jueves. 18.04.2024

Esperanzador documento suscrito por el gobierno, empresarios y sindicatos, pero…

No seré yo quien cuestione el documento que acaban de firmar en La Moncloa, en un acto solemne e informal a la vez, el presidente de mi Gobierno nacional y los líderes empresariales y sindicales más representativos de España. Ni me apunto al comentario malintencionado de que es un texto y una foto hueca.

Todo lo contrario; haré cuanto esté en mi mano, que no será gran cosa, para que ese documento, los 14 ejes de actuación y declaración conjunta de intenciones, sean realidades tangibles y activas en beneficio de la sociedad española en su conjunto y, muy especialmente, de aquellos sectores de compatriotas más vulnerables y empobrecidos.

Pero... para que la esperanza sea realidad en forma de una España con relanzamiento económico, justicia social, empleo digno y suficiente, modernización y diversificación industrial, fortalecimiento de nuestros servicios públicos fundamentales, salud y educación muy en especial, integración de la población inmigrante que nos necesita y nosotros a ella, pisar con fuerza en Europa, etc, es imprescindible:

1) Que ese espíritu de diálogo, negociación y acuerdos justos impregne toda nuestra vida social, económica y política, toda nuestra vida nacional y en todos los campos. En tal sentido, CCOO y UGT son expresiones representativas del Movimiento Sindical y de la Clase Trabajadora, sin la menor duda, pero no son todo él ni toda ella. Hay más expresiones, tanto del sindicalismo confederal como del sectorial, que los compañeros mayoritarios, más los empresarios y el Gobierno que aspira a ser de todos, debieran tener en cuenta. Creo yo.

2) Que las 14 lineas-fuerza firmadas vayan siendo cuanto antes calendarios y medidas concretas a implementar y recursos estables y suficientes que les den soporte y viabilidad. Para ello las políticas y recursos solidarios que emanen de la Unión Europea son fundamentales pero insuficientes... Es vital, vital de verdad, una reforma fiscal en España que nos homologue con el perfil fiscal medio europeo, para superar un diferencial en nuestra contra que muchos expertos sitúan en los 80.000 millones de euros anuales. Subir el IVA y los impuestos indirectos solo es injusto y no resuelve el problema, mucho menos ensañarse con algunos fontaneros o autónomos que trabajan en negro, hay que combatir y perseguir la evasión fiscal en casa y en los paraísos fiscales.

3) Lo anterior es la clave de todo. Sin una fiscalidad justa, solidaria, progresiva, las buenas intenciones progresistas y reformistas se quedan en pesadillas de frustración o, lo que es peor, de injusticia social endémica. Hay más; con una deuda casi del 130% de nuestro PIB, más lo que quede por endeudarnos, vivimos sobre un polvorín macro y micro económico, y es muy inquietante, por ser suaves, la aversión del mundo empresarial a hablar seriamente de pagar impuestos; qué decir de sus voceros políticos propugnando la bajada de los mismos al tiempo que exigen aumentos del gasto público en proporción a los desafíos que tenemos sobre la mesa. Diálogo, negociación y acuerdo todo el que haga falta y más, pero no será posible si alguien nos toma por imbéciles.

4) En lo tocante a la fiscalidad justa y solidaria, disculpen que sea tan machacón, pero es que estoy convencido que sin ella España no tiene futuro ni como nación ni como sociedad que aspiran a vivir en paz y progreso con cohesión y vertebración social y territorial. Por lo tanto, a pagar todo el mundo con arreglo a sus niveles de ingreso, y especial exigencia a los ingresos y patrimonios de particulares y empresas, nacionales o multinacionales, porque ahí está el meollo de nuestro diferencial fiscal con Europa y la solución holgada al triple desafío que nos suponen aumento del gasto públco, deficit presupuestario y deuda.

Esperanzador documento suscrito por el gobierno, empresarios y sindicatos, pero…