sábado. 20.04.2024

Garrido y la regeneración política

angel garrido 550

Como Ciudadanos habla de ser –ellos- el partido de la regeneración, imagino que la “contratación” de Ángel Garrido irá en ese sentido. A nadie debe extrañar que la política llegue a este punto de putrefacción, ya que –precisamente- los partidos políticos hablan de regeneración pero cada vez que tienen una oportunidad de hacerlo, no lo hacen.

La regeneración, como producto de marketing, vende. Como producto político, vende. Como término y/o concepto, vende. Sin embargo, mientras más se cita el término y se sigue postergando, más crece la poca credibilidad de los y las políticas que lo utilizan (en el sentido más amplio de utilización).

La no regeneración, por el contrario, genera que haya personas que vienen a la política para ganar un sueldo. Lisa y llanamente. Cuando llega el momento de hacer recambios, los propios partidos que venían hablando de regeneración por voz de sus líderes, ahora nos dirán que quien lleva más de 5 legislaturas –por ejemplo- trabajando para la ciudadanía es necesaria su experiencia, o que el gran esfuerzo personal y familiar que ello ha supuesto es un haber en su gestión, o que es un político honesto/a…y un largo etcétera cuyo último fin es justificar la permanencia en el “puesto de trabajo” de aquél o de aquella. ¡Hasta Cataluña sirve como excusa!, como hizo Soraya Rodríguez, en su salto a Ciudadanos.

Garrido, no es un caso aislado. Se ha cabreado porque los suyos (los que llevan años y años viviendo a costa de su líder y antes de Cifuentes, y antes de Esperanza Aguirre, y así sucesivamente –clientelismo puro-) han quedado excluidos de seguir viviendo del cuento. Las demás explicaciones son literatura.

Desde mi punto de vista, esta situación tiene fácil solución. Dos legislaturas y a casita, que no pasa nada por volver a trabajar en el ámbito del que se viene. Dos legislaturas como período máximo de participación en la vida política fijando unas excepciones tasadas –por ejemplo en pueblos pequeños y localidades con dificultad de candidaturas-.  Con una medida tan sencilla como esta, les aseguro que no se acabará el mundo, más todo lo contrario, será bastante más comprensible.

Este domingo nos toca ir a votar. Hemos visto dos debates a cuatro, otros tantos con participación de más grupos políticos, anuncios electorales, discusiones familiares acerca de una u otra propuesta…etc.

Liderados por Albert Rivera e Inés Arrimadas, Ciudadanos se presenta como el partido de la regeneración; sin embargo, la realidad es que están “contratando” a diestro y siniestro a todo aquél o aquella que su única preocupación –de cara al futuro- sea seguir cobrando un sueldo. Clientelismo puro y duro, vamos, lo contrario de la regeneración.

Hemos visto un PP en proceso de rearme. Sin una idea clara de su papel, piensan que la regeneración tiene algo que ver con la juventud (Ayuso-Almeida-Casado) y no se puede estar más equivocado. El fondo de armario lo maneja –nuevamente- José María Aznar, que vuelve a mandar…y mucho. Si esto es regenerar, apaga y vámonos.

Fuera de los debates, en diferentes presentaciones, hemos conocido la propuesta de regeneración de VOX, que se estructura en torno a criticar la política (en general) y los políticos (en particular). La sorpresa es que su fundador –Santiago Abascal- nunca en su vida ha cotizado a la seguridad social fuera de la vida política. Sí, ha oído usted bien…nunca. Es lo mismo que hacen los euroescépticos que quieren acabar con la UE; sin embargo, cobran todos los meses el sueldo como parlamentarios –precisamente- europeos. Hay que tener morro.

Si tienen un solo escaño más -Ciudadanos, VOX y PP-, formarán una colación de gobierno. No lo dude, no se equivoque o al menos, no me diga que no se lo he dicho.

Garrido y la regeneración política