viernes. 19.04.2024

Externalizar la política

Como suele ocurrir con el espíritu del capitalismo, también el espíritu del capitalismo de externalización lo impregna todo en la vida social, incluida la política.

Un príncipe que no es sabio en sí, no puede ser bien aconsejado”.
Nicolás Maquiavelo

Uno de mis vecinos de escaño en el Congreso es Joan Coscubiela, diputado de la Izquierda Plural y uno de los mejores de todo el Parlamento. Esta semana, a raíz de una proposición del Grupo Socialista destinada a garantizar la igualdad en las condiciones laborales de los trabajadores subcontratados, que defendió con brillantez mi compañera la diputada ibicenca Sofía Hernanz, pudimos escuchar a Coscubiela explicar su tesis sobre el tipo de capitalismo actual, un capitalismo de externalización de riesgos que funciona mediante una larga cadena de subcontratos.

Como suele ocurrir con el espíritu del capitalismo, también el espíritu del capitalismo de externalización lo impregna todo en la vida social, incluida la política. Después del éxito de Podemos en las elecciones europeas, los periodistas empezaron a preguntarle a sus dirigentes por su programa económico. No tenían un programa económico. Maldita la falta que les había hecho ningún programa de gobierno para alcanzar el éxito en las europeas y para convertirse en lo que habían aprendido en sus lecturas de Ernesto Laclau: un significante vacío. Una mancha de tinta en la que todos los insatisfechos que ha dejado la crisis en nuestro país podían ver reconocida su decepción y su esperanza. Así que subcontrataron el programa económico a dos prestigiosos profesores de izquierdas, que les hicieron en poco tiempo un documento. En ese documento advertían que hacía falta mucho más trabajo, de mucha más gente, para tener un verdadero programa económico. Pero a los dirigentes de Podemos les bastaban las líneas generales de ese documento para responder a unos periodistas que solo necesitan cualquier respuesta con la que rellenar un párrafo o unos segundos de entrevista en la televisión. Y según hemos sabido esta semana, los dirigentes de Podemos se olvidaron de volver a llamar a los dos profesores para completar su programa.

Algo parecido ha ocurrido con Ciudadanos. De pronto, y según las encuestas, se han convertido en los depositarios de las esperanzas y del voto de millones de personas que no tienen la menor idea de qué quiere ese partido, de lo cual todas esas personas han deducido que quiere lo mismo que ellas. Esta vez le han encargado su programa económico a un famoso economista de la London School of Economics, que los ha dejado desnudos también por dentro. Porque, como habrán podido comprobar los exitosos dirigentes de Ciudadanos, los programas, más que vestirte, te desnudan.

Hoy los líderes políticos externalizan la elección de candidatos y la definición de su ideología y se las encargan a empresas de encuestas y consultoras, también externalizan la estrategia de comunicación y los discursos, y hasta la estrategia política se la encargan a grupos de medios de comunicación. Los líderes creen que ellos se quedan con el poder desnudo y sin riesgos, pero quizá no se den cuenta de que, aunque estén muy arriba en la cadena, también ellos están subcontratados por los que no arriesgan nada.

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