jueves. 18.04.2024

Postureo de día y mamoneo de noche

El parlamento como la casa del Gran Hermano.

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”La degollación de San Juan Bautista”. Caravaggio. Catedral de Malta.

“Los hombres jamás realizan nada bien salvo por necesidad; pero donde hay demasiada libertad de elección y licencia para actuar, todo se llena enseguida de confusión y desorden.”
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“Los pueblos, […] aunque sean ignorantes son capaces de reconocer la verdad”
“El Príncipe”. Nicolás Maquiavelo

Los finales de los años 70- los años de la ‘Transi’ española- son ricos en ejemplos de lo que puede significar esa Alianza Nacional que certeramente pronostica Juliana, tras el golpe palaciego que ha dado curso legal a la Abstención.

Pero en ese viaje hacia atrás en el tiempo no hará falta traspasar fronteras– como hace el subdirector de la Vanguardia- para terminar cayendo en odiosas comparaciones: Ni Rajoy es Aldo Moro; ni menos aún la Sultana y sus fontaneros son Enrico Berlinguer y el PCI del ‘compromesso stórico’.

Tampoco es previsible la repetición del asesinato del primero, porque sus presuntos promotores y sponsors son, hic et nunc, uña y carne con los cobijados en esta nueva Alianza a la española

(Aquí la sangre– a diferencia de Italia-, una vez doblegada nuestra peculiar mafia euscaldún, ha quedado felizmente confinada al ámbito de lo taurino, ese festejo recién ensalzado a “bien constitucional”).

Para encontrar precedentes del postureo que el PSOE adoptará en su representación de partido de la Oposición, la ‘Transi’ es rica en enseñanzas reveladoras. Ni siquiera el partido de Suresnes tuvo que "mojarse" entonces con los infumables Pactos de la Moncloa; "del trabajo sucio" ya se encargaba Carrillo, decididamente arropado por entonces con su enseña rojigualda. Al final, en el año 82, el antaño heroico PCE, ya bien domado y ‘dimediado’ por su viejo secretario, cosechaba el 3,9% de los votos (846.515); mientras, el partido del entonces furibundo Guerra se hacía con el 47% (10.127.392 votos).

Pero las repeticiones en la Historia ya se sabe que esconden profundas diferencias: más o menos las que median entre la tragedia y la farsa, que dijera aquél.

Porque para encarnar ese papel de implacable y diurna oposición se necesitan sobre todo ‘actores’ que hagan creíble la representación. ¿Alguien de verdad ve en el casting seleccionado para formar parte del grupo socialista a una sola persona con mimbres y oficio suficientes no ya para sacar adelante esa función con éxito, sino tan solo para salir airosa en vez de abucheada por el público (en este caso los futuros electores)?

Sobran en cambio aspirantes bien dotados para las sesiones nocturnas, aquellas en las que la Alianza tratará de sacar adelante los tenebrosos 4 puntos que Juliana identifica como pilares de su nada oculto programa:

-mantener una cierta benevolencia de Bruselas
-tejer un mínimo consenso ante el agotamiento del fondo de reserva de las pensiones
-parar los pies a Podemos
-embridar a Catalunya.

Postureo de día y mamoneo de noche