viernes. 29.03.2024

El riesgo de histéresis, cuando la crisis se va y se queda el paro

Y en reconocimiento al buen trabajo de Yolanda Díaz
yolanda diaz
Yolanda Diaz

Imaginemos que tenemos dos objetos en las manos: un trozo de papel y una goma elástica. Si apretamos  las manos con fuerza y luego las abrimos, el trozo de papel quedará arrugado, mientras que la goma elástica volverá a su forma original. Los economistas tienden a explicar que la economía, con sus ciclos, es como una goma elástica: después de una crisis, esperan que las cosas vuelvan a la normalidad tras la recuperación. Cuando esto no ocurre, como en el caso del papel arrugado, se habla de histéresis, un término (tomado de la física) que describe un cambio permanente provocado que no retorna a la normalidad.

La crisis que padecemos por pandemia de Covid-19 puede ser un ejemplo de histéresis en relación al empleo por el riesgo de que nuestro mercado laboral no recupere el empleo perdido antes del shock provocado por la crisis sanitaria. A pesar de los evidentes esfuerzos del gobierno de España y de la UE que han puesto en marcha políticas para limitar la fuerte pérdida de empleos, como han sido los ERTE y otras medidas, la previsión es una pérdida muy importante de empleo cuando se produzca la retirada progresiva de los diversos planes de apoyo coyunturales actualmente vigentes, como apunta la reciente la Encuesta de Población Activa con la tasa de paro del 16,13%.

Por otra parte, esta crisis del Covid-19 supone una “recesión transformadora” que va unida a un profundo cambio hacia la economía digital 4.0, la transición energética, la transformación ecológica y a la exigencia inaplazable de acelerar un cambio profundo de modelo productivo en nuestro país. Nos sitúa ante un escenario muy distinto a otras crisis a las que nos hemos enfrentado en España desde la desregulación del mercado de trabajo y el abaratamiento del coste del trabajo como principales acicates para la recuperación de los empleos perdidos y la creación de nuevos. Ahí están las distintas Reformas Laborales orientadas en esa dirección.

Deberíamos tomarnos muy en serio el riesgo de que el desempleo generado por la crisis del Covid-19 se consolide y que el cambio de ciclo no recupere el empleo porque no hayamos sido capaces de responder como exigen las particulares características y diferencias de esta crisis, cuando ya partíamos de un elevado paro estructural y del dramático 40,13% de desempleo juvenil que durante la pandemia creció un 17% entre el primero y el último trimestre de 2020.

Sabemos que esta crisis Covid-19 significará la desaparición de muchos de los actuales empleos, o que no volverán a aparecer de la misma forma. La palanca no podrá ser, otra vez, debilitar el valor del trabajo.Ahora las nuevas exigencias se centrarán en la adecuada cualificación para los nuevos puestos de trabajo y las nuevas competencias requeridas a los trabajadores y trabajadoras para atenderlos. Por ello, para recuperar parte de los empleos perdidos, el núcleo de las prioridades de la acción política, empresarial y sindical deberían ser la urgente mejora de nuestro sistema educativo, la reforma de las políticas activas de empleo y la formación profesional.

Estamos ante una “recesión transformadora” de la economía que exige un cambio radical en las actuales instituciones y organismos que regulan la orientación profesional y las Políticas Activas de Empleo (PAE). Así se contempla en el documento enviado por el Gobierno de España a la Comisión Europea en materia laboral sobre las “nuevas políticas públicas para un mercado de trabajo dinámico, resiliente e inclusivo, fundamentadas en tres pilares”, unas políticas que guardan directa relación con el programa de gobierno pactado por PSOE y Unidas Podemos el 30 de diciembre de 2019 y que brillantemente resume y comenta el profesor Eduardo Rojo Torrecillas en su Blog.

Tales prioridades exigen el mayor esfuerzo de imaginación, innovación y valentía por parte del Gobierno, de la Patronal y de los Sindicatos para negociar y pactar los cambios necesarios que precisan nuestras relaciones laborales y el mercado de trabajo en las negociaciones, anunciadas ya por la ministra de Trabajo y Economía Social Yolanda Díaz, que empiezan el próximo 17 de marzo y cuyo resultado puede ser vital para hacer frente al riesgo de histéresis.

El riesgo de histéresis, cuando la crisis se va y se queda el paro