jueves. 28.03.2024

¿Quien ha perdido con la crisis financiera?

La crisis del sistema financiero español, ha estado determinada por el sobre-endeudamiento de las entidades financieras derivado de la sobre-exposición a los activos inmobiliarios que provocaron el estallido de la burbuja inmobiliaria. Para hacer frente a esta crisis financiera se ha llevado adelante una denominada Reforma Financiera que ha supuesto que España haya tenido que pedir un rescate a la UE de hasta 100 mil millones de euros.

La crisis del sistema financiero español, ha estado determinada por el sobre-endeudamiento de las entidades financieras derivado de la sobre-exposición a los activos inmobiliarios que provocaron el estallido de la burbuja inmobiliaria.

Para hacer frente a esta crisis financiera se ha llevado adelante una denominada Reforma Financiera que ha supuesto que España haya tenido que pedir un rescate a la UE de hasta 100 mil millones de euros.

Esta reforma Financiera ha comportado:

• La práctica eliminación del sector de Cajas de Ahorros que ha sido el más afectado por la exposición a activos tóxicos inmobiliarios.

• Una concentración financiera en torno al oligopolio formado por el Banco de Santander, BBVA y CaixaBank.

Esta crisis y la Reforma Financiera subsiguiente han comportado beneficios para unos pocos y pérdidas para muchos. En concreto podemos decir:

1. La reforma ha beneficiado a las entidades oligopolistas que han conseguido una concentración del mercado financiero que ha sido beneficiada por millonarias ayudas públicas

2. También han salido beneficiados los antiguos gestores de las entidades desaparecidas que durante muchos años han recibido ingresos sustanciosos y al que nadie hasta ahora les ha pedido cuentas por su mala gestión que ha conllevado la desaparición de las entidades que dirigían.

3. Los reguladores, especialmente los Gobernadores del Banco de España, señores Caruana y Fernández Ordóñez, que son responsables de su negligente supervisión que ha supuesto la crisis del sistema financiero, sin pagar ningún precio por su negligencia.

4. Los responsables políticos de los gobiernos de Aznar y Zapatero que no sólo no impidieron la "burbuja inmobiliaria" y el sobre-endeudamiento de las entidades financieras, sino que lo potenciaron. Las responsabilidades políticas parece que nunca se pagan.

5. Las inmobiliarias, especialmente las más grandes que han logrado cancelar deudas mediante la donación a las entidades financieras de promociones tóxicas difíciles de colocar

Y quién somos los perdedores:

a. - El conjunto de la sociedad a la que se hace responsable de una deuda ilegítima ya que es una deuda privada, la de las entidades financieras, que ha pasado a convertirse en deuda pública, es decir del conjunto de la ciudadanía .

b. - Los propietarios de participaciones preferentes y deuda subordinada de las entidades financieras, y los pequeños accionistas de entidades afectadas como Banca Cívica o Bankia que han visto reducidos o liquidados sus ahorros.

c. - Los trabajadores del sector financiero que en número de entre 25.000 y 50.000 han perdido o perderán sus puestos de trabajo como consecuencia de la mala gestión de los directivos de sus entidades. Las plantillas en el sector financiero es previsible que pasen de 270.000 trabajadores en el 2008 a unos 223.000 en 2015.

d. - Los sectores sociales que, como consecuencia de la desaparición de las cajas de ahorro, se verán abocados a la exclusión financiera ya que no son clientes rentables para las entidades que quedan. Esta exclusión también se verá impulsada por la desaparición de oficinas en muchos pueblos derivada de la reducción de las mismas.

e. - La falta de fondos para entidades, especialmente del Tercer Sector, que en gran medida se financiaban gracias al dividendo social procedente de las obras sociales de las Cajas.

f. - Las familias y las pequeñas y medianas empresas, la economía productiva, que continuarán carentes de financiación y crédito que ha sido reducido en gran medida por las entidades existentes para las que el objetivo prioritario no es el crédito sino mantener un balance equilibrado y saneado. Esto está comportando que se de mucho menos crédito y que el que se da sea mucho más caro.

g. - Las familias o personas desahuciadas, que al contrario de las inmobiliarias no sólo han perdido su vivienda sino que mantienen e incrementan con intereses de mora su deuda. Se calcula que desde 2008 se han producido unos 400.000 desahucios, 46.500 sólo en el primer trimestre de 2012. Y estos desahucios no afectan a una persona sino familias enteras. El problema es de tal gravedad que se han recogido más de un millón de firmas en una ILP presentada en el Congreso, en apoyo de la dación en pago como último recurso, y que parece que desgraciadamente será rechazada.

La cruda realidad es que la reforma del sistema financiero se ha realizado en beneficio de las grandes entidades financieras a costa del interés del conjunto de la ciudadanía.

Y hay que decir que las grandes entidades no han superado la crisis por hacer las cosas correctamente, sino que por su volumen o su diversificación han podido salvarse y ahora beneficiarse de la crisis, pero han hecho las mismas actuaciones incorrectas que las demás entidades. Es decir, el Banco de Santander, el BBVA, y CaixaBank han dado créditos a las inmobiliarias que han sido fallidos, han dado créditos por encima de su valor, han hecho participaciones preferentes y subordinadas, han engañado a sus clientes y nadie les pedirá cuentas. Al contrario se han quedado o se quedarán entidades en crisis, con suculentas ayudas oficiales. Y al mismo tiempo que incorporan estas otras entidades, las tres grandes entidades llevan a cabo reconversiones con despidos de personal y cierre de oficinas. ¿ Para qué han servido las ayudas públicas? Simplemente como dicen los técnicos para reducir capacidad instalada es decir reducción de oficinas y trabajadores

Al mismo tiempo dos de estas tres entidades oligopolísticas serán los principales accionistas del "banco malo" al que se han traspasado los activos tóxicos inmobiliarios del conjunto de entidades financieras a un precio bajo, lo que conlleva que a medio o largo plazo pueda ser un buen negocio, y en caso contrario no hay duda de que pedirán la correspondiente compensación pública.

Como siempre se continúa con las políticas de beneficios privados y socialización de pérdidas. ¿Por qué, nos preguntamos, no se ha creado una fuerte banca nacionalizada con las entidades en crisis, traspasando sus activos tóxicos inmobiliarios a una entidad pública que hiciera un parque de vivienda social para alquiler o venta, y se utiliza la banca pública para alimentar el crédito a los particulares y a la economía productiva?

Una vez más, la política para hacer frente a la crisis financiera se ha efectuado con el mismo criterio que el resto de políticas para hacer frente a la crisis económica, se carga el peso de los costes sobre las espaldas de la mayoría de la ciudadanía a la vez que se mantienen o se potencian los sectores más privilegiados.

¿Quien ha perdido con la crisis financiera?