viernes. 29.03.2024

Democracia y fuerzas armadas ¿Una asignatura pendiente?

Estas fechas próximas al 6 de Diciembre nos debe hacer reflexionar acerca del carácter de la Constitución vigente y los “ruido de sables” que atronaban cuando se redactó el texto constitucional y que sus propagandistas jamás mencionan.

Ruidos de sables que regresan ante el silencio del monarca al cual se dirigen sus propuestas políticas golpistas. Pero no solo en sectores del ejército, aunque recordemos que siempre los portavoces de las últimas intentonas han sido militares retirados sin bien con conexiones de amistad e influencia en las fuerzas y jefes en activo. El hecho es que igualmente en las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado es decir Policía Nacional, Guardia Civil más policías autonómicas y locales, en los casos de Policía Nacional y Guardia Civil existe una bien planificada desde el exterior penetración por la ideología de extrema derecha y por tanto anti-democrática.

Desde los partidos de la Plaza de Colón se han promovido sindicatos policiales altamente politizados con sesgos extremistas de derechas que difunden todos los bulos y noticias falsas de las bancadas derechistas del parlamento, especialmente de su partido, tal vez, más extremista. De nada ha servido que el gobierno de coalición les haya subido los sueldos. Hay que actuar y ya.

Resulta chocante poner el modelo alemán como ejemplo, aunque desde el juicio político del procés la justicia alemana ha demostrado poderle dar lecciones de democracia a la judicatura española, sin bien, por otro lado su ordenamiento es muy severo y su policía “muy dura”, pero sin embargo allí han sido expulsados sin contemplaciones militares profesionales pro-nazis e incluso han disuelto unidades enteras de fuerzas especiales a causa de estar contaminadas por ideologías de extrema derecha. Por tanto los ministros de interior y ministra de defensa del Reino de España deben dejarse de paños calientes y pasar a la acción o ser cesados. Máxime cuando un general en la reserva alude a realizar un limpieza política fusilando a la mitad de la población del reino de España, que vamos ni Pol Pot llegó a tanto, solo Hitler inició tales asesinatos en masa, también Stalin o teniéndonos que retrotraer a prácticas coloniales de ejércitos invasores europeos en África, Asía o América.

La transición tal y como era su obligación hacer, ni limpió la policía ni la Guardia Civil de torturadores y ya está bien de pensar solo en “Willy el niño” puesto que hubieron varios miles en toda España, ni tampoco inició nunca una “desfranquización” del ejército. Hasta hace poco y seguramente en nuestros días todavía hay lemas, retratos e imágenes franquistas en los cuartos de banderas y lo grave es que la ministra del ramo lo sabe.

Es más la Constitución se redactó con el ruido de los motores de los carros de combate de la Acorazada Brunete, las alharacas de la Brigada Paracaidista o militares en activo como Milans del Bosch. Ruido. Canticos y soflamas que se escuchaban en los salones y despachos donde se redactaba la ley fundamental, buscándose nada más y nada menos que en Juan Carlos I la garantía de frenar a los cuarteles. De esos polvos, estos lodos.

No es posible un golpe en estos momentos, quiero pensar, aunque Polonia, Hungría o Brasil no han necesitado de asonadas militares. Es difícil materializarlo pero tal vez el objetivo no sea propiciar sacar los tanques, pero si crear un amedrentamiento en la población y un envalentonamiento de los sectores más violentos de la extrema derecha así como actitudes temerosas en la izquierda oficialista y pro-gubernamental o entre monárquicos del arco parlamentario más liberal.

Por tanto es hora de exigir responsabilidades, depuración y reclamar del jefe del estado una posición clara y manifiesta de rechazo a los neo-franquistas, aunque personalmente le duela y su silencio lo puede hacer cómplice. En los entornos del 6 de Diciembre hay que volver a recordar que la constitución del 78 está cada vez más caducada e inservible, la corona desprestigiada y que hay que iniciar un proceso constituyente. Sin proceso constituyente y una constitución democrática, no habrá democracia en el estado español.

Democracia y fuerzas armadas ¿Una asignatura pendiente?