sábado. 20.04.2024

Podemos en el ojo del huracán

La derecha critica a Podemos porque los perciben con cuernos y rabo demoníaco, armados con respetables tridentes...

Ellos ya lo previeron cuando tras las elecciones europeas cosecharon un excelente resultado y se perfilaron como una de las alternativas más potentes en las próximas elecciones generales: “se nos acusará de todo” venían a decir y, ciertamente, menos ser “el toro que mató a Manolete”, ya les han buscado algunas entretelas con las que intentar desprestigiarlos y las que aún faltan por buscar y publicar.

Hablamos de Podemos, claro.

La derecha critica a Podemos porque los perciben con cuernos y rabo demoníaco, armados con respetables tridentes. Pero además, los ubican en la extrema izquierda, que más allá de la figuración satánica debe ser algo así como el anuncio del apocalipsis bíblico que caerá sobre todos nosotros si algún día llegan al gobierno.

Yo lo entiendo viniendo de la derecha porque si Podemos llega a tener “mando en plaza”, se les acaba el chollo: nacionalización de sectores estratégicos privatizados, defensa de los desprotegidos con un plan de rescate ciudadano, oposición a la troika, reestructuración de la deuda eliminando la que contenga cláusulas leoninas, medidas fiscales que les hagan pagar, de una vez, a los ricos y a las grandes fortunas, etc, etc.

Entiendo menos las críticas a Podemos desde la izquierda. La única justificación que le encuentro es esa enfermedad conocida como “ataque de cuernos”. Es comprensible que el PSOE, con 137 años de historia, manifieste desazón ante la posibilidad de sorpasso que le vaticinan las encuestas a favor de un bebé llamado Podemos que tan sólo tiene un año de vida. Y también lo entiendo en el caso de IU, un partido con 29 años que se ve abocado a seguir siendo minoritario, ahora que estaba despegando y que lo hubiera conseguido de no ser por este inoportuno y molesto bebé.

Y desde luego, no entiendo ni comparto en absoluto que Podemos, subido en la “cresta de la ola”, identifique al PSOE con el PP y extienda su concepto de casta a las buenas gentes de IU, despreciando incluso fórmulas unitarias de carácter preelectoral con esta formación. “Están crecidos” y es normal que lo estén ante el vaticinio de las encuestas y tras los multitudinarios actos que Pablo Iglesias viene realizando en diversas ciudades españolas. Pero “ir de sobrao” como decimos en castizo, no es bueno; más bien es desaconsejable, porque genera malestar en los adversarios políticos más cercanos que con toda seguridad serán necesarios “compañeros de viaje” en un futuro próximo.

Veamos: aquí y ahora urge que demos marcha atrás a la Contrarreforma Laboral que tanto perjuicio está haciendo a los trabajadores; que recuperemos y pongamos en marcha de nuevo la Ley de la Dependencia en todas las Comunidades Autónomas; que paralicemos la ley educativa más regresiva y discriminatoria de la democracia española conocida como LOMCE; que se paralicen los desahucios; que se financien adecuadamente las Universidades Públicas españolas; que se invierta en Investigación, Desarrollo e Innovación; que se favorezca un nuevo Modelo Productivo que apueste por actividades económicas que generen valor añadido y empleo de calidad; que se combata de verdad el fraude fiscal y se reforme la fiscalidad para hacerles pagar impuestos de una vez a los ricos, a las grandes fortunas y a las grandes sociedades …

Esto es lo que urge. Y para que sea posible hay que ganar las próximas elecciones municipales, autonómicas y generales. Deben formarse gobiernos de progreso orientados a la consecución de los objetivos que acabo de decir y otros tantos como esos. Y para que eso ocurra habrá que pactar, porque ninguna fuerza política progresista alcanzará mayoría absoluta, ni falta que hace. Y para que puedan producirse esos pactos, las grietas que se abran entre los partidos progresistas deben poder unirse mediante puentes, por lo que conviene que esas grietas no sean demasiado grandes. Y para ello, debe hacerse un esfuerzo de unidad, de asertividad, de respeto a las opiniones del contrario, de generosidad, antes, durante y después de las elecciones.

Como me decía un amigo: “La cooperacion entre todos los que quieran mejorar la vida de los seres humanos en las terribles circunstancias que atraviesa hoy nuestro país es una obligación ineludible, así como dejar de lado la voraz pelea partidita".

Así sea.

Podemos en el ojo del huracán