viernes. 19.04.2024

La reforma laboral es el principal enemigo de la Seguridad Social

La Reforma Laboral, bajo el bálsamo de la desregulación, ha propiciado que el empleo que se está creando sea especialmente precario...

peperosoos

La Reforma Laboral, bajo el bálsamo de la desregulación, ha propiciado que el empleo que se está creando sea especialmente precario, más que en las crisis anteriores

En pocas horas los datos del Servicio Público de Empleo Estatal y los de afiliados a la Seguridad Social han inundado de optimismo las ruedas de prensa del Gobierno.

Ha sido un visto y no visto, porque en paralelo se conocía que la Tesorería de la Seguridad Social ha tenido que tirar mano de 8.000 millones de euros para poder pagar la extra de Navidad a los pensionistas.

Una de cal y otra de arena. Y aunque los datos del empleo y los de afiliación puedan parecer contradictorios con la evolución económica de la Seguridad Social. La coherencia es total porque los datos no hacen más que reflejar uno de los muchos efectos colaterales y perversos de la Reforma Laboral.

El Gobierno del PP, con Rajoy, Guindos y Báñez a la cabeza solo hacen que alardear de los “éxitos” de la Reforma Laboral de PP y CIU. Repiten que gracias a la Reforma Laboral, con menos crecimiento del PIB el empleo se recupera antes y más rápido. Una típica imagen en la que los árboles no dejan ver el bosque o las estadísticas oportunamente presentadas impiden ver la realidad.

Es cierto que la evolución del empleo en los últimos trimestres ha mejorado, siempre que por mejorar se entienda que ha dejado de caer en picado y que el empleo se recupera lentamente.

Esta seria la imagen desde Meteosat, pero si acercamos la lente comprobaremos efectos menos positivos.

La Reforma Laboral, bajo el bálsamo de la desregulación, ha propiciado que el empleo que se está creando sea especialmente precario, más que en las crisis anteriores.

Porque al tradicional abuso de la temporalidad, se añade ahora el uso intensivo del contrato a tiempo parcial, especialmente entre mujeres y jóvenes. Todo ello macerado con una caída en términos reales del salario.

La realidad del empleo es más compleja. Los datos de contabilidad nacional que miden el empleo equivalente a tiempo completo confirman que esta variable crece menos que el empleo EPA y muchos menos que los afiliados a la seguridad social.

Y los datos presupuestarios de la Seguridad Social confirman que los ingresos crecen en una proporción menor que los afiliados. La razón vuelve a ser la misma, los empleos temporales, los parciales y los bajos salarios comportan unas cotizaciones más bajas. Y eso castiga a los trabajadores y a sus expectativas de pensión, pero también afecta a la estabilidad económica del sistema de seguridad social.

Los ingresos de la Seguridad Social a finales de octubre habían crecido en relación al mismo período del 2013 en un 0,81% en términos de derechos reconocidos y un 1,28% en términos de recaudación. Esa es posiblemente una de las razones por las que se han utilizado 8.000 millones de euros para el pago de la extra de Navidad –14.000 millones de euros dispuestos en lo que va de año-

No tengo nada en contra de que se utilice el Fondo de Reserva para lo que fue creado, pero creo que no podemos permanecer impasibles ante este ritmo de descapitalización del Fondo de Reserva.

No se trata de generar alarmismo, el caldo de cultivo perfecto para los negocios, pero si de afrontar de cara un problema estructural de financiación de la Seguridad Social.

En un sistema como el nuestro, con una financiación eminentemente contributiva, vía cotizaciones sociales muy ligadas al salario, la evolución de la calidad del empleo es determinante para su estabilidad financiera. Porque, por mucho que se ajuste el crecimiento del gasto en pensiones, que ya se está produciendo, el equilibrio pasa sobre todo por garantizar y aumentar los ingresos.

Abordar el futuro de la Seguridad Social pasa por debatir otra estructura de financiación, donde aumente el peso de las aportaciones fiscales por la vía de asumir el coste que comportan prestaciones como la de viudedad y orfandad que no siendo estrictamente contributivas, se financian por la vía de cotizaciones.

Pero en paralelo hay que abordar el problema que provoca en nuestro sistema de seguridad social un modelo de mercado de trabajo construido sobre el uso intensivo de mano de obra precaria.

En este sentido, lo primero que debe asumir el Gobierno del PP y sus socios en la Reforma Laboral, CIU, es que esta Reforma se ha convertido en el principal enemigo de la Seguridad Social.

La reforma laboral es el principal enemigo de la Seguridad Social