ante las denuncias por fallecimientos de menores a causa de la realización de trabajos de alto riesgo, como la minería o la selección de residuos.

Según el Convenio 182 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la cifra de niños y niñas explotadas laboralmente  en América Latina ronda los 6 millones.  Las peores formas de dicha explotación incluyen la utilización de menores para el tráfico de drogas y la explotación sexual. Las niñas, con frecuencia más vulnerables debido a las prevalecientes normas culturales y sociales patriarcales de América Latina, son víctimas de toda clase de abusos con la complicidad de los estados que –desde hace décadas- no han querido ver la gravedad de este problema.

La pobreza empuja a miles de familias –generalmente de zonas rurales- a entregar a sus hijas menores de edad para labores como empleadas domésticas o la cosecha. Según la OIT, “a cambio de alimento; lo que se traduce en una situación de esclavitud”.

En Brasil, Ecuador, Paraguay, Bolivia y Argentina se tiene conocimiento de la existencia de esta práctica. Sin embargo la esclavitud infantil se naturalizó en la región. Y al tratarse de un problema que ocurre al margen de lo legal, no hay organizaciones oficiales que trabajen para combatir esta aberración.

EL CASO ARGENTINO

El 5 de junio de 2019 –durante el último tramo del gobierno neoliberal de Mauricio Macri- un relevamiento de la Universidad Católica Argentina (UCA) arrojó como resultado el grave incremento del trabajo infantil.  El informe alertaba sobre la situación de extrema vulnerabilidad de millones de niños y niñas de Argentina. “En el último año se incrementó en modo significativo el trabajo infantil, que pasó de un 12 por ciento al 15,5 por ciento”, confirmaba Ianina Tuñón, integrante del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA.

La economía recesiva, la alta inflación y el desempleo generado por las políticas de gobierno de Mauricio Macri, provocaron un notable aumento de menores en situación de calle o en búsqueda de sustento en diversos trabajos. “En la última década nunca tuvimos menos de un 40% de niños pobres, en el último año se incrementó la pobreza en ocho puntos porcentuales", sostuvo Tuñón en junio de 2019, y afirmó que de ese 51,7% "tenemos un 11% de chicos que están en situación de indigencia”

NATURALIZANDO LA ESCLAVITUD

Mientras esto sucedía, el diario ultraconservador La Nación, en una vomitiva estrategia en pos de minimizar el desastre social causado por el neoliberalismo macrista, en su portada del 8 de junio se preguntaba “¿Es mejor que un niño trabaje, a que robe o se drogue”; un interrogante que, en parte, explica la razón por la cual, en pleno Siglo XXI, existen millones de niños esclavos en América Latina. 

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