viernes. 29.03.2024

La reducción salarial que propone el FMI: injusta e ineficaz

El rejuvenecimiento de las plantillas para supuestamente tener trabajadores mejor formados y con conocimientos mas actualizados, en realidad fue un recorte de derechos laborales...

La propuesta del Fondo Monetario Internacional, respaldada parcialmente por la Comisión Europea, de pactar una reducción del 10% de los salarios españoles a cambio de acuerdos para generar empleo, aun siendo demagógica e irreal, requiere una respuesta lo mas fundamentada posible.

Para empezar hay que recordar que la moderación salarial es una constante en la historia de las relaciones laborales de nuestro país, al menos en los últimos 20 años. Solo en contadas empresas y sectores con amplios beneficios se han producido incrementos salariales muy por encima del Índice de Precios al Consumo; en las demás, los convenios se han movido entre mantener el poder adquisitivo de los salarios y ligeros incrementos en torno a 1 punto. En las empresas con dificultades económicas los sindicatos han pactado en la mayoría de los casos congelación salarial o reducción parcial de las condiciones de trabajo (horas extras, pluses, jornada, beneficios sociales, etc.). Por ello cuando los sindicatos españoles acudían a reuniones con sindicatos de otros países, estos últimos a veces se sorprendían de los pactos que firmaban los sindicatos españoles con la patronal, mucho mas moderados que lo que solía ocurrir en los países del norte y centro de Europa. Y no es que los sindicatos españoles hayan sido más moderados que sus vecinos, es que desde hace mucho tiempo han sido conscientes de la debilidad de buena parte de las empresas españolas, de su limitada competitividad y de la fragilidad del empleo existente.

CCOO y UGT, en la mayoría de las empresas y sectores productivos no han jugado al corporativismo ni al radicalismo, aunque esto les haya creado a menudo incomprensión y criticas desde afiliados y cuadros mas a la izquierda.

Con la irrupción de la crisis, los sindicatos han acentuado aun mas la moderación de sus propuestas, anteponiendo siempre el empleo al mantenimiento o mejora de las condiciones salariales. CCOO y UGT en estos últimos años han firmado acuerdos que han generado polémica dentro de sus filas y que se pueden considerar como de evidente riesgo, al acordar reducción de condiciones de trabajo, pájaro en mano para la patronal, a cambio de mantenimiento de la plantilla, pájaro volando para los trabajadores. Y los resultados están a la vista: el paro ha seguido creciendo de manera exponencial, y la competividad de las empresas se ha fortalecido por la vida de la devaluación del coste de la mano de obra. Han sido los salarios de los trabajadores y no otros factores (inversión en I+D+I, infraestructuras de transporte, coste de la energía, redes de comercialización exterior, etc.) los que nos han conducido a tener un saldo positivo en la balanza comercial, al notable incremento de la exportación.

Supongo que el FMI y Bruselas conocen perfectamente esta realidad. Ha habido una fuerte devaluación interna de España, lo que antes se hacia a través de la depreciación de la peseta, sostenida exclusivamente en las espaldas de la clase trabajadora. Y los sindicatos lo han aceptado en aras del mantenimiento o recuperación del empleo.

Ahora nos piden más, mucho más. Una perdida adicional del  diez por ciento y lo adornan con compromisos de creación de empleo, de nuevo el pájaro en mano y el pájaro volando.

Los que ya somos muy veteranos en esto, hemos conocido numerosas y diversas propuestas con la misma cantinela. Por ejemplo cuando nos decían que había que favorecer la incorporación de los jóvenes al trabajo, facilitando la jubilación anticipada. Las grandes y medianas empresas echaron a centenares de miles de trabajadores de 50 o mas años, con gran experiencia, en plenas facultades productivas y con unas condiciones laborales consolidadas a través de convenios colectivos que tanto habían costado conseguir, pájaro en mano, y a cambio contrataron jóvenes en condiciones de máxima precariedad y sueldos mínimos, pájaro volando. El rejuvenecimiento de las plantillas para supuestamente tener trabajadores mejor formados y con conocimientos mas actualizados, en realidad fue un recorte de derechos laborales.

Pero no solo tenemos ya suficientes argumentos para saber como han funcionado los pactos salarios/empleo en la mayoría de las empresas y sectores de nuestro país, que cuestionan a fondo las propuestas del FMI y la Comisión Europea, es que estas propuestas entran en profunda contradicción con otros análisis de estos organismos. La incapacidad demostrada de las medidas de ajuste para generar demanda interna y salir de la recesión, había sido asumida por el FMI y Bruselas, que apuntaban, es cierto que con timidez, a la necesidad de medidas de fomento de la actividad.

¿Qué actividad se va a generar con una reducción adicional e intensa de los salarios? ¿Qué les parece a los dueños de Mercadona, El Corte Ingles, Zara, a los fabricantes de coches o electrodomésticos, a las empresas de hostelería y turismo, una rebaja generalizada de los sueldos? ¿O es que piensan que la gente ganando menos va a consumir lo mismo? Sorprende, a este respecto, como es que los grandes empresarios de nuestro país, tan locuaces cuando hay que pedir ajustes del gasto público, reducción de impuestos o cotizaciones sociales o mayor flexibilidad laboral,  guardan ahora silencio ante las propuestas del FMI. Veremos que pasa este mes de diciembre con las ventas de navidad, si llegan a prosperar las ideas de Christine Lagarde y el Comisario Olli Rehn.

No estamos, por tanto, ante un rechazo por meras razones ideológicas, por una negativa a que se aprieten el cinturón, una vez más, los de siempre, es que son propuestas que en bastantes  casos ya se han practicado sin resultados apreciables y además acentuarían la caída del consumo y en definitiva la recesión económica, alejando la salida de la crisis. Porque no olvidemos que todo esto se esta proponiendo, a más a más, de otras políticas que ya se están ejecutando: deterioro de la capacidad adquisitiva de las pensiones, mayor y más extenso copago sanitario, incremento de los costes educativos, recortes en servicios sociales y en atención a la dependencia….

En definitiva, aunque ese no sea, quiero creerlo, el objetivo del FMI y de la Comisión Europea, quieren llevar a la sociedad española a 1980, hacernos retroceder 30 años, eso sí sin meter mano a la economía sumergida, al fraude fiscal, a la evasión de capitales a paraísos fiscales, a un sistema impositivo mas justo y progresivo…  

Así que el FMI y Bruselas deberían ser más rigurosos y equilibrados en sus propuestas. Y en todo caso que no se preocupen, los sindicatos, a pesar del acoso  que están sufriendo desde los poderes públicos y de la mayoría de los medios de comunicación, seguirán negociando empresa por empresa, sector por sector, acuerdos que permitan mantener o crear empleo, dando por enésima vez muestras reales de responsabilidad.

La reducción salarial que propone el FMI: injusta e ineficaz