sábado. 20.04.2024

Hay cosas que no pueden esperar al Gobierno salido de otras elecciones

Las elecciones han dejado claro una cosa: se han acabado los gobiernos de un único partido y, desde ahora, es preciso pactar entre dos o más para poder gobernar.

Las elecciones han dejado claro una cosa: se han acabado los gobiernos de un único partido y, desde ahora, es preciso pactar entre dos o más para poder gobernar. Esta es, desde mi punto de vista, la primera lección del análisis de los resultados. La segunda lección, que ya la sabíamos todos, es la necesidad de una convergencia electoral de las izquierdas.

La situación actual parece abocar a una nueva convocatoria de elecciones. Creo que no es el momento. Hay una serie de decisiones a tomar antes de permitirlo. Hay millones de personas en una situación que no pueden esperar cinco meses más. Me refiero a aquellas que han agotado sus prestaciones y no cobran ya nada; a aquellas que cobran unas pensiones mínimas desactualizadas; a quienes dependen del IPREM.

Hay otras decisiones que tampoco pueden esperar: son las relacionadas con la derogación de la reforma laboral. Es preciso impedir que siga aumentando el número de trabajadores pobres porque se sigue tirando para abajo de los salarios. La derogación de la Ley de educación, el copago de los medicamentos o la privatización de los servicios públicos tampoco debe quedar para más adelante. Las personas dependientes precisan cobrar sus ayudas ahora, dentro de cinco meses quizás sea muy tarde para algunas, tarde ya lo es para todas. Todas estas cuestiones se pueden hacer en seis meses si hay voluntad política y si hay suficientes diputados y diputadas  comprometidos en ello. 

En el tintero seguro que me he dejado algunas cosas que no sólo se pueden hacer sino que, además, toda la izquierda y la derecha civilizada puede considerar que no admiten demora. Revertir las mayores agresiones que ha realizado el PP, no admite demora. Las personas confiaban, confiábamos, en que tenían en diciembre su fecha de caducidad. Ya no se puede esperar más.

Hay otra cuestión que es urgente hacer. Se trata de aprender a convivir y, fundamentalmente, a trabajar juntos desde la posición que a cada uno le han colocado los resultados electorales. Los asuntos se pueden pactar antes del acuerdo de gobierno y la reversión no requiere alternativas, salvo que haya unanimidad.

La tercera cuestión a abordar es, tomadas esas decisiones, la convocatoria de unas elecciones para reformar la Constitución y gobernar. Esas elecciones deberán ir precedidas de la mayor modificación posible de la Ley electoral que admita el actual régimen constitucional.

Un gobierno de unos meses que aleje el horizonte electoral mientras se revierten las agresiones realizadas por el PP es una inyección de esperanza porque supondría tener el objetivo en las personas.

Esta reconstrucción de derechos no admite exclusiones ni por otras posiciones políticas, ni por pasados, presentes o futuros. Tampoco admite cálculos electoralistas. Este es el reto de un gobierno de transición que deben impulsar las izquierdas sin exclusiones. También podrían caber otras opciones de una derecha más civilizada que la que ha supuesto el gobierno de Rajoy. Creo que esta, que es mi posición personal, muchos podrían compartirla. 

Hay cosas que no pueden esperar al Gobierno salido de otras elecciones