viernes. 29.03.2024

Las mujeres no somos mercancía humana

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La prostitución está reconocida en el Parlamento Europeo como una forma de violencia contra las mujeres y una violación de la dignidad humana y de la igualdad de género. España, según datos publicados por Naciones Unidas, es el primer país de Europa y el tercero a nivel mundial en consumo de prostitución. Nuestro democrático país es uno de los principales destinos de trata de seres humanos con fines de explotación sexual. Mujeres y niñas, esclavizadas y prostituidas, son sus principales víctimas.  

Día Internacional contra la Explotación Sexual y el Tráfico de Mujeres, Niñas y Niños

El pasado día 23 se conmemoró el Día Internacional contra la Explotación Sexual y el Tráfico de Mujeres, Niñas y Niños.  En España más del 80% de las mujeres prostituidas son víctimas de trata. La prostitución, una evidente demostración de violencia de género, se ejerce desde la desigualdad, con la dignidad de las mujeres sometidas reducida a cenizas. Ejercida habitualmente por mujeres estigmatizadas, es comprada y controlada por individuos que, para someterlas, utilizan la violencia en todas sus expresiones (física, psicológica, sexual y económica); estas mujeres y niñas son vendidas como carne humana para que los hombres que pagan por sexo aplaquen de forma inmediata el supuesto deseo incontrolable que les domina.

"Si eres cliente, pagas su esclavitud"

Los consumidores de prostitución son los destinatarios de la contundente frase de advertencia que utiliza la Policía Nacional en un vídeo que se hizo público el día internacional contra el tráfico de personas con fines sexuales: "Si eres cliente, pagas su esclavitud. “La Trata de Seres Humanos constituye una violación grave de la dignidad, la libertad de la persona, y una forma de delincuencia grave.

A lo largo del año 2019 la Policía Nacional llevó a cabo 515 operaciones relacionadas con la trata de personas y la explotación sexual, liberó a 896 mujeres y detuvo a 481 proxenetas. Tan solo en los primeros meses de 2020 fueron efectuadas 333 operaciones de este tipo.  

Mi más profundo desprecio

Me pregunto qué pasa por la mente de un individuo capaz de pagar por abusar sexualmente de niñas y mujeres esclavizadas para que satisfagan los instintos sexuales de sujetos como él; hombres que tienen madres, hermanas, compañeras de vida, hijas; hombres que cada vez que pagan por mantener sexo están promoviendo la esclavitud. No hay libre elección ni libre consentimiento cuando se ignoran las condiciones de dicha elección: violaciones, palizas brutales, multas, coacciones, amenazas de todo tipo, vejaciones, utilización de drogas para propiciar la sumisión… Soy incapaz de encontrar la respuesta a no ser mi más profundo desprecio.

No se puede permitir

Las mujeres no somos mercancía, no se puede permitir que se nos trate como objeto de trata o venta; no se puede permitir que los que “comercian con carne humana “ sigan lucrándose  a costa de humillar y vejar a sus víctimas por su condición de género (se estima que la prostitución genera entre 12.000 y 18.000 millones de euros anuales de dinero negro tan solo en España); no se puede permitir que el tráfico de la trata siga avanzando parejo al tráfico de drogas y armas.

Los proxenetas son los esclavistas de la sociedad actual

Los dueños de clubs de alterne, amparados en la impunidad que les rodea, dieron un paso al frente y constituyeron una supuesta patronal de proxenetas; en su macabra performance se atrevieron incluso a solicitar su ingreso en la CEOE como empresarios con necesidad de normalización y derecho a codearse junto a los demás sectores económicos. Que nadie se deje engañar por los cantos de sirena emitidos por los esclavistas y proxenetas que, disfrazados de “honrados hosteleros”, abanderan la libertad de decisión de las mujeres para elegir la profesión que algunos consideran la más antigua del mundo: la de puta. Cuando no hay posibilidad de elegir no existe la libertad de elección.

Los hombres que compran sexo no son “clientes”

A ser prostituta se llega recorriendo el camino de la explotación y la crueldad, un recorrido que tiene como objetivo llenar las arcas de los tratantes de mujeres, de los traficantes de carne humana que mueven millones de euros al año.  Una relación igualitaria entre sexos implica aceptar que la prostitución no puede estar sujeta a ningún tipo de convenio laboral y que no se puede denominar “clientes” a los hombres que compran sexo.  Mantengo las palabras que dije en otras ocasiones y en otros medios: Si la sociedad aceptase la regularización laboral de la prostitución estaríamos validando la explotación sexual en lugar de buscar alternativas laborales dignas para todas aquellas personas abocadas a prostituirse.

Sin demanda no hay oferta

Al igual que las integrantes de la Plataforma por la Abolición de la Prostitución reclamo que los clientes sean penalizados (sin demanda no hay oferta), que la industria de los proxenetas sea desmantelada y que las mujeres explotadas sexualmente sean reconocidas como víctimas de violencia de género.

 El acuerdo entre PSOE y UP puso sobre la mesa una ley que no contempla ni la abolición, ni las multas a los clientes de un negocio en él que los hombres compran y las mujeres venden obligadas por un sistema que genera dinero negro y sucio y que se retroalimenta de su explotación. Urge aprobar la asignatura pendiente de la que habló Pedro Sánchez en su comparecencia de hace apenas quince días en el Senado: "Una ley que permita la abolición definitiva de la prostitución y la trata de seres humanos en nuestro país".

Las mujeres no somos mercancía humana