viernes. 29.03.2024

La Línea 11 de Metro o cómo tirar el dinero

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Alberto Oliver | El 16 de Noviembre de 1998 se inauguró la línea 11 de metro, la primera línea nueva en más de 20 años. Carabanchel, barrio histórico de la ciudad de Madrid, con 250.000 habitantes contaba por fin con tres estaciones nuevas y una promesa, la línea 11 iba a conectar el corazón del barrio con el centro de la ciudad. Demanda permanente entre los vecinos de la zona.

La L11, conocida en su concepción como la “M40” del metro, se proyectó con el objetivo de conectar las 10 líneas de metro que atraviesan el centro de la capital, hasta convertirla en la segunda circular de Madrid y pensaba conectar los barrios de Carabanchel, Usera, Arganzuela, Retiro, Ciudad Lineal, Hortaleza y Chamartín, que representan casi el 37% de todos los habitantes de la ciudad de Madrid.

Las previsiones que manejaba la entonces consejera de transportes, María Dolores de Cospedal, estimaban 65 millones de viajes anuales por la línea, pasando a ser la tercera más usada de toda la red de metro. Según palabras de la ahora ministra de Defensa:
“[la Llínea 11] Dará un importante servicio a todos [madrileños] que vivan fuera de la almendra central de la ciudad, ya que rompe la estructura radial que les obliga a ir al centro en metro para hacer transbordo, se dirijan donde se dirijan”. “Las ampliaciones que estamos haciendo en esta legislatura responden a dos principios: llevar el Metro a aquellos barrios que llevan años pidiéndolo, como Villaverde o La Elipa y vertebrar la región”.

Sin embargo, a día de hoy, la L11 es una línea casi fantasma, con 7 estaciones construidas de las 28 proyectadas y con tan sólo un 6% de los usuarios previstos. Y para esto los madrileños ya nos hemos gastado casi 168 millones de euros en esta línea. Pero parece que el gobierno actual  de la Comunidad de Madrid no tiene pensado retomar unas actuaciones que permitirían dar un nuevo impulso, más que necesario, a la conectividad de nuestros barrios y optimizar trayectos.

El pasado día 16 de marzo, Podemos decidió llevar a la Asamblea de Madrid, una propuesta en forma de proposición no de ley, que instaba al gobierno a hacer dos cosas: La primera que actualizase los estudios existentes para la prolongación de la L11 y la segunda, que la ejecución de la misma finalizase en un plazo no superior a 10 años. Nuestra propuesta no salió adelante con los votos en contra de Ciudadanos y del PP.

Es más que entendible la postura que mantiene el Partido Popular a este respecto, puesto que llevan tiempo defendiendo que no es prioritario, aunque sí entiendan que lo es que estemos pagando más de 200 millones de euros anuales a empresas concesionarias que acabaron las obras hace años. Y también entienden como prioritario que se sigan arreglando infraestructuras, tales como la ampliación de la Línea 7, mal ejecutadas ya que el único criterio que siguieron fue puramente electoral.

No obstante, lo que no se entiende es la postura que está manteniendo Ciudadanos. Puede ser que no la entiendan ni ellos, ya que en el mismo pleno en el que votaron contra la lógica ampliación de la L11, propusieron sustituir el Metro Ligero por trolebuses. ¡Trolebuses ni más ni menos!


Si bien la apuesta de los los diferentes gobiernos de la Comunidad de Madrid en los últimos 20 años ya sabemos cuál ha sido - y sigue siendo -: mejorar los accesos para los vehículos privados que han pasado de de ser del 46% a más de un 57% estimado a día de hoy. Estas políticas no sólo son contaminantes y poco eficientes, son inviables y únicamente consiguen que se mantenga todo igual, lo que es inasumible, demostrando, no sólo  no tener un plan, sino no tener demasiada idea de lo que están haciendo. Nosotros, desde Podemos, tenemos un plan integral para el transporte en la Comunidad de Madrid, vamos a seguir apostando por una movilidad colectiva e inteligente, eficiente y sostenible, pensando en todos los habitantes de la Comunidad de Madrid que cada día utilizan el transporte público.

La Línea 11 de Metro o cómo tirar el dinero