viernes. 29.03.2024

Línea verde y lunas de sangre

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Alguna vez escuché en los pasillos de la vida que nada comienza hasta que todo termina, a esta altura podría deducirse que en Oriente Medio están tomando cartas en el asunto para llevar esta premisa hasta las últimas consecuencias. ¿Qué lado de la moneda quedará en pie? Para acercarnos a una respuesta debemos entender la raigambre de este conflicto, intentaré esbozar algunos lineamientos y entrecruzarse con conceptos de la cátedra Problemática Social Contemporánea a cargo del profesor Alejo Reclusas para lograr una aproximación. Para comenzar a desandar este camino debemos inferir que el origen del conflicto radica en que hay dos pueblos en un mismo territorio y ambos lo reclaman como propio. Los israelíes consideran que les pertenece porque les ha sido legado por Dios, como figura en el Antiguo Testamento, los palestinos dicen que les pertenece porque viven allí desde hace tiempo. Esta utilización del territorio simboliza para el pueblo judío una forma de evitar otro evento de persecución y así impedir una nueva diáspora, una dispersión a la que fueron obligados durante mucho tiempo, desde el Éxodo hasta el exterminio nacional socialista. Los alemanes y los egipcios habían decidido su fortuna durante centurias, no serían sus nuevos verdugos. Los palestinos en cambio radican su postura en la partición impuesta por las Naciones Unidas, un partage forcé pero no de la Revolución Francesa sino de un organismo internacional que debía proteger los intereses de todos los países por igual, donde infieren que el Estado Israelí fue implantado en su territorio debido a intereses comerciales y geopolíticos. Ambos sectores establecieron desde hace tiempo programas de desarrollo armamentista como herramientas de defensa, programas que infieren de un lado una significación positiva y a la vez una connotación negativa para con su rival. Una misma escena vista desde binoculares distintos, los Programas de investigación de Lakatos hablan de este tipo de cruzamientos, estos programas de un lado y del otro de la báscula, programas que solucionan o progresistas y programas que no solucionan o degeneran. Tanto los israelíes como los palestinos carecen de un lenguaje teórico en común, años de distanciamiento solo sirvieron para ahondar aún más la brecha entre ambos, hay una imposibilidad de comparación y esto posibilita a que sean inconmensurables, si dos posiciones son inconmensurables no hay manera de compartirlas. Aunque quisiéramos dar un juicio de valor nos chocaríamos permanentemente con esta pared, y la posibilidad de saber cual es correcta y cuál no, sería una especie de oasis en el medio del desierto. Desde lo territorial, podemos pensar al Estado de Israel posicionado en un sector y al Estado Palestino situado en otro, la línea que los separa es el punto de demarcación, son los limites en donde moverse, la transgresión de este acuerdo territorial por alguna de las partes concibe la utilización de las fuerzas armadas en detrimento del usurpador, este punto de demarcación es llamado “La línea verde” y enclaustra al pueblo palestino a su permanencia en la Franja de Gasa, Cisjordania y a los Altos del Golán, la superioridad en superficie de Israel es por demás notoria, según la Teoría de la Evolución de Charles Darwin estaríamos en presencia de la supremacía del más apto por sobre el más débil, una mutación en la adaptación del pueblo judío que acompañada por la opinión pública internacional posibilitó un reacomodamiento en el tablero de Oriente Medio. La Estructura de las revoluciones científicas de Thomas Kuhn pone de manifiesto la existencia de periodos  conflictivos en una sociedad, periodos de crisis    que marcan la finalización de un ciclo y el comienzo de uno nuevo, ancien régime y nouveau régime fueron términos utilizados por los revolucionarios franceses para enmarcar los viejos y los nuevos paradigmas, modelos que sirven para clarificar el horizonte de las sociedades modernas. En el estado de Israel siempre se ha utilizado el argumento del antisemitismo y del judío como víctima eterna de sucesivos modelos, cánones y ordenes que solo buscaban su extinción, el movimiento sionista surgió a mediados del siglo XIX para dar una respuesta a las persecuciones que los judíos sufrían, sus fundadores consideraban que la única manera de eliminar el antisemitismo era mediante la concentración territorial de todos los judíos del mundo en un mismo Estado, esto era claramente un llamamiento a la diáspora judía que se encontraba dispersa por todo el globo. Se podría pensar que hay un Contrato Social según Jean-Jacques Rousseau que no se cumple, pensando al hombre judío como un Hombre Natural que ha muerto y que ha engendrado a un Hombre Histórico que devora todo a su paso. El filósofo francés habla de igualitarismo individualista para referirse al inicio de la desigualdad y utiliza el término de Voluntad General para denotar la legitimidad hacia el poder absoluto. Una radiografía completa de Oriente Medio que vio en la Primavera Árabe un grito esperanzador de