martes. 23.04.2024

Elogio a la torpeza

El que se mueve con dificultad es un torpe (RAE) y la cualidad de torpe, es la torpeza. Nótese, cualidad como el elemento o carácter distintivo de la naturaleza de alguien o algo. En este caso, más bien, de algunos.

Hace pocos años dos nuevos partidos políticos fueron capaces de romper el bipartidismo. Su aparición tenía estrecha relación con la “fatiga de materiales” que los dos grandes partidos a nivel nacional -PP y PSOE- venían padeciendo, producto de su escasa adaptación a los nuevos tiempos (inmediatez/tecnologías, etc.) y su pésima concepción de la regeneración y un alarmante clientelismo (que derivó en casos concretos de corrupción).

Podemos se gestó en torno al liderazgo de Pablo Iglesias, acompañado –como decía- por excelentes pensadores y comunicadores de nuestra época. Ciudadanos, por su parte, se conformó en torno al liderazgo de Albert Rivera, con destacadas personalidades –sobre todo catalanas- de la intelectualidad o políticos que daban cuajo a su líder

Podemos surgió como la respuesta a un socialismo con demasiados años de poder, que desteñíaen el horizonte, en cuanto se alcanzaba la cima. El desarme ideológico que muchos quisieron hacer ver de la socialdemocracia por un lado junto al clientelismo y la falta de regeneración, por otro, fueron el caldo de cultivo. En un momento, además, de crisis económica salvaje que castigó a las clases medias, de forma especial al electorado socialista, sólo faltaba que alguien cayera en la cuenta que había un electorado esperando su llegada. Con estos antecedentes y con jóvenes cabezas pensantes muy bien amuebladas, proponiendo –a esos electores- volver a las esencias que –supuestamente- había abandonado el socialismo, es como se gesta la aparición de Podemos.

Ciudadanos surgió como un partido reacción al nacionalismo desbordado que asomaba en Cataluña, y con este aire –que lamentablemente ha sido huracanado- se presentó como una alternativa de centro-derecha y liberal. Su posición de partido posibilista, intermedio, que podía dar o quitar gobiernos, le hizo subir como la espuma.La ciudadanía en ese momento y por la consabida “fatiga de materiales”, estaba buscando alguien que fuera la piedra de toque, quien pusiera cordura a más de lo mismo. Aire fresco en una derecha tan tocada por casos de corrupción, sólo tenía que unir nacionalismo español (muy arraigado en la derecha clásica) con regeneración y tecnocracia. Así nace Ciudadanos.

Podemos se gestó en torno al liderazgo de Pablo Iglesias, acompañado –como decía- por excelentes pensadores y comunicadores de nuestra época. Ciudadanos, por su parte, se conformó en torno al liderazgo de Albert Rivera, con destacadas personalidades –sobre todo catalanas- de la intelectualidad o políticos que daban cuajo a su líder.

Cosas de la vida, como diría mi madre, su propia forma de actuar está haciendo que los partidos clásicos vuelvan a estar en el centro de las preferencias de los votantes, lo que desde luego obedece a varios errores, que quisiera explicar.

El primer error -de ambos líderes-, fue considerar que las encuestas son elecciones y quien primero lo pudo comprobar en persona, fue Pablo Iglesias –con el famoso “sorpasso”-. Rivera, por su parte, que sea veía Presidente antes de la moción de censura, juró hacerle pagar a Pedro Sánchez el atrevimiento de quitarle este lugar (que consideraba como suyo). Hizo buena la frase “del amor al odio…hay solo un paso”.

El siguiente error –un clásico en el ámbito empresarial- fue no preparar su propio crecimiento. El crecimiento basado en el hundimiento de otros –como fue el caso- genera un crecimiento sin control que genera una especia de soberbia del éxito, que desdibuja completamente las buenas intenciones iniciales. En ámbitos de poder político lo denominamos“burbuja” y en el ámbito empresarial“morir de éxito”.

Pero el error más grave es considerar que por el mero hecho de haber llegado a los electores y ser observado como aire fresco, es que has ganado la batalla del espacio político a tu competidor natural. Tanto PSOE –antes- como PP –después-, renovaron sus estructuras y se ciñeron al guion de competir, pues ese es el ADN de quien lleva años en esto, no dejarse superar. Si hoy hubiera elecciones –que espero no ocurra- PP recuperaría mucho espacio a Vox y algo a Ciudadanos y PSOE recuperaría voto liberal-centrista a Ciudadanos y de la izquierda a Podemos, que se encuentra inmerso en sus contradicciones teóricas respecto de una realidad dura y global.

¡Qué oportunidad han perdido!, han hecho de todo esto un elogio a la torpeza y, por tanto, han mostrado el camino a las nuevas formaciones que saldrán a su caída (lo que venga de liberales y centristas hartos de Rivera; lo que venga de Mas Madrid y su implantación nacional).

La única salvedad que puede mantener aun a los nuevos partidos con opciones de poder, está en la falta de regeneración y clientelismo en las diferentes Comunidades Autónomas –respecto de los partidos clásicos-. En algunos lugares, aún se les ve como “aire fresco” frente a un PP y PSOE, aún, con muchos anclajes.

Dicho esto, parece que la lógica nacional se terminará imponiendo en la autonómica y/o local, ya que está claro que la firma de acuerdos de Ciudadanos con Vox para que gobierne el PP, llevará al PP a recuperar este voto (para qué votar a la copia se preguntan sus votantes); y allí donde Podemos siga entorpeciendo gobiernos de izquierda, como en el caso de La Rioja, terminará siendo un partido residual.

Después de unas semanas intensas e interesantes, toca descansar. ¡Buenas vacaciones!

Elogio a la torpeza