viernes. 29.03.2024

Aprender sin repetir

Los usos y costumbres de la política española convierten cada acontecimiento extraordinario, cada desastre, accidente o catástrofe, en un teatro de operaciones eternamente nuevo y renovado. Uno,que ya va teniendo años acumulados, ha comprobado que tras el paso de la tormenta, del caos del momento,todo vuelve a lo que llamamos normalidad sin dejar enseñanza ni experiencia ninguna.

Y esa máxima se va repitiendo con todo de una forma sistemática, inclemente: tras la ejecución de la línea de AVE Madrid Sevilla, los políticos del momento siguiente decidieron hacer la de Madrid Barcelona y despreciaron a los técnicos del primer proyecto en favor de otros sin experiencia que repitieron, corregidos y aumentados, todos los errores del primer equipo. Una experiencia impagable se había desperdiciado al pensar que podría haber intenciones políticas en los técnicos y que sabotearan la ejecución del proyecto en lugar de hacerlo más eficaz. Aquello fue un insulto a la profesionalidad de mucha gente que podría volver a producirse hoy mismo.

Si hubiera ganas, creo que la tal Filomena podría dejar pequeño manual que, entre otras muchas instrucciones, nos aconsejara las siguientes actuaciones

Cuando el Prestige se acabó hundiendo tras ejecutar un trayecto imposible en medio de la galerna, nuestros políticos de entonces despreciaron todo tipo de consejos técnicos  -terminal de Repsol ofrecida y preparada para sacar el crudo de las bodegas- en favor de la peregrina idea de endosarles el problema a los portugueses.

Ejemplos hay miles, pero todos acaban en la desesperante ausencia de aprendizaje y la inexistencia de “manuales” elaborados por los técnicos que “se han comido el marrón” y que dejan sus conclusiones para evitar futuras crisis como las vividas.¿Alguien conoce un manual de actuaciones en caso de que un petrolero vuelva a liarla por la zona de Finisterre? ¿Cuentan nuestros funcionarios con un manual de obligado cumplimento que les conduzca a la toma de decisiones que todos podamos aceptar como las más adecuadas? Que yo sepa, no; así que volveremos a estar al albur de genialidades y decisiones “políticas” que nada tendrán que ver con la lógica. Y ojo, que es mal común a todos los partidos, sin excepción.

Dicho esto, si volvemos la vista hacia nuestra querida y sorprendente Filomena, nos volvemos a encontrar con una situación exactamente igual que pasará, dejará el recuerdo de su violencia y a otra cosa mariposa. ¿Quién escribirá el libro blanco de las futuras locuras meteorológicas? Nadie, así que la próxima volverá a arrasar y a dejar el mismo rastro de caos y desastres varios.

Si hubiera ganas, creo que la tal Filomena podría dejar pequeño manual que, entre otras muchas instrucciones, nos aconsejara las siguientes actuaciones:

Alarma Roja por nevadas extraordinarias: 

Manual de actuaciones y decisiones políticas de OBLIGADO cumplimiento

Preambulo: 

Comprobado que los ciudadanos de este país entienden que recomendar es equivalente a sigue haciendo lo que te apetezca, el conjunto de las administraciones públicas que rigen y son competentes en el ámbito territorial de xxxx, acuerdan aplicar las siguientes medidas preventivas cuya aplicación será efectiva entre el xx de xx de xxxx y la fecha que se determine más adelante.

ARTÍCULOS:

Confirmado el aviso de acontecimientos de tipo catastrófico emitido por la AEMET, Gobierno, Comunidades y Ayuntamientos, emiten las siguientes instrucciones de obligado cumplimiento:

1º.- Se suspende la presencia de trabajadores en sus centros de trabajo cuatro horas antes del inicio de la crisis y los alumnos de todos los grados de enseñanza deberán ser desalojados de sus centros.

2º.-Se prohíbe el uso de vehículos particulares en el plazo de 12 horas antes del inicio previsto de la crisis en todas las redes viarias,urbanas, autonómicas y nacionales

3º.- Cuatro horas antes del inicio de la crisis deberán ser desalojados y cerrados todos los centros comerciales, tiendas y establecimientos públicos excepto farmacias y centros sanitarios.

4º.- Farmacias y centros de salud deberán contar con un protocolo de actuación previsto para estas situaciones definiendo turnos de trabajo, asistencia, comité responsable la gestión etc

5º.- Carreteras y vías de circulación quedan reservadas para el uso de camiones con artículos de primera necesidad y sanitarios y servicios esenciales como ambulancias, bomberos, UME,protección Civil, Guardia Civil y maquinaria de servicio público. En las vías de más de un carril, el carril izquierdo deberá ser destinado, EXCLUSIVAMENTE, a la circulación de los servicios públicos, nunca de coches particulares.

6º.- Se prohíbe la presencia de ciudadanos en las calles por el tiempo que se considere necesario en cada localidad y situación.

Procedimiento sancionador:

Cualquier violación de estas medidas será considerada como delito contra la seguridad ciudadana y objeto de denuncia con sanciones que oscilarán entre una multa cuya cuantía mínima será de 1.000 euros y/o penas de cárcel de hasta 4 años en función de la repercusión social del incumplimientos de estas prohibiciones.

Addendum: Cualquier rescate que haya que realizar por inclumplimiento de las obligaciones emanadas de la norma, se cobrará al 150% de los costes generados más la multa correspondiente y proceso penal por imprudencia temeraria si ha lugar y en el proceso  se haya puesto en peligro la vida de los equipos de rescate

Sencillo, ¿no? Pues el lunes seguía la Guardia Civil desalojando y desviando vehículos que “subían a ver la nieve en la sierra”. Y con exquisita corrección, que no dieron ningún guantazo por estupidez manifiesta.

¿Hay algún político que pueda actuar teniendo esta constante idiotez cerca? Se lo ponemos difícil, realmente. Y como colofón: semejante desastre pilla a cualquier administración en la luna de Valencia. Es como si en Chicago cayeran 3 metros de nieve. 

No podemos tener todo listo para solucionar algo que pasa una vez cada 100 años., es sencillamente inviable, así que mucho depende y dependerá de nuestras conductas individuales. Lo llevamos claro

Aprender sin repetir