jueves. 18.04.2024

Gobierno de coalición en el País Vasco, un contrapunto muy positivo

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En medio de tantas y diversas malas noticias de las últimas semanas, también hay alguna buena y que no ha tenido el adecuado relieve en los medios de comunicación, como es el gobierno de coalición PNV-PSE en el País Vasco. Aunque algunos lo han recibido con reticencias más o menos explicitas, se mire por donde se mire es un acuerdo enormemente positivo y que refleja la madurez y sensatez de las dos fuerzas políticas que lo han firmado, el nacionalismo moderado y los socialistas vascos.

Tal y como están la situación política en Cataluña y el inmovilismo del gobierno del PP, lo único que nos faltaba es que en el País Vasco se provocara una escalada de conflictividad política similar. Afortunadamente se ha evitado.

Algunos podrán pensar que no había más remedio que el pacto PNV-PSE. Pero no es cierto. Iñigo Urkullu podía haber buscado un apoyo externo o de gobierno con  Bildu, desde luego nada fácil de conseguir y de mantener, pero ese fue el camino que siguió el nacionalismo burgués catalán de Convergencia y por el momento ahí están gobernando con el respaldo de la CUP, que tiene aspectos muy similares a Bildu. También podrían haber apañado un acuerdo puntual de investidura (mas fácil de conseguir con la legislación vasca que con la catalana y española) y después gobernar con acuerdos puntuales con unos o con otros, incluidos el PP y Podemos.

La opción de Urkullu desde el primer momento ha sido el pacto con los socialistas, lo que dice mucho de su inteligencia política y su perfil moderado. Este acuerdo de gobierno conlleva la vía constitucional para profundizar en la autonomía vasca, con la posible reforma del Estatuto de Gernika y de la propia Constitución española. Por supuesto que el PNV no renuncia a su carácter nacionalista y a su objetivo final de avanzar hacia la independencia, no son autonomistas (al menos la mayoría de ellos), son nacionalistas. Pero no es lo mismo asumir la vía constitucional que saltársela como ha hecho el nacionalismo catalán.   

El PNV sin duda corre riesgos con este gobierno de coalición, ya que si no obtiene en la presente legislatura algunos resultados positivos en la profundización autonómica, Bildu podría rentabilizar el descontento que se pudiera generar en sectores de votantes del PNV. Riesgos que se acrecientan teniendo al PP en el gobierno de España. Pero Urkullu cuenta con la madurez y sensatez política de sus socios de gobierno, como bien lo demostraron en los años 80 y 90 con los anteriores gobiernos de coalición con Ardanza (1986-1998), que aunque terminaron de forma un tanto abrupta (cuando en ambos partidos se impusieron los sectores mas radicales, Ibarretxe y Redondo Terreros), permitió los más importantes avances sociales y de modernización del País Vasco.

Urkullu ha señalado que su máxima prioridad es el empleo y la consolidación de la recuperación económica del País Vasco; con ello el lendakari demuestra que ante todo piensa en la ciudadanía, de nuevo nada que ver con el gobierno de los nacionalistas catalanes, sumido entre promesas idílicas y practicas neoliberales.

Las propias declaraciones de Urkullu reconociendo que “en un mundo globalizado la independencia es prácticamente imposible”, aun siendo una obviedad, es muy duro asumirlo así para un político nacionalista.

El acuerdo es un modelo de inteligencia política. Concreta las medidas económicas, sociales, administrativas, políticas, etc. que piensa afrontar el gobierno de coalición y deja a la libertad de ambas partes las cuestiones de carácter identitario, donde es evidente que los dos partidos tienen posiciones diferentes. 

Para el PSE-PSOE lograr este pacto en medio de la gravísima crisis que viven los socialistas españoles, demuestra en primer lugar que a pesar de los pesares, los socialistas y desde luego los vascos, acumulan una intensa experiencia política y que están muy lejos de tener el encefalograma plano, no en balde algunos de los mas sólidos políticos del PSOE, se compartan o no sus posiciones, han sido o son vascos.

Los socialistas vascos han sido responsables, inteligentes y sobre todo audaces. Muchos de ellos, de la anterior generación, salieron mas o menos escaldados de la experiencia de los gobiernos de coalición con el PNV, ya que a pesar de que gracias a ellos salieron adelante, como ya he indicado, medidas claramente positivas, como p.e. el desarrollo del modélico Sistema de Salud o la Rentas de Inserción, sin embargo fueron capitalizadas en buena medida por los nacionalistas.

Ese riesgo puede repetirse, dada la presencia bastante minoritaria en el conjunto del nuevo gobierno, 3 consejerias de 10. Pero los socialistas han preferido afrontarlo, ante un riesgo aun mucho mayor como hubiera sido un gobierno estrictamente nacionalista que seguramente se hubiera escorado a actitudes de independentismo conflictivo.

Por ello los socialistas vascos tienen que conseguir en el gobierno claros avances sociales y en materia de empleo, que les permitan resistir las criticas que van a sufrir desde PODEMOS e ir recuperando una parte del espacio que han perdido en la sociedad vasca en los últimos años.

Ahora están por ver las relaciones entre el nuevo gobierno de coalición y el gobierno de Rajoy, que no estará especialmente interesado en facilitar las cosas. La reforma del Estatuto de Gernika, la terminacion de la Y Vasca del AVE, la flexibilización de la política penitenciaria y por supuesto determinadas reformas en nuestra Constitución, son cuestiones esenciales que exigen un amplio consenso político.

El gobierno vasco puede y debe encontrar importantes aliados en el Congreso de los Diputados, en primer lugar en el grupo socialista y en segundo lugar en PODEMOS y sus aliados, sin descartar llegar a algún acuerdo puntual con Ciudadanos y con el PP.

Que se consolide y tenga éxito el gobierno de coalición vasco yo me atrevería a decir que es una Cuestión de Estado, nos interesa a todos y puede ser un factor positivo para reconducir la situación en Cataluña. El PNV y el PSE han hecho un buen trabajo, ahora nos toca a los demás apoyar para que dé todos sus frutos.

Un ultimo apunte, buena parte del logro de este acuerdo hay que atribuirselo a la Secretaria General de los socialistas vascas, una valiosa dirigente política cuya trayectoria habrá que seguir con interés.

Gobierno de coalición en el País Vasco, un contrapunto muy positivo