miércoles. 17.04.2024

Tania Sánchez y la marcha de IU hacia el abismo

Tania era un importante valor de IU y  su marcha es una gran perdida para la organización y de ella somos responsables el conjunto de los militantes de IU.

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Estamos ante un tremendo desastre que se viene a sumar a otras salidas, más o menos forzadas, como la de Inés Sabanes o la marcha reciente de Jorge García Castaño o las bajas que en estos días se van a producir

No voté a Tania Sánchez en las primarias para elegir la candidatura de IU para la Presidencia de la Comunidad de Madrid. No estoy de acuerdo con algunas de sus opiniones políticas ni me parece correcta su actitud en relación con los contratos a su hermano en el Ayuntamiento de Rivas. Por supuesto no comparto su abandono de IU. Sin embargo creo que Tania era un importante valor de IU y  su marcha es una gran perdida para la organización y de ella somos responsables el conjunto de los militantes de IU, porque las diferencias existentes no eran insalvables y ninguna de las tres partes (los identificados con Tania, los contrarios a sus posiciones y los que no tenian las posiciones tan definidas) hemos hecho lo suficiente para encontrar una forma de sintesis.

Estamos ante un tremendo desastre que se viene a sumar a otras salidas, más o menos forzadas, como la de Inés Sabanes o la marcha reciente de Jorge García Castaño o las bajas que en estos días se van a producir, p.e. en la agrupación de mi barrio, Retiro, se acaban de ir buena parte de los afiliados.

Lo terrible del caso es que la historia se repite, se repite y se vuelve a repetir. Lo sucedido en IU en Madrid en los últimos meses se parece como una gota de agua a otra a la llamada crisis de los renovadores en el PCE en el año 1981

Lo terrible del caso es que la historia se repite, se repite y se vuelve a repetir. Lo sucedido en IU en Madrid en los últimos meses se parece como una gota de agua a otra a la llamada crisis de los renovadores en el PCE en el año 1981. Como muchos recordaran, a partir de la legalización del PCE y sobre todo en torno a su IX Congreso, nuestro partido se fragmentó en al menos tres sectores: los eurocomunistas renovadores, los eurocomunistas carrillistas y los prosoviéticos. Teníamos muchos, muchísimos, elementos en común, un heroico pasado de lucha y un profundo deseo de transformación social y de construcción de una democracia avanzada en España.

Pero fuimos incapaces de sintetizar posiciones, de adoptar una convivencia constructiva, de respetar las reglas de juego de mayorías y minorías. A unos les devoraron las prisas y a otros nos cegaron los viejos tics estalinistas. Al igual que ahora, un poderoso y ascendente imán, entonces el PSOE y hoy PODEMOS, atrajo a muchos, desilusionados o impacientes, ante la incomprensión o pasividad de quienes nos quedamos agarrados a las esencias. Y empezó la escabechina cuyos resultados son de todos conocidos: pasamos de 23 diputados a 4 y tardamos muchos años en recuperarnos.

Los militantes de origen o influencia comunista debemos tener un gen torcido que nos incapacita para la convivencia de las discrepancias. Todo lo que tenemos de combativos e incluso de dialogantes con otros sectores de la sociedad, se torna en intransigencia o incluso beligerancia cuando se trata de relacionarnos entre nosotros mismos. En este sentido hay que reconocer al PSOE su capacidad de administrar las diferencias, a pesar de aquella frase de Alfonso Guerra de “quien se mueve no sale en la foto”; también es verdad que el tener amplio poder institucional (o expectativas de tenerlo) ayuda mucho a calmar los sentimientos, pero en todo caso son mucho mas civilizados en la convivencia interna.

Y cuando corremos el riesgo de la recuperación electoral del PP, cuando asistimos al estancamiento del PSOE y en definitiva mas necesario resulta contar con una organización de izquierda, sólida, alternativa, movilizadora y con voluntad y capacidad de gobierno, IU, una vez mas, se precipita al abismo.

No sé si la actuales direcciones de Madrid y Estatal de IU están en condiciones y son capaces de reconducir la situación, frenar la sangría de militantes e incluso encontrar una forma de entendimiento con Tania Sánchez y lo que ella y sus seguidores representan. No soy optimista, pero no hay otro camino. De lo contrario muchos van a pensar que IU ya no tiene solución y buscaran, lógicamente, una alternativa con mas posibilidades reales de desplazar a la derecha de los diversos gobiernos. Y nos lo tendremos bien merecido.

Tania Sánchez y la marcha de IU hacia el abismo