viernes. 29.03.2024

La crisis de régimen no ha finalizado, la de la Unión Europea tampoco

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Paz, feminismo y defensa del planeta no pueden ser palabras vacías solo utilizadas en las campañas electorales. Las campañas ya han terminado

A pesar de lo que se nos quiere vender las urnas del 26 de mayo no han resuelto los principales problemas de representación política en tanto que se consolida en España la triple polarización entre republicanos, la izquierda oficial del régimen y las derechas franquistas, y aún menos se han resuelto las condiciones sobre las que deben aplicarse los programas a ejecutar de acuerdo con las demandas de las clases trabajadoras y pueblos, que son los problemas cruciales a los que están enfrentadas las mayorías sociales. Pues tras la elecciones tanto generales como locales y autonómicas el panorama sigue sin cerrarse y ahora el sistema con sus poderosos medios trata de forzar o propiciar el gran pacto SOCIO-LIBERAL que trate de detener la crisis de nuestra democracia coronada. Lo nuevo de las elecciones municipales, autonómicas y europeas es como ha sucedido en las generales la concentración del voto sobre el PSOE, partido que acumula todas las contradicciones políticas e institucionales. La amplia diversificación de la representación política ha vuelto a abrir la vía al pluripartidismo dejando atrás las imposiciones del bipartidismo, y ello a partir de la caída del PP. El bipartidismo que durante décadas se ha repartido la mayoría del electorado ha quebrado. La tendencia fundamental a subrayar es la concentración del voto sobre el PSOE, y la sub-tendencia es la del pluripartidismo que pasa por el retroceso generalizado del PP, y de Unidas Podemos. Ciudadanos que no se acaba de consolidar como primera fuerza de las derechas es la pieza que la banca y el IBEX señalan como garante del mantenimiento del status quo, la corona y la no cesión ante tentaciones ciertamente federalistas que busquen una solución democrática y no judicial ni autoritaria al problema catalán. La debilidad de Cs y la fortaleza aparente del PSOE son garantía del pacto de la moderación (de producierse), la victoria en España del macronismo y la oportunidad de pacto Sanchez-Macrón en Europa/Unión al objeto de mantener las instituciones de Bruselas intactas. Unidas Podemos más los restos de IU han decidido pasar a jugar un papel secundario y segudista del PSOE, eso sí con tintes sociales. El ala izquierda del PSOE calla, pero tal vez pronto vuelva a estallar un “con Ribera no” aunque por ahora de forma muy precavida o en expectativa de destino. 

En Europa la socialdemocracia retrocede por los acuerdos con las derechas a partir de los resultados de Francia, Alemania y en Gran Bretaña (por la indefinición respecto al Brexit). El PSOE pasa a ser en 2018 la representación socialdemócrata mayoritaria en la Europa de la U.E. Las demandas de la población que han de ser atendidas y convertidas en ley no pueden sino pasar por una fase destituyente de aquellas instituciones contrarias a la voluntad popular. Todo avance por la reconstrucción política a la izquierda del PSOE pasa sobre bases de un socialismo independiente y transformador, como punto de partida de toda la posible toma de las medidas capaces de revertir la contrarreforma social y política: La queja más extendida de “muchas elecciones y muy pocas soluciones” solo puede ser resuelta de forma democrática con acuerdos obreros y populares que hagan bandera de las demandas sociales y de la libre decisión popular.

Ahora lo que hemos de exigir y ya, es la derogación de las reformas laborales y los abusos contra el precariado y la uberización, una ley de pensiones públicas y dignas, la igualdad total de género y acabar con el terrorismo machista, control de alquileres y rebajarlos, así como expulsar a los fondos buitre y turísticos, acabar de forma urgente con los abusos de las eléctricas y control político de los precios de la electricidad como paso a hacer pública la producción y distribución eléctrica. Defensa de la sanidad y la educación pública de calidad. Si estas demandas no son atendidas de inmediato los partidos y sindicatos de clase, así como sectores hartos y expulsados del neo-peronismo que dice ser la izquierda del PSOE y hacerlo como representación de las clases populares. Hemos de llegar a un acuerdo democrático al objeto de conseguir lo que es justo. 

Vemos con mucha preocupación los pactos con la derecha de Ciudadanos y otras por parte del PSOE. Nuestra visión del problema no es la de Unidas Podemos, ni de aspirar a sillones, es porqué la frustración de la clase trabajadora que seguirá siendo la victima de estos pactos, nos preocupa y eso exigirá movilizaciones de triunfar el pacto macronista. De no ser así la extrema derecha se fortalecerá todavía más y lo que más nos alienta a actuar son las clases populares y en especial los sectores más jóvenes y más mayores además de las mujeres de forma muy sangrante, seguirán sufriendo y las familias pasando penurias y escasez. Por eso no es ninguna tontería llamar a la construcción del partido o al menos la alianza del Trabajo. Mientras tanto una nueva crisis capitalista aparece en el horizonte y nadie ni le hace caso, ni la nombra siquiera. La crisis económica, politica y humanitaria que Donal Trump provoca debe ser detenida, esa también va a ser una línea de definición politica clave. Paz, feminismo y defensa del planeta no pueden ser palabras vacías solo utilizadas en las campañas electorales. Las campañas ya han terminado.

La crisis de régimen no ha finalizado, la de la Unión Europea tampoco