martes. 23.04.2024

¿Golpe de Estado parlamentario?

Cómo un parlamento con fundamentos democráticos en su elección y funcionamiento, puede incurrir en el golpe de estado. Pues sí, puede.

Parece un contrasentido dicho así: Cómo un parlamento con fundamentos democráticos en su elección y funcionamiento, puede incurrir en el golpe de estado. Pues sí, puede. Hay un precedente reciente, de Junio de 2012, que yo viví de forma directa y me implique en ello: La destitución por el parlamento paraguayo del presidente constitucional electo, Fernando Lugo.  Fue denunciada como “golpe de estado” tanto a nivel nacional como internacional, porque, aun siendo amplia la mayoría parlamentaria que lo destituyó, no había fundamentación jurídica ni política para ello; había votos, eso sí. Pero ocurre que un parlamento, si es democrático,  no es un ring salvaje a base de “aquí te pillo y aquí te mato … si me alcanzan los votos”. La cosa quedó ahí en Paraguay, en un “golpe de estado parlamentario”, porque Fernando Lugo no llamó a la gente a las calles y a la resistencia en evitación de un baño de sangre. Por cierto, el presidente bastardo que usurpó la presidencia a Fernando Lugo se llamaba, y se llama, Franco; un corrupto de la peor especie, de esa que hay sobreabundancia, en Paraguay y en tantos  países.

En Catalunya, tras las elecciones autonómicas del pasado 27 de Septiembre, hay tentaciones y riesgos  de llevar al parlamento algo parecido a lo que acabo de describir. Me gustaría pensar que estas humildes líneas contribuirán a que no se consumen esas tentaciones y riesgos, porque eso sería malo en sí mismo, como todo lo que sea forzar la realidad y la legalidad,  y entrañaría serios peligros para el normal funcionamiento de la democracia en Catalunya y para la interacción entre ésta y el conjunto de España.

En efecto, el 27 de Septiembre en Catalunya se ha producido una victoria indiscutible de opciones nacionalistas extremas, secesionistas más exactamente, que abarcan un abanico que va de la derecha ultraliberal y poco inmaculada hasta la extrema izquierda anticapitalista y antisistema. Sabido es que al  recipiente patriótico le cabe todo.

Con su mayoría absoluta, inferior a la que obtuvieron en 2012, ese conglomerado nacionalista extremo tiene el derecho y el deber, legítimos, de intentar elegir presidente en el parlamento y que éste, a su vez, intente formar gobierno. Enfatizo lo de “intentar” porque la fracción mayoritaria de ese conglomerado, “junts pel sí”, ha sacado 9 escaños menos de los que obtuvo en 2012 la suma de CiU y ERC; es un fenómeno de unidades que restan, a pesar de algún cantante y algún  futbolista que adoro. Los escaños que faltan deberán ponerlos los anti-todo, las CUP, y han jurado que con Mas ni a misa… Suele ocurrir que es muy difícil administrar y racionalizar todo lo que cabe en el “recipiente patriótico”. Pero bueno, que no cejen en el intento.

Dando por supuesto que superan el intento y tenemos cuanto antes Presidente y Gobierno de Catalunya, es vital y urgente que miren con cariño a la Catalunya real y cotidiana, la que sufre el paro, la precariedad y la explotación, la pobreza, la malnutrición infantil, los recortes salvajes en educación, sanidad, dependencia, atención a discapacitados, la emigración forzosa de sus jóvenes …

Es vital y urgente que gobiernen con la vista y el corazón puestos en esa Catalunya real y cotidiana, insisto, que sufre … Llevan años sin mirarla ni gobernar para ella. Eso es lo que deben hacer con la Generalitat, el Govern y el Parlament, ponerlos al servicio de esa parte abrumadora de la ciudadanía de Catalunya  víctima de la desigualdad y la injusticia, estén o no en el “recipiente patriótico”.  Háganlo y cuenten con mi apoyo desde ya.

Ahora bien, si como se ronronea, con su mayoría absoluta pretenden llevar al Parlament de Catalunya una “dui” (declaración unilateral de independencia), que sepan que se adentrarían entonces en el territorio del “golpe de estado parlamentario”, y para eso no tienen razón ni derecho … ni votos. Porque, 1) no hay fundamentación jurídica para tal “dui”, ni en Catalunya, ni en España, ni en la Unión Europea ni en las Naciones Unidas, 2) con el 48% de los votos emitidos y el 36% de los votos censados, sólo desde la demencia se puede plantear una “dui”. Punto y seguido.

Hace casi un año, tras el simulacro de referéndum del 9 de Noviembre escribí un artículo tan extenso como el título, “Sólo los imbéciles pelean por ver quién llega antes al abismo…”. En 15 páginas de apretado texto intentaba radiografiar la complejidad de un contencioso Catalunya/España que viene de lejos y el perfil de sus actores protagónicos. Sin la menor duda, entonces apostaba, y apuesto ahora, claro, por el diálogo y la negociación de altura por y en un marco constitucional y estatutario más ancho y confortable para todos. Y opinaba, es mi derecho, que Mas y Rajoy eran parte del problema y obstáculo para las soluciones. El primero, tal vez, haya llegado a su estación termini este 27 de Septiembre. El segundo, cada vez se parece más a la bíblica estatua de sal … y menos mal, porque cuando se mueve produce secesionistas por un tubo.

Lo que sea, hagan lo que sea, señores, menos bunquerizarse en el reaccionario “españa, una, grande y libre”,  o en el irracional y suicida “golpe de estado parlamentario… ahora que tenemos votos”.

Los líderes y élites implicadas en  este complejísimo proceso harían bien en leer los discursos de Don Manuel Azaña con ocasión del debate parlamentario sobre el Estatuto de Catalunya … en 1932.

¿Golpe de Estado parlamentario?