miércoles. 24.04.2024

Malos aires

El alcalde de la capital argentina, Horacio Rodríguez Larreta, se rebela contra el gobierno nacional utilizando la pandemia para hacer campaña política.
LARRETA
Horacio Rodríguez Larreta

La derecha argentina aún no puede digerir la derrota electoral que sufrió en las urnas en octubre de 2019. No hizo falta esperar mucho tiempo para verla desplegar todo su arsenal malicioso en pos de desgastar la figura de Alberto Fernández, quien –además de recibir una Argentina arrasada por la receta neoliberal impuesta por el macrismo-, debió enfrentar la pandemia ni bien iniciado su mandato.  

La decisión del gobierno nacional de cerrar las escuelas durante las próximas dos semanas fue el disparador de la “rebeldía” del alcalde porteño, Horacio Rodríguez Larreta. “El lunes los chicos van a ir a clases en la ciudad de Buenos Aires”, aseguró en una improvisada conferencia de prensa que brindó el domingo a última hora, inmediatamente después de que la Cámara de apelaciones en lo Contencioso Administrativo, Tributario y Relaciones de Consumo de la Ciudad de Buenos Aires le diera el visto bueno para desacatar el Decreto de Necesidad y Urgencia emanado del gobierno nacional. 

La medida sanitaria impuesta por el presidente argentino fue suspendida por la justicia porteña, en un fuero local incompetente para resolver sobre cuestiones federales. Pero hacerse amigo del juez es una práctica habitual de los miembros de la derecha argentina. Una de las juezas que aprobó por Zoom la presencialidad de las clases es Nieves Machiavelli, hermana de Eduardo Machiavelli, secretario general del PRO y secretario del Gobierno Porteño. “Nosotros no hacemos política con la pandemia”, dijo Larreta durante su conferencia de prensa, mostrándose como el nuevo adalid de la educación. “La escuela no contagia”, sostuvo el jefe de gobierno porteño, ignorando los datos publicados por The Lancet en los primeros días de marzo.

Larreta asegura “apostar” por la educación de los chicos, y es por este motivo que está dispuesto a batallar contra la medida sanitaria del gobierno nacional. Lo curioso es que esa apuesta se contrapone con el brutal recorte en el presupuesto destinado a educación para 2021 en la ciudad de Buenos Aires; el más bajo de los últimos diez años.

La tensión entre el gobierno nacional y el de la ciudad autónoma de Buenos Aires está en su momento más álgido. Avalado por los grupos de poder económico concentrado Larreta se perfila ahora como el nuevo instrumento de una derecha cada vez más alejada de la realidad. Larreta triplicó la indigencia en la capital argentina en tan solo cinco años, pasando de 5,2 por ciento a 15, 7; aunque los medios del poder real prefieran ocultar las estadísticas. Larreta es, además, el responsable del mayor recorte en educación en la ciudad de Buenos Aires; sin embargo los medios hegemónicos replican la “preocupación” del Jefe de Gobierno Porteño por la suspensión de clases decidida por el gobierno nacional; una propaganda que cala en los seguidores de la antipolítica que se autoperciben republicanos y defensores de la democracia. 

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