viernes. 19.04.2024

Extremadura: ¿censura o impostura?

Cuando la federación extremeña de IU decidió hace tres años facilitar la investidura del actual presidente...

Cuando la federación extremeña de IU decidió hace tres años facilitar la investidura del actual presidente de Extremadura, José Antonio Monago, lo consideré un sensible error, que afectaba al corazón mismo de un proyecto de izquierdas y que nos costaría explicar a la ciudadanía. Sobre aquella decisión no ha cambiado mi posición. Siempre que se pueda, las izquierdas deben desalojar democráticamente a las derechas de los gobiernos, eso sí, erradicando con su desalojo, las políticas conservadoras.

Ayer, aprovechando el debate sobre el estado de la región, el máximo dirigente de los socialistas extremeños, Guillermo Fernández Vara, anunció por sorpresa una moción de censura porque “es lo que le debo a esta región”. No tiene votos suficientes, no lo habló con las formaciones políticas cuyos diputados y diputadas resultan imprescindibles para que la moción de censura salga adelante. Se lo comunicó a Rubalcaba.  Estamos en campaña electoral, el PSOE sigue con dieta de adelgazamiento según las encuestas, y el estratega de campaña ha considerado oportuno lanzarle un órdago, no al PP, sino a Izquierda Unida.

De esta manera, lo que en su día mereció mi desaprobación, tiene poco que ver con lo que hoy improvisa con más engaño que verdad (impostura) el PSOE en Extremadura. Fernández Vara no tiene a la gente de su comunidad como preocupación; teme su futuro y el de su partido, y en esta ocasión si yo militara en Izquierda Unida de Extremadura le diría a Vara: no vamos a apoyar tu moción de censura, no vamos a caer en la trampa de aliviar la crisis del PSOE a golpe de oportunismo e impostura, no vale todo en el debate democrático, y no confundiremos jamás la necesidad de activar políticas progresistas en Extremadura con una declaración unilateral de censura súbita.

Nuevo ciclo electoral

Falta un año para las próximas elecciones municipales y autonómicas. Un año de trabajo que las formaciones de izquierda deben afrontar con rigor, realismo y autonomía. Un año para enterrar la fabulación de la censura y abrir perspectivas de cambio real. Pero habría que evitar escenarios del pasado. Nadie marca la agenda de nadie. Izquierda Unida debe prepararse para tiempos de reivindicación, movilización y gobierno. También en Extremadura. No valen las melodías de seducción de tiempos atrás. Cada uno a lo suyo. Un programa, una estrategia de cambio y una organización enraizada socialmente. Otro gobierno para otra política. Ser y parecer de izquierdas. No mucho más debe hacerse hasta las elecciones.

La moción de censura que se debatirá el miércoles en el parlamento extremeño no es el mejor precedente. Lo considero un ejercicio incomprensible de oportunismo político. Harían mal los dirigentes federales de una y otra formación en participar, aun tímidamente, de operaciones tan burdas. No me imagino  una moción de censura como esta alterando la agenda política de IU. Hoy empieza oficialmente la campaña electoral de las europeas que tendrán lugar el 25 de mayo. Podría darse un nuevo equilibrio entre las izquierdas y para conseguirlo habría que huir de los cantos de sirena del viejo y errático mundo del socialismo ocurrente.

Cuando ayer conocí el anuncio de Fernández Vara, que claramente dirige al coordinador regional de IU, Escobar, me acordé de aquel diálogo que mantuvo Nicolas Cage con un agente de policía, creo que en la película “Con air”: “Yo solo confío en dos hombres, agente Larkin; uno de ellos soy yo y el otro no eres tú”.  Por eso, concluiría Vara, presento la moción de censura.

Extremadura: ¿censura o impostura?