viernes. 29.03.2024

Ingreso mínimo vital: Los factores de un comienzo

Hoy se puede volver a hablar con justeza de UN AUTÉNTICO VIERNES SOCIAL, uno más y van bastantes, pese al griterío innoble de las derechas -y la torpeza de algún lider de izquierdas entrando al trapo-, a los costes y esfuerzos sobrehumanos de luchar contra el virus hasta quebrarlo y el miedo fundado a una crisis terrible como la que se nos viene encima.

Por eso tiene especial mérito y emoción el INGRESO MINIMO VITAL que ha aprobado el Consejo de Ministros y Ministras de hoy, 29.5.2020.Porque representa una apuesta decidida en dos direcciones que son la misma: 1) Impedir a toda costa que la factura terrible de la pandemia y de la crisis de medio alcance que ésta está provocando y agravará, 2) Iniciar un proceso serio, estructural, progresivo, difícil y largo pero seguro, para la erradicación de la pobreza en nuestro país y acortar la sima de desigualdad social que es otra pandemia que padece España como herencia de la anterior crisis de 2008. Pobreza y desigualdad extremas impropias de un país como España que es la cuarta potencia económica de la Unión Europea y un referente internacional.

Por eso, el Ingreso Minimo Vital ni es la "paguita" a la que se refirieron despectivamente algunos derechistas aporófobos ni es el bálsamo de Fierabrás que lo cura todo como tal vez piense algún voluntarioso izquierdista.

Es, en mi opinión, lo que dice el título de estas líneas: un inicio. Y para que éste sea fuerte y seguro hace falta cumplir una serie de condiciones: rapidez, ya mismo, no más demoras; claridad, debe ser de comprensión y aplicación muy fácil pues los beneficiarios bastante tienen con sobrevivir como para enfrascarse en un enjambre de papeles y retrasos; agilidad y diligencia administrativa, que las torpezas e imprevisiones burocráticas no arruinen una excelente iniciativa; universalidad, es decir, que llegue a los que están por debajo del nivel de los más bajos: sin techo, sin papeles, sin esperanza alguna, teniendo en cuenta que el Ingreso Minimo Vital apunta a la inserción socio-laboral, a la escolarización, a abrir espacios a una básica igualdad de oportunidades, a la satisfacción de necesidades básicas por debajo de las cuales ya no hay dignidad, a la reactivación económica al garantizar a más de 3 millones de compatriotas una esencial capacidad de consumo; estrecha coordinación y sinergia del Gobierno nacional con los de las Comunidades Autónomas, pero no sólo, en una perspectiva de complementariedad y progresividad -ensanchar y no estrechar- del IMV respecto a otras coberturas y subsidios.

El IMV, al igual que otras iniciativas y proyectos del bien llamado Escudo Social, serían meros castillos de naipes a medio plazo sin una política fiscal fundada en la justicia social y para ella y en el patriotismo solidario. El diferencial fiscal español respecto a la media europea es de unos 7 puntos menos, y el fraude y evasión fiscal hay quien los sitúa por encima de los 80.000 millones anuales. A esas dos presas hay que atacar de verdad y dejémonos de vistosas ocurrencias. Y para ello el Gobierno y el universo progresista debe firmar un auténtico compromiso histórico con las organizaciones sindicales representativas de los inspectores fiscales, que las hay muy comprometidas contra el fraude y en una órbita de decencia cívica. Si Yolanda, me encanta hasta el nombre, está logrando que afloren esclavistas en el campo, hay que lograr que afloren -y paguen con el recargo correspondiente- los defraudadores, enemigos públicos de la España solidaria que quiere salir adelante de verdad con todos y para todos. Y si hace falta se crea una brigada de inspectores especializados en paraísos fiscales. Sería dinero público bien invertido.

El IMV ha sido recibido con general aceptación, matices menores aparte, lo cual es casi un milagro con el diluvio de cainismo que asola nuestra vida política. Por cierto, me frotaba los ojos al oir decir en un tono tranquilo, como si fuera de derecha democrática y todo, a una portavoz del PP, Cuca Gamarra creo que se llama (en Catalunya ese nombre tal vez tendría que cambiárselo), que el IMV no estaba mal pero que ya lo viene aplicando el PP allí donde gobierna. No es muy cierto en el fondo, pero bueno, ojalá sea un cambio en las formas; sería tan lindo que el PP se comportara civilizadamente.

Me parece que ha orinado un poco fuera del tiesto el Presidente de la CEOE, la gran patronal, al valorar el IMV. Que sí, que le vale mientras dure lo del virus pero en cuanto se acabe éste que se acabe el IMV y todo el mundo a buscar trabajo y no a vivir del subsidio. Señor Presidente, ¿tal vez propone usted que salvemos a los pobres del virus para que luego los mate el hambre ...? Espero que no sea eso porque, aunque no lo conozco, me parece que es usted buena gente.

Manuel Zaguirre *ExSecretario General USO. Afiliado PSC.

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