@caval100 | Con esa premisa va Rajoy a las Cortes, queriendo decir que las cosas como son; es decir como él quiere que sean, que viene a ser como “dios manda”. A estas alturas, no sabemos bien la razón de la comparecencia en sede parlamentaria del presidente del gobierno el próximo día 1 de agosto. ¡Madrid, qué calor! y con comparecencia incorporada y no se mueve una hoja y en la playa tomando el sol, quienes todavía tienen oportunidad para ello.
La iniciativa de Rajoy, viene a romper la estrategia de algunos partidos de la oposición, y pone en evidencia la inoperancia de otros. Cuando los papeles del extesorero del PP, Luis Bárcenas, delataban que Rajoy era conocedor de la trama y perceptor de sus correspondientes sobres, en estas mismas páginas publicaba un artículo en el que me sumaba a las voces pidiendo la presentación de una “Moción de Censura”, que obligase a Rajoy a comparecer y tratar el tema que eludía, sabiendo que podía perderse, con casi toda la seguridad, pero era una forma de tomar la iniciativa en la acción política.
Se ha dudado y la “Moción de censura” no se presentó cuando se debía, se ha perdido la oportunidad y quién ha tomado la iniciativa es el que estaba acosado, quien políticamente estaba en el rincón, recibiendo golpes, defendiéndose en silencio y sin inmutarse. Algunos dirán que comparece como consecuencia de la presión ejercida, pero sabemos que no ha sido presión política de la oposición, sino de los miembros de su propio partido. Como buen representante del totalitarismo menos democrático, a Rajoy se la trae al fresco la oposición política y de la presión social ni digamos.
Mientras Rajoy y su entorno más inmediato, guardaban silencio sobre la tormenta Bárcenas y las numerosas peticiones para que el presidente del gobierno compareciera para dar explicaciones sobre la supuesta financiación ilegal del PP y el cobro de sobresueldos en dinero negro de la cúpula del partido, el ministro de Justicia, Gallardón, aseguraba que si la sociedad tiene la percepción de que el PP recibió dinero negro, la “obligación” de los dirigentes del Partido Popular es “convencer de que es un partido transparente”. Venía a decir, que el silencio es cómplice y delator y que no valen declaraciones como las que nos tienen acostumbrados María Dolores y Floriano.
¿Y de qué va a hablar Rajoy en su comparecencia? De todo menos de “ese tema”, del que se le demanda; es decir del grado de conocimiento de los manejos contables y financieros del tesorero, si está o no está implicado en la colecta de dinero entre las empresas fieles y leales, qué se ofrecía a cambio, para qué se utilizaba el dinero recaudado y si ha cobrado sobresueldos, fuesen en sobres o sin ellos.
Como él ha propuesto la agenda, impone fecha, tema y procedimiento. Hablar del ¿caso Bárcenas? ¡amos anda! Va a ser algo así como, sin serlo, una “Cuestión de confianza”, en la que saldrá fortalecido. Sin preguntas, sin votación y aclamado por su mayoría absoluta y la oposición a verlas venir.