jueves. 28.03.2024

Aún nos queda París

Las Cortes constituyeron una Comisión Mixta Congreso-Senado para el estudio del cambio climático, que desarrolló una ingente tarea...

Negocios.com: “El Gobierno ahuyenta a los inversores en renovables en un acto de Repsol”. El secretario de Estado de Energía, Alberto Nadal, avisa que “no se pueden garantizar al sector privado las consecuencias de cada uno de los cambios”

El Periódico de la Energía: “Bruselas saca los colores al Gobierno: rectifica la cuota de renovables desde el 17´1% al 15´8% en 2014”. Este hecho no es una cuestión puntual que se haya dado este año. Ya en 2013 se produjo una diferencia entre los datos. Mientras el Gobierno situó la aportación en el 16´3%, Eurostat lo dejó solo en el 15´4%. La diferencia era de 0´9 puntos. Un año después, el gap ha aumentado hasta los 1´3 puntos porcentuales.

Eldiario.es: “Las emisiones de CO2 vuelven a subir en España por primera vez desde la crisis”. Es el país de la Unión Europea que más aumentó sus emisiones de efecto invernadero en 2014.

La Razón: “El TC declara inconstitucional la reforma de la Ley de Costas y anula varios de sus preceptos”. La sentencia añade que, por tanto, los límites de este dominio público marítimo terrestre no son “permanentes ni inmutables”, y se refiere al cambio climático, la “constatación científica más relevante” aparecida desde la Ley de 1998 por sus consecuencias a la ampliación del dominio público marítimo-terrestre y estima que no se debe reducir este espacio, tal y como hace esta reforma legal.

Son solo cuatro titulares de otros tantos medios diferentes, recogidos al azar de entre las decenas de noticias de perfil medioambiental aparecidas en estas últimas semanas previas a la celebración de la COP21, que resumen a la perfección la acción de gobierno del Gabinete presidido por Mariano Rajoy a lo largo de la legislatura que ahora toca a su fin, y dan cuenta de la credibilidad que puede tener hoy España en una materia principal a la hora de determinar la hoja de ruta a seguir por parte de la comunidad internacional en la lucha contra el cambio climático.

La ministra del ramo, Isabel García Tejerina, presidió una sectorial extraordinaria el pasado miércoles 25 de noviembre a la cual acudieron seis comunidades autónomas, y en el transcurso de la cual el Gobierno informó del operativo de seguridad para la Cumbre del Clima de París y de la posición negociadora de la Unión Europea en la misma.

¡La ministra de Agricultura y Medioambiente y seis de las diecisiete Comunidades Autónomas! Este es el menguado bagaje de consenso interno que nuestro país aporta a una cita crucial.

Previo a la celebración de las últimas elecciones generales celebradas en el Reino Unido, las fuerzas políticas contendientes suscribieron algo así como un memorándum de asuntos de Estado que todos los candidatos vinieron a considerar materias estratégicas respecto a las cuales no cabían posiciones tibias o reservas políticas de ningún tipo; entre las cuestiones objeto de consenso destacó en modo principal el compromiso de acción frente al cambio climático.

Las Cortes Generales Españolas constituyeron una Comisión Mixta Congreso-Senado para el estudio del cambio climático, que desarrolló una ingente tarea llevada a cabo a lo largo de toda la IX legislatura, y que concluyó con la aprobación de un paquete de resoluciones consensuadas entre todos los grupos parlamentarios (bien es cierto que el grupo popular se descolgó en el último minuto con una abstención). Bien podrían haber servido aquellas conclusiones para sustentar un gran pacto social y político que representase la posición de nuestro país en la Cumbre del Clima, pero ha faltado voluntad política. ¡Qué pena! ¡Qué gran oportunidad desperdiciada!

Madrid ha fracasado. Aún nos queda París.

Aún nos queda París