sábado. 20.04.2024

Limpiadoras. El coraje triunfa al miedo

limpiadoras foto ccoo
Limpiadoras del Hospital Valdecilla durante la pandemia del COVID-19. (Foto:CCOO)

Los hábitos que se aprenden de pequeños se vuelven cotidianos a lo largo de nuestras vidas. Uno tan simple como lavarse las manos en el trascurso del día se trasforma en costumbre tan relevante que se convierte en imprescindible hoy más que nunca para el tratamiento de la pandemia mundial.

Este pequeño gesto de higiene personal puede que nos esté librando de contagiarnos de la COVID-19, una acción mínima, individualizada. Por consiguiente, pensemos en cómo nos está ayudando y en qué magnitud todas las acciones de saneamiento, limpieza y desinfección de carácter colectivo de hospitales, residencias, centros médicos, locales y edificios en general donde se lucha diariamente contra el virus.

De ahí que pensemos en la labor fundamental que realizan diariamente miles de trabajadoras de la limpieza, quienes literalmente se juegan la vida por nosotros y nosotras. Lo hacen con sentido del deber, con profesionalidad, venciendo al miedo que las atenaza muchas veces arropándose las unas a las otras, sin dejar jamás a una de ellas atrás. Son un equipo, algo que se echa de menos a nivel de respuesta y actitud política por parte de algunas fuerzas representadas en el Congreso, quebrantando la unidad. Pero ellas con su actitud están demostrando que frente al temor y la incertidumbre es posible ser eficaces y dar respuesta desde la unión, el coraje y el compromiso.

Este colectivo, la gran mayoría mujeres, de una media de edad avanzada y por consiguiente se sitúan en alto riesgo de contagio, son catalogadas como personal de exposición de bajo riesgo, incluso aquellas que trabajan en el ámbito hospitalario, algo ya denunciado por CCOO pues se hallan en primera línea de contagio. Además, las trabajadoras asumen labores de riesgo, en numerosas ocasiones, sin estar provistas de los equipos individuales de protección adecuados, debiendo manipular residuos biopeligrosos.

Esto ha conllevado a que actualmente muchas trabajadoras estén contagiadas, algunas con serios problemas de neumonía, viéndose mermada con ello la imprescindible labor de acometer las tareas de desinfección y saneamiento al no ser sustituidas por otras trabajadoras, quienes además requerirán previamente de una formación específica al respecto.

Otra cuestión que venimos denunciando como CCOO de Construcción y Servicios es que a las trabajadoras que están en primera línea de contagio no se les están realizando las pruebas de la COVID-19, por lo que hay que exigir a las empresas de las contratas que pusieran a las mutuas a disposición de estas para que se pudieran realizar, algo que de momento no está ocurriendo. O que, por parte de las diferentes administraciones, dado que ya se están recibiendo cada vez más pruebas de detección del coronavirus, se les realizara a todos los trabajadores y trabajadoras de los servicios esenciales, principalmente a aquellos que tienen más probabilidad de contagio.

Por todo ello, debemos ser conscientes como ciudadanos, como usuarios de los hospitales, residencias etc, o como colectivo que lucha conjuntamente frente a la pandemia, del valor de las trabajadoras de la limpieza, en un mundo globalizado, consumista e individualizado donde sólo importa el precio. Ellas, como otros colectivos, son un espejo donde mirarnos. Hagámoslo, pues se trata de ganar la batalla sanitaria pero también, la ética y la humana.


Imagen: Limpiadoras del Hospital Valdecilla durante la pandemia del COVID-19. (CCOO de Cantabria)

Limpiadoras. El coraje triunfa al miedo