viernes. 29.03.2024

¿Hacia un declive (próximo) del califato?

Estados Unidos prepara una contraofensiva para obligar al Estado Islámico a replegarse o entregar algunas de sus más preciadas y emblemáticas conquistas, en especial Mosul, la segunda ciudad iraquí.

calfia

Estados Unidos prepara una contraofensiva para obligar al Estado Islámico a replegarse o entregar algunas de sus más preciadas y emblemáticas conquistas, en especial Mosul, la segunda ciudad iraquí.

El anuncio de estos planes ha provocado la polémica en Washington... y en Bagdad. Los dos senadores republicanos que hace de portavoces de su partido en política exterior y militar, McCain y Graham, reprocharon a la administración que hubiera diera pistas al enemigo, "como nunca recordaban haber visto antes".

La 'indiscreción', si de eso se trataba, provino de los militares, que ofrecieron una descripción bastante específica de la operación, incluyendo dimensión de los efectivos (unos 25.000 hombres) y fechas previstas (abril o mayo). Los militares explicaron que el anuncio se hizo para provocar el pánico de los jihadistas, lo cual, así dicho, eliminaría el supuesto efecto que se quisiera crear.

La Casa Blanca y el flamante jefe del Pentágono, Ashton Carter, se desmarcaron de los uniformados, en parte para librarse de las críticas, pero sobre todo para calmar al irritado gobierno iraquí, que no había sido informado previamente de los planes. En Bagdad se lamentan de que el anuncio haya contribuido a dar la sensación (por otra parte cierta) de que son los norteamericanos y no los iraquíes los que lideraran la ofensiva. La operación en tierra será efectuada por fuerzas iraquíes (del ejército regular y de los pesh mergas kurdos) y contarán con el respaldo de la aviación norteamericana, tal vez con la participación de unidades de élite que ayuden a precisar los objetivos de los bombardeos aéreos (1).

¿OTRA FALLUJAH?

Pero más allá de este patinazo, desde hacía semanas los analistas ya predecían que Estados Unidos no podía seguir esperando mucho tiempo para crear una nueva dinámica en la lucha contra los extremistas islámicos. Ciertamente, la ofensiva del DAESH (así debemos llamarles, por sus siglas en árabe) se detuvo con la campaña de bombardeos, y luego apreciablemente desde el comienzo del invierno. En las dos últimas semanas, los aliados kurdos han ganado posiciones en torno a Kobani, una de las batallas señeras de esta guerra.

No hay información concluyente de inteligencia sobre cuál puede ser la respuesta de los extremistas. Se cree que la ciudad está controlada por no más de dos mil milicianos potentemente armados. Algunos expertos predicen que el DAESH tratará por todos los medios de proteger sus posiciones, pero también puede emprender maniobras de distracción en otras zonas. En todo caso, se prevé un combate duro, según Kenneth Pollack, un ex-analista de la CIA que ahora colabora con la Brookings Institution.

Otro experto, Michael Knights, del Instituto de Washington para Oriente Próximo, predice una resistencia feroz en el sector occidental de Mosul, por ser esta parte de la ciudad predominantemente árabe, mientras los kurdos están más presentes en el este. Según esta opinión, asistiríamos a una 'nueva Fallujah', la ciudad donde se han librado las batallas más sangrientas en la reciente historia de Irak, durante la invasión norteamericana primero, y en la ofensiva del ISIS/DAESH, en enero de 2014 (2).

Al margen de estos cálculos y especulaciones, se detectan ciertos signos de fatiga y repliegue de este grupo militar que ha trastocado el juego en la región. Esta impresión es válida para Irak, pero no tanto para Siria, donde las fuerzas gubernamentales parecen afianzar e incluso avanzar posiciones, en particular en la zona de Alepo, pero no a costa del DAESH, sino de los otros grupos de la oposición armada más pro-occidentales, para entendernos.

RAQQA, TESTIMONIO DEL TERROR

En la ciudad siria de Raqqa, considerada como 'capital' del Califato, se sigue viviendo un clima aterrador, según el testimonio de un activista de la resistencia (nombre supuesto), que pública  THE GUARDIAN (3).

Los hombres en edad de luchar permanecen atrapados en la ciudad: no pueden salir de ella, bajo pretexto alguno. Quienes pueden escapar saben que, de inmediato, perderán sus casas, ya que son confiscadas de inmediato, en cuanto se detecta la fuga. La población de Raqqa se ha reducido a la mitad (de un millón a 400.000 habitantes)

Las mujeres no están exentas de sufrimiento, sino todo lo contrario. Están obligadas a entregar su cuerpo a los combatientes para su satisfacción carnal. La tensión militar actúa como un precipitante sexual. Los milicianos han requisado la Viagra de las farmacias y acumulan amantes en sus guaridas. No puede hablarse de 'parejas'. Las mujeres rara vez conocen la identidad real de los hombres a las que son entregadas: solo conocen sus apodos de guerra.

Tampoco los niños se salvan de los efectos directos de la guerra. Como hasta hace poco estaban cerrados los colegios, los escolares deambulaban por las calles. A muchos les atraen  con la exhibición de las armas, como si se tratara de un juego. Los colegios están sometidas a un fuerte control ideológico. Los intentos de establecer escuelas clandestinas han sido castigados con ejecuciones sumarias de sus promotores.

En fin, una narrativa del horror que puede tratarse con la mayor cautela, pero que seguramente no se aleje en exceso de la terrible realidad. El fin de este 'reinado' no parece próximo en Raqqa ni en la mayor parte del territorio sirio que ahora permanece bajo control de DAESH. La ofensiva de primavera en Irak, de confirmarse, no implicará necesariamente el final rápido del 'Califato'.

Como sostiene una de las principales estudiosas de este fenómeno extremista, Audrey Kurth Cronin, ISIS/DAESH no es propiamente una organización terrorista, sino algo más complejo, que exigirá de Estados Unidos mucha paciencia, habilidad diplomática para aunar esfuerzos, coherencia en las políticas de prevención y control, campañas de contra-información y sensibilización y un largo catálogo de medidas en todos los ámbitos. Nada de ello puede sustituirse por una guerra convencional, por tentador que ello resulte (4).


(1) "Pentagon in damage control mode after detailing Iraq  ofensive". KATE BRENNAN. FOREIGN POLICY, 24 de Febrero.

(2) La opinión de Pollack y Knights están recogidos en un artículo del NEW YORK TIMES, del 21 de febrero.

(3) "Inside the Islamic State 'Capital': no end insight to its grim rule". ABU IBRAHIM AL-RAQQAWI. THE GUARDIAN, 25 febrero.

(4) "ISIS is not a terrorist group". AUDREY KURTH CRONIN. FOREIGN AFFAIRS, Marzo-Abril 2015.

¿Hacia un declive (próximo) del califato?