Tras las elecciones legislativas del 20-D en España, se dibuja un panorama de bloqueo político. Los resultados no han contentado del todo a nadie. Mariano Rajoy queda debilitado frente a Aguirre y los aznaristas, al confirmar el cuestionamiento de su liderazgo. Pedro Sánchez está en manos de Susana Díaz, la líder socialista en Andalucía, único territorio donde ha ganado el PSOE, aportado uno de cada cuatro diputados en el Congreso. Albert Rivera no ha conseguido hacerse con la llave que abra La Moncloa al próximo Presidente del Gobierno y ve frenado un ascenso que parecía mucho más vigoroso hasta mitad de campaña. Pablo Iglesias, el mejor parado de las elecciones, se encuentra vinculado a pactos con fuerzas muy radicales e independentistas y radicales que no quieren transformar el sistema político sino romperlo.
Ante esta situación, en los próximos días escucharemos mensajes insistentes sobre la necesidad de alumbrar una solución que garantice la estabilidad, permita el cumplimiento de las obligaciones europeas de España y no genere nuevos escenarios de inestabilidad para el euro. Habrá fuertes presiones de los poderes económicos y financieros y consejos supremos de ex-dirigentes españoles.
Se apelará a Europa para encontrar el camino. Y en concreto en el eje franco-alemán. Estos son los dos ejemplos o antecedentes que podrían ayudar a construir la narrativa de una Gran Coalición, bien en forma de pacto de gobierno o bien como pacto de legislatura, para asegurar al menos dos años de funcionamiento del Congreso, antes de la anticipación de las próximas elecciones.
-En Alemania, Merkel aceptó el gobierno con el SPD, aunque el resultado electoral le fue mucho más favorable que a Rajoy este domingo, para conformar una mayoría sólida en el Bundestag.
-En Francia, los dos grandes partidos se disponen a iniciar una colaboración más o menos admitida públicamente, como ya han apuntado en las regionales recientes, para impedir la consolidación del Frente Nacional como primera fuerza política, antes de las presidenciales de 2017. Un gran pacto por el empleo será el primer gran acuerdo para apartar a Marine Le Pen del Eliseo.