Solo el socialismo se levanta cuando no teme tomar las banderas de la reivindicación social y plantarle cara al sistema aun incluso siendo en ocasiones de forma moderada
La socialdemocracia europea carente de ideas y cooptada por el neoliberalismo, se hunde irremediablemente cosechando derrota tras derrota excepto en algunos casos muy concretos como Portugal y poco más. Con programas socioliberales de colaboración con las fuerzas burguesas acaba reforzando la oligarquía. Pero el movimiento socialista es imprescindible para plantarle cara al capitalismo feroz y salvaje que vivimos y hacerlo con ideas sociales y desde fuera del populismo. Es decir desde la izquierda y la voluntad de construir clase trabajadora consciente.
Clase trabajadora, clase obrera del siglo XXI trufada de precariado, falsos autónomos y clases populares empobrecidas.
Solo el socialismo se levanta cuando no teme tomar las banderas de la reivindicación social y plantarle cara al sistema aun incluso siendo en ocasiones de forma moderada. Si nos circunscribimos a la Europa Unión y nuestro entorno el ejemplo de más éxito es el de Corbyn. El Laborismo del brazo de un viejo laborista de izquierdas ha levantado cabeza y entusiasmado no solo a unos alicaídos sindicatos, sino a muchas y muchos jóvenes, a la clase obrera británica multirracial y a todo el precariado.
A diferencia de Francia donde la traición de cuadros socioliberales, no solo franceses sino también europeos, apoyando el “macronismo”, al ultraliberal Macron han asesinado al PSF, en Gran Bretaña los laboristas han hecho volver a resucitar una socialdemocracia de izquierdas y han afiliado a cientos de miles de personas jóvenes.
En Alemania los jóvenes del SPD los “jusos” o juventudes socialistas, protagonizan una rebelión contra el aparato liberal y burgués del SPD y se enfrentan a la Gran Coalición con el lema #NoGroko con tal ímpetu que Schultz ha debido dimitir. Los jusos merecen nuestro apoyo más firme, pues de prosperar la Gran Coalición Merkel/CDU–SPD, las políticas de austeridad, de recortes y de empobrecimiento de las clases obreras y populares de toda la UE se verán reforzadas y por tanto la superación de la crisis del capital (no finalizada y repuntando) a costa del salario y del Trabajo, con T mayúscula.
Ante esto no existe otro camino que buscar la unidad europea de todas las izquierdas socialistas. Observamos como los aparatos socialdemócratas incluido el PSOE, callaron ante el golpe contra Corbyn y no apoyaron su batalla electoral, de la que salió bien, mucho mejor de lo ellos mismos creían. Macron recibió la complicidad de esos aparatos, e incluso algunos de ellos, son tan de derechas que se siguen identificando con el macronismo. Ahora silencian la revuelta de los jusos y desean que triunfe en el referéndum del SPD las tesis favorables a Merkel, por tanto contrarias a los intereses de las clases trabajadoras europeas.
Por tanto los distintos grupos, colectivos y corrientes socialistas, así como partidos socialistas ya desgajados del tronco común y/o las y los desencantados (que ya los hay) del populismo, hemos de construir y levantar el socialismo, como elemento de cambio, más democracia, república y reparto. Camino hacia el socialismo, no hacía el capitalismo.
Para ello todas y todos juntos, los y las socialistas hemos de crear nuestra herramienta europea y enfrentarnos a la UE injusta y neoliberal que tenemos (no hay otra), frenar las políticas de austeridad y de paso salvar la hermosa utopía socialista al objeto de convertirla en realidad y de paso salvarla de la muerte a la que los aparatos socioliberales la llevan irremediablemente.