aquellos oprimidos contra sus opresores, un genuino viento de cambio en un hemisferio beligerante y oscuro. La ola de judíos que llegó al territorio palestino sobre finales del siglo XIX hasta mediados del siglo XX creó ciudades y granjas colectivas, fueron creándose pequeñas comunidades dentro de comunidades más extensas, uno de los conceptos más interesantes de la Teoría de los Campos de Pierre Bourdieu. Un modelo de análisis en que la sociedad es observada como un conjunto de campos relacionados entre sí y a la vez relativamente autónomos. De acuerdo a esta interpretación cada campo se constituye como un espacio de apremio entre actores enfrentados por los bienes que ofrece ese campo. Visto así, israelíes y palestinos comparten una arena dentro de la cual tiene lugar un conflicto, este lugar de batalla es un campo de fuerza, una red de relaciones de poder, entendiendo al Capital como uno de los principales recursos puestos en juego dentro de los campos. El Capital económico, el Capital Social y el Capital Cultural, conforman un entramado de alta complejidad dentro del territorio en conflicto, entendiendo el campo como un sistema competitivo de relaciones sociales y a sus actores como individuos con disposiciones adquiridas, disposiciones bajo la nominación de hábitussegún Bourdieu, según él a cada Campo le basta su respectivo Capital. Está claro que Israel cuenta con el respaldo económico necesario para afrontar estos embates, la Teoría del Espacio Social de Bourdieu considera que el poder económico logra su mayor efectividad en la medida en que puede legitimarse como poder simbólico, es decir, en tanto que sea falsamente reconocido, la comunidad internacional da ese reconocimiento. El 30 de noviembre de 1947, un día después de la resolución de Naciones Unidas que decretó la partición de Palestina comenzaron los enfrentamientos violentos entre ambas comunidades, la utilización del terror como herramienta de capción por parte del régimen sionista por un lado, y la defensa casi en inferioridad de condiciones por el estado palestino desde el otro lado, un nuevo duelo entre David y Goliat, siguiendo conceptos de TocquevilleBurckhardt y Taine que veían este tipo de coerción como un inicio de totalitarismo que luego se cristalizó con notoria vehemencia en el siglo XX mediante la aparición de LeninTrotskyStalinHitler y Mao Tse-Tung. Estos sangrientos enfrentamientos que se vienen dando desde el siglo pasado tomaron la forma de una revolución popular en contra del pueblo judío con el objetivo de poner fin a las asfixiantes condiciones sociales en que vivían, una autentica revuelta de las piedras, una sumatoria de enfrentamientos espontáneos que se llevo la vida de miles de palestinos e israelíes. La existencia del estado de Israel está fundada sobre una idea del siglo XIX y XX, a cada nación corresponde un estado, pero eso se niega a Palestina, según Karl Popper esto sería parte del falsacionismo, las Intifadas son un claro ejemplo de ello, nada es lo que parecía, teoría y práctica alejadas de la realidad. La Declaración Balfour de 1917 trajo un nuevo manto de sospecha sobre ese falsacionismo, recordemos que mientras se vislumbraba la caída del Imperio Otomano durante la Primera Guerra Mundial, el gobierno británico fue urdiendo una trama de alianzas para el control de la región, incluyendo Palestina. Los británicos mientras negociaban una independencia para los árabes les prometían su apoyo a los judíos para la formación de un hogar nacional en Palestina, la declaración manifestaba que no se haría nada que pueda perjudicar los derechos civiles y religiosos de las comunidades no judías existentes en Palestina, una clara contradicción Popperiana. Así como Robert Nisbet trae a la luz el concepto de Edad Oscura para referirse al periodo que comprende desde la caída del Imperio Romano hasta el Renacimiento, un milenio caracterizado por la escasez de los registros escritos, podemos denotar en este conflicto de Oriente Medio esa intención de omitirse mutuamente hasta el punto mismo que no quede nada de ellos en el mapa, un odio étnico que posibilitó la creación de grupos extremistas como Hamas o Hermanos MusulmanesAl QaedaEstado IslámicoAl ShababBoko Haram, Grupo Islámico ArmadoFrente Al NusraFrente IslámicoGrupo Islámico y la Yihad Islámica entre otros. Resulta sumamente llamativo que una vez expulsados los palestinos del territorio, desde lo jurídico los sionistas hayan aprobado la Ley de Propiedad del Ausentey la Ley del Retorno, pese a ello cada 14 de mayo los israelíes conmemoran su independencia. En los textos de Nisbetencontramos el concepto de conservadurismo aliado a la noción de tradición. En este sentido la tradición musulmana recuerda la destrucción de cerca de 500 pueblos hasta sus cimientos, miles de refugiados, cementerios, mezquitas arrasadas, la mayoría de esos pueblos fueron borrados del mapa y otros convertidos en poblados judíos, hebraizando sus nombres, triste recuerdo transmitido de generación en generación, una tragedia recordada el 15 de mayo por el pueblo árabe como Al Nakba, dos relatos contrapuestos de una misma historia.

