La cuestión ahora es impulsar un movimiento internacional y una coordinación del socialismo transformador e igualitario, defensor del planeta y de las clases populares y trabajadoras, el objetivo es construir socialismo
La prensa anglosajona desde hace un año comienza a hablar del “socialismo millennial” nombre que seguramente es una cursilada, pero sirve para poder definir de forma simple un fenómeno nuevo que se está produciendo en el socialismo e impulsado desde el mundo anglosajón, donde cientos de miles de personas muy jóvenes se vuelven a ilusionar con la superación del capitalismo desde la democracia. Este fenómeno muy interesante y la prueba de ello son los ataques que recibe del sistema y desde el trumpismo, puede suponer una amenaza y recuperar un fuerte movimiento critico al establishment, pero con algo que lo hace más peligroso que a los movimientos de indignados y es que va construyendo un discurso teórico y sobre todo estructuras partidarias permanentes. Además a diferencia de la vieja socialdemocracia del siglo XXI, se cuestiona el capitalismo y abraza con fuerza el ecologismo, el feminismo, la lucha contra las fronteras cerradas por muros, contra el racismo, la esclavitud y la guerra.
Este movimiento “millennial” es decir muy joven tiene como referentes principales a Jeremy Corbyn el líder laborista de izquierdas británico y al senador de los EEUU Bernie Sanders. Ambos son dos veteranos socialistas de algo más de setenta años, (con un amplio apoyo juvenil) con una larga trayectoria de lucha. De luchas sociales y políticas y cuyos principales soportes son sindicalistas de base y de acción, jóvenes obreros precarios, estudiantes y movimientos sociales pero con una base socialista como Momentum. A estos veteranos hay que unir a la joven congresista latino-norteamericana Alexandría Ocasio-Cortez que hasta hace muy poco era camarera. Habría que sumar los Jusos alemanes del SPD o partido socialdemócrata del que son sus juventudes, pero con un importante grado de autonomía. Kevin Kühnert es el líder juso (jóvenes socialistas) abiertamente opuesto a la gran coalición con la CDU de Angela Merkel y que recientemente ha pedido la colectivización de la BMW, lo cual ha supuesto un escándalo en Alemania. Hay otros referentes en diversos países incluido en España, en la que hasta ahora de forma abierta y sistemática tan solo desde el Partido Socialista Libre Federación (PSLF) se ha apostado con fuerza y constancia en favor de estos dirigentes y sus políticas y liderazgos, pues no hay que olvidar que estamos hablando de movimientos en el seno del socialismo, que no del populismo o de las familias comunistas ortodoxas. Los medios empresariales y de forma sistemática el grupo PRISA insisten en llamarles populistas, pero no lo son, son socialistas democráticos y están muy enraizados en el movimiento obrero.
Estos movimientos y de agrupación politica socialista que fundamentalmente Corbyn y Sanders encabezan más Alexandría y Kevin, tienen en común el ser atacados de forma sistemática y sañuda por los medios de comunicación privados, el sistema, los liberales conservadores y los liberales emboscados en la socialdemocracia. Todo el establishment y sus poderosos medios desean ver derrotados a Corbyn y a Sanders. Todo el mundo sabía que tan solo Sanders podía derrotar a Trump y sin embargo incluso la mal llamada “Internacional Socialista” apoyó a una desprestigiada y acusada de corrupción Hilary Clinton y claro tenemos a Trump con la paz y el clima mundiales seriamente amenazados.
El socialismo necesita para poder avanzar una fuerte dosis de “radicalicalidad” que le permita en Occidente, ser creíble. La gestión socialdemócrata en la UE ha sido nefasta, oponiéndose de forma en cualquier caso muy débil cuando no cómplice a las medidas neoliberales y conservadoras que la Unión Europea y la Troika imponen y como consecuencia de ello la extrema derecha con el balón de oxígeno del trumpismo se reorganiza y consigue votos de sectores populares olvidados así como fruto del abandono de la clase obrera por parte del progresismo de clase media imperante. Una politica necia que ha llevado a la tumba a algunos partidos socialdemócratas o que deja a otros como flor de coyunturas determinadas y/o la voluntad popular de no permitir el avance de las derechas -como en España-, pero no como motor de cambio real. El cambio que necesitamos es algo más que cosmético lo es también social, cultural, económico y ecológico. Este nuevo socialismo, precisamente rescata al socialismo de clase y de transformación social, el socialismo feminista, la lucha contra el racismo y cuestiona de frente a un capitalismo que solo está trayendo al mundo mayor desigualdad cada vez, hambre en numerosas zonas del planeta, destrucción del medio ambiente y cada vez menos democracia y más autoritarismo. Un mundo terriblemente desigual y en el cada vez menos viven mejor, necesita resucitar con fuerza el socialismo ilusionante y combativo de nuestros abuelos y abuelas, impulsado precisamente por sus biznietas y biznietos. Lo demás es usurpar una noble y solidaria idea.
La cuestión ahora es impulsar un movimiento internacional y una coordinación del socialismo transformador e igualitario, defensor del planeta y de las clases populares y trabajadoras, más allá de las cesiones y abandonos de la llamada internacional socialista, así como de una no cuajada y falta de discurso llamada internacional progresista. El objetivo es construir socialismo.