sábado. 20.04.2024

Diez razones para decir no a un acuerdo con Podemos

Izquierda Unida tiene su propio proyecto económico, político y social y no necesita ningún “mal compañero” para llevarlo a cabo.

El “asalto a los cielos” de Pablo Iglesias conllevaba cargarse de un plumazo a IU y a fe que casi lo consiguen

Con una militancia de 40 años y con una mochila de numerosas propuestas socioeconómicas recogidas en los distintos Programas electorales de IU de Asturias, me acerco a la “difusión” de lo que entiendo como “Razones para oponerse a cualquier acuerdo con PODEMOS” y esto en base a los siguientes criterios argumentales:

1º) Izquierda Unida tiene su propio proyecto económico, político y social para cuyo desarrollo no necesita ningún “mal compañero” para llevarlo a cabo. Proyecto que enlaza con el trabajo y “esfuerzo” realizado desde la dictadura y la etapa de la transición que sin la participación de los comunistas no hubiese llegado a buen puerto, pese al “rechazo e intento de aniquilamiento” que pretenden algunos “iluminados”. Tiene razón la periodista Teresa Aranguren (Entrevista en nuevatribuna), cuando afirma en una entrevista en Nuevatribuna, que se lleva demasiado tiempo mostrando una total actitud de sumisión hacia Podemos.

2º) IU se identifica claramente con una actitud de izquierdas ¡y a mucha honra!, ya que, al igual que el escritor Javier Cercas (El País Semanal, 17/01/2016), somos muchos los que seguimos identificando claramente lo que es la derecha y lo que es la izquierda y un votante de izquierda tiene claro que su referencia es IU o PSOE, pero no se entiende, salvo que, en la terminología actual, signifique “postureo”, que se llegue a confiar en los dirigentes de Podemos.

3º) Llevo muchos años en política y conozco la “idiosincrasia” de la mayoría de los partidos políticos, especialmente de los de izquierda y no recuerdo esa sensación, a veces enfermiza, con alcanzar el poder, sea de la forma que sea. Son muchas las contradicciones, desmentidos, cambios de posición, referencias..., para confiar en las propuestas (nunca diré proyecto político porque no lo tienen) de Podemos: sus ideas contradictorias sobre el modelo de estado, modelo productivo, régimen fiscal, opciones religiosas, referencias políticas, relaciones laborales,…son tan evidentes que reniego tenerlos ni como amigos ni como aliados.

4º) Recurro de nuevo a Javier Cercas para exponer la cuarta razón y es el cambio habido en el discurso de Podemos, desde una posición más cercana a Ciudadanos que a ningún otro partido,  cuando recurría a los argumentos de los inmigrantes como “desfavorecidos” por el nacionalismo, para inmediatamente después ante la poca aceptación de sus ideas querer abrazar (o al menos acercarse) a las posturas nacionalistas de lo que no me cansaré de repetir, siguiendo las brillantes deducciones de un hombre de prestigio como es Nicolás Sartorius, que cualquier nacionalismo, sea del índole que sea, es lo más reaccionario que parió madre. ¿Desde cuándo un partido de izquierdas se interesa más por el propietario de una multinacional catalana que por un obrero de Getafe?           

5º)  Los ejemplos dados, hasta el momento, en el ejercicio del poder no pueden ser más deleznables y criticables. Que se lo digan, sino, a aquellos que tienen que soportar un día sí y otro también los continuos desplantes de una organización que pretende, en el Ayuntamiento de Oviedo, por ejemplo, erigirse en regidores supremos sin ninguna consideración a la labor institucional ni a la labor de un alcalde que no logra poner orden en un desgastado y a veces esperpéntico “tripartito”. Otro ejemplo bien claro de la poca confianza que hay que tener en estos señores/señoras  nos lo da el Ayuntamiento de Gijón donde prefieren que gobierne la derecha más reaccionaria antes que el Partido Socialista.

6º) Se pretende llevar a cabo el famoso “sorpasso”, idea italiana que intentó trasladar aquí de forma ilusa y equivocada un antiguo dirigente de IU, Julio Anguita, para erigirse en la fuerza preponderante y casi única de la izquierda, del centro y de un “cachín” de la derecha. El “asalto a los cielos” de Pablo Iglesias conllevaba cargarse de un plumazo a IU y a fe que casi lo consiguen. Es más que evidente que lo conseguirán con la alianza propuesta después de que ya nos lo advirtiese Frances Carreras (El País 29/03/2016) a propósito de los pactos con el PSOE: “Nunca debe pactarse con aquellos que quieren destruirte y cuyo único objetivo es conseguirlo”.

7º) Es evidente que la Reforma laboral de 2012 habría que derogarla, al igual que la de 2010 y yo diría que casi todas las que se llevaron a cabo desde la aprobación del Estatuto de los Trabajadores y que no supusieron otra cosa que una continua pérdida de derechos, pero si logramos arañar y modificar los aspectos más lesivos de la última reforma “nos podemos dar con el canto en el pecho”.

8º) Cualquier opción en materia de relaciones laborales “choca” con la dinámica de Podemos de centrar en los Sindicatos mayoritarios UGT y CCOO (no en la CSI que es uno de sus principales mentores en Asturias) la culpa de todos los males (“casta”, “vendidos al PSOE y a la patronal”, “domesticados” al verse “agradecidos” por las ayudas institucionales…), declaraciones y comportamientos que no solamente están en la mente y la “mala baba” de los dirigentes asturianos, sino que enlaza con el intento de crear un sindicato propio, así como declaraciones claramente antisindicales de dirigentes como Carolina Bescansa, quien no olvida, probablemente, su ricos orígenes gallegos.

9º) Un elemento imprescindible para moverse en política es, aparte de ser incorruptible, conocer los hechos, las circunstancias y, después de analizar la situación, proponer cosas sensatas y realizables. Junto al desempleo, el mayor drama económico, en estos momentos, es la altísima deuda pública que todo el mundo sabe que es impagable (ver declaraciones del profesor Juan Torres), lo que trasciende tras de sí la necesidad de ir a mayores recortes sociales por decisión de la UE. Está claro que la posición de la izquierda ha de ser la de luchar contra el austericidio, pero de nada nos vale proclamar a los cuatro vientos que si llegamos al poder podemos imponer nuestra posición a los mandamases de Europa (el ejemplo de Grecia aún lo tenemos muy cercano), ni, por supuesto, alejarnos de la UE y el Euro. Quien piense, en estos momentos, en un Spainexit en realidad es que está loco. Y esto lo sabe perfectamente Alberto Garzón.

10º) Finalizo mis razones con dos frases de Javier Cercas en el medio anteriormente aludido que definen y resumen claramente mi posición ante una hipotética alianza con Podemos.

“Recelo del moralismo de Podemos porque  la virtud no se predica ni se exhibe, sino que se ejerce, a ser posible a escondidas”.

“Hay quien teme que si la cúpula de Podemos llega al poder, se quite su máscara socialdemócrata y aparezca su rostro bolivariano; lo que yo temo de verdad es que detrás de la primera máscara aparezca otra y luego otra y otra y otra. Y que al final no haya nada”.

Y es que, parafraseando al genial Manolo Vázquez Moltalbán: “La política es algo demasiado serio para dejarlo en manos de Podemos”.

Diez razones para decir no a un acuerdo con Podemos