jueves. 28.03.2024

Autonomías y ayuntamientos, el voto por el progreso social

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No podemos quedarnos satisfechos por los resultados del 28 de abril; fueron el primer e imprescindible paso, ahora hay que culminar el cambio

Es sabido que las políticas de educación, servicios sociales, sanidad, vivienda, dependencia, exclusión social, medio ambiente, etc., precisamente las que son competencia de las Comunidades Autónomas y de los Ayuntamientos, no se han recuperado, ni mucho menos, de los recortes y estancamiento de los años de crisis y las medidas neoliberales seguidas.

A pesar de que España lleva creciendo de manera apreciable en los últimos años, la intensa reducción del déficit público y las exigencias de control de gasto y de techo de gasto impuestas por el gobierno del PP y muy en particular por su Ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, todavía no han permitido recuperar lo perdido.

Todo ello sin olvidar que nuestro país antes de la crisis tenía un fuerte diferencial en gasto social (y por supuesto en ingresos fiscales) en relación a la media de la Unión Europea, en torno a 5-6 puntos del PIB (entre 60.000 y 80.000 millones de euros). Estos deficits resultaban especialmente significativos en el ámbito de los servicios sociales, la dependencia, la lucha contra la exclusión social, la vivienda o el apoyo a la infancia de 0 a 3 años.

Es evidente que la moción de censura que el pasado mes de junio desplazó a Mariano Rajoy, facilitó dar fin al proceso de recortes y en los meses de gobierno de Pedro Sánchez, se han aprobado algunas medidas de recuperación de las políticas sociales.

Sin duda el próximo gobierno del PSOE, con la presencia de PODEMOS (o su apoyo programático), permitirán que en esta nueva legislatura las políticas de bienestar social sean una prioridad y logremos los avances que la sociedad española necesita y espera.

Pero el gobierno del estado es uno de los protagonistas de las políticas sociales y fiscales, pero no el único y desde luego no conserva ya la competencia de la gestión directa de la mayor parte de los programas y equipamientos sociales.

Mas aun, si en los pasados años las Comunidades Autónomas y Ayuntamientos con gobiernos progresistas, se vieron muy limitados para hacer una política diferente a la de Mariano Rajoy y con mucha frecuencia sus iniciativas fueron bloqueadas desde el gobierno central, ahora podría pasar lo contrario, que gobiernos autonómicos y locales en manos de la derecha frenaran o incluso impidieran la aplicación en su territorio de las iniciativas del gobierno de Pedro Sánchez.

No es pensar mal. Los lideres de la derecha lo han dicho claramente: bajarán o suprimirán impuestos, impulsarán la acción concertada en la sanidad, la educación o los servicios sociales. Ya lo está haciendo el tripartito que gobierna Andalucía, así que nadie se llame a engaño.

De ahí la importancia de que las elecciones autonómicas y municipales del próximo 26 continúen y profundicen el cambio político iniciado el pasado 28 de abril.

Además las Comunidades Autónomas y las Corporaciones Locales van a tener que hacer frente en los próximos años a importantes y complejos retos: la transición energética, la renovación de un tejido industrial competitivo y respetuoso con el medio ambiente, la plena digitalización de los pueblos, ciudades y administraciones públicas, el impulso e integración de las infraestructuras de comunicación urbanas, de cercanías, interurbanas y de media y larga distancia, impulsar y compartir las urgentes necesidades de inversión pública y privada en I+D+I, la ordenación de la oferta turística, el despoblamiento de amplias regiones y comarcas, el equilibrio territorial en la acogida e integración de la inmigración, etc. etc.

Todo ello requiere una estrategia de coordinación, cooperación y en definitiva de optimización de políticas y recursos de las tres administraciones públicas. Lamentablemente y salvo en lo que se refiere al PNV, no parece que haya mucha voluntad de ir por ese camino por parte de los partidos de la derecha, que siguen embarcados en la bronca.

El mundo se esta moviendo muy deprisa, Europa esta casi con la soga al cuello (en los ámbitos de la política, las instituciones, la económia, el comercio, el desarrollo tecnológico…) y nuestro país no lo va a tener fácil.

Por eso son tan importantes las elecciones europeas, autonómicas y locales del día 26. No podemos quedarnos satisfechos por los resultados del 28 de abril; fueron el primer e imprescindible paso, ahora hay que culminar el cambio.

Autonomías y ayuntamientos, el voto por el progreso social