viernes. 19.04.2024

Todo es falso

¡Todo es falso! Vamos que es falso lo de los sobres con pasta en negro negrito que, según lo publicado en prensa canallesca, han cobrado durante años los jefazos del PP. ¡Qué lástima daba Rajoy en la rueda de prensa con Merkel! Cejas caídas, rostro crispado, guiñando al repetir una y otra vez la palabra troncal del argumento: falso, falso, falso.

¡Todo es falso! Vamos que es falso lo de los sobres con pasta en negro negrito que, según lo publicado en prensa canallesca, han cobrado durante años los jefazos del PP. ¡Qué lástima daba Rajoy en la rueda de prensa con Merkel! Cejas caídas, rostro crispado, guiñando al repetir una y otra vez la palabra troncal del argumento: falso, falso, falso. Hasta a la Canciller de Hierro se le notaba en la mirada: ¡qué pena de hombre!

Él y toda la cúpula pepera parecen víctimas. Se me escapan las lágrimas. Ellos, tan aplicados, con unos currículos impolutos de gente bien, con familias ejemplares, encarnación de la ortodoxia, tanto de la económica neoliberal como de la católica, apostólica y romana. Tan patriotas, con sus pulseras con la banderita y todo. Verse así, arrastrados por la plebe en papeles y tabernas, constituye todo un espectáculo del humor absurdo digno de los llorados Tip y Coll.

¡Pobre Mato! Ya le dijo Rajoy: “sabemos lo que estás pasando”. ¡Qué vergüenza! Sufrimiento solo comparable al de aquel otro desgraciado, ahora casi olvidado, que se pagaba sus trajes ¡por supuesto! Y que tuvo que aguantar años de suplicio a manos de sastrecillos y periodistas.

Para Bárcenas, está muy claro quién le ha preparado una trampa tan estupenda: llevarle a esconder veintidós millones de euros en Suiza (incluso parece que más), luego poner en circulación falsos cuadernos con falsas anotaciones de falsos sobresueldos de falsas mordidas de falsas empresas y tratar de rematar la faena con una amnistía fiscal para que piquen él y los presuntos gurtelianos intentando legalizar la guita.

Da igual lo que haya hecho o dejado de hacer el Gobierno, el único capaz, antes y ahora, de seguir controlando desde la oposición el aparato del Estado (policías, jueces, inspectores de hacienda y hasta quizás ministros), refiriéndose el hermano Mato “incluso a atentados” y de montar una gigantesca operación de acoso y derribo al PP, es quien él sabe y ustedes se imaginan.

A estas alturas es ya enorme la lista de afectados por esta presunta conspiración interminable que em – pal – ma un escándalo con otro y que, ha dicho Teófila, parece una "estrategia despiadada para destruir" a su partido como “cuando el 11- M”, que se extiende como mancha grasienta por la Piel de Toro – toro - la esquina díscola oriental ya está ocupada por CiU - y desemboca en el definitivo coup de force: el caso Bárcenas.

El argumentario genovés de los últimos días, calentito aún, señala al culpable de manera inapelable, descubierto mediante un silogismo de lógica aristotélico – tomista irreprochable enunciado por Cospedal: ¿A quién beneficia el descubrimiento de una presunta corrupción extendida y organizada desde el poder? Indudablemente a la oposición. Ergo, es ella la culpable.

Oposición que, para Floriano, son todos. Por ello van a querellarse contra todos. Van a investigar todo a todos. Hasta qué pasó realmente en el Madrid Arena. ¿No parece un poco extraña aquella estampida? Puede que Bárcenas no ande descaminado.

Así que todo es falso, lo falso y lo falso de lo falso. Todo, menos “alguna cosa” que no se nombra, como canta Ana Belén. Y ahora Aguirre, resucitando viejas consignas de Anguita referenciadas en Joaquín Costa, pronuncia un nuevo mantra: ¡Regeneración!

Pero no se engañen, tendrá que ser Trillo el que venga de Londres a arreglar todo este embrollo y que al final, como en su día el caso Naseiro se transformó en el caso del juez Manglano, se vuelva vino de Quintanilla de Onésimo, Ribera del Duero, lo que ahora es agua de albañal. La taumaturgia es lo que tiene.

Todo es falso