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Las ironías de la historia, Campos de Concentración de Birkenau, de Auschwitz, de  Mauthausen-Gusen, de Belzec, de Chelmno, de Majdanek, de Sobibor y Treblinka. Campos de exterminio que se convirtieron con el paso del tiempo en mausoleos de seis millones de judíos, ochenta años después, dos estados dentro de Israel, particularmente la Franja de Gaza y Cisjordania cuentan con Campos de Refugiados con cerca de dos millones de personas dentro. 

Me permito cerrar este trabajo con un extracto de mi novela ROSTROS EN EL FUEGO, Émile Durkheim planteaba en su libro Las Reglas del Método Sociológico (1895) que toda sociedad se caracteriza por la solidaridad social, donde denomina anomia a la falta de normas o incapacidad de la estructura social de proveer a ciertos individuos de lo necesario para lograr las metas de la sociedad. He aquí el comienzo del fin para muchas sociedades.  

International Amnesty hace ya varios meses que venía advirtiendo a la comunidad internacional del conflicto, no sé si realmente había en el ambiente una sincera intranquilidad, podría decir que solo había preocupación en los papeles, eso realmente me preocupaba. Leí varios informes de A.I. sobre excesos del Ejercito Israelí en la Franja de Gaza y los números que arrojaba daban pavor, zonas civiles completamente devastadas, el informe hablaba sobre un Viernes Negro pero podría decirse que ya todos los días de la semana se habían convertido a esta altura en días tan lúgubres y oscuros que se dificultaba el caminar sin topar con cadáveres por doquier en los asentamientos de refugiados, RafaCisjordania, la misma Franja de Gaza; todo era oscuridad y muerte fuera del domo de hierro, la sangre se convirtió en una devolución de gentilezas fuera de los muros de la sociedad europea, y mucho pero mucho más lejos de la comunidad global. De este lado de la línea verde todavía había quietud, todavía se mecía en el ambiente un dejo de humanidad, sin embargo más allá de nuestros ojos, en cercanías de Los Altos del Golán, la sangre se mimetiza con el paisaje, se entremezcla con el gran caudal de agua que a la misma vez sirve de fuente a los afluentes del Río Jordán; el vaho de esa sangre es traído por el viento que viene del sudeste como un remolino que golpea fuertemente las costas de nuestras entrañas. Las migraciones no son en realidad el trasfondo del conflicto que desencadenó una masacre sin precedentes, en ambas filas se busca una especie de equilibrio entre democracia y oligarquía, ya no hay vidas aquí, solo bombas. Puedo ver detrás de cada refugiado indicios claros de un dejo de miseria humana encausada que comienza a ramificarse por toda la región europea, puedo oler en el ambiente que la desdicha proveniente de Libia y de Siria genera una deportación masiva, origina casi un estado de abandono de las naciones emergentes para con sus ciudadanos que se ven obligados a buscar fuera de los límites de su país alternativas de subsistencia. 

Línea verde y lunas de sangre