viernes. 19.04.2024

Ahora tenemos una narrativa de la historia del cubismo que solo se puede ver en Madrid

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En Madrid reside el poder político desde hace siglos, ya que adquirió la condición de capital administrativa en 1561, cuando Felipe II la designó como sede permanente de la Corte. Tras la guerra de Sucesión en 1714 con los Decretos de Nueva Planta al extender su dominio a los territorios de la antigua Corona de Aragón, como consecuencia de la supresión de los fueros de los mismos, se convirtió en la capital política de España. A finales del siglo XX adquiere el estatus de capital económica de España. Madrid es ya la capital total, es el París de España. Este proceso responde a un proyecto político iniciado en el siglo XVIII, tras la llegada de los Borbones a la Monarquía. Aquí están: el Palacio de la Zarzuela, la Moncloa, el Congreso de los Diputados y el Senado, el Consejo General del Poder Judicial, Tribunal Constitucional, Ministerios, etc. El palco del Santiago Bernabéu. Puerta del Sol. Aquí se toman las grandes decisiones políticas que afectan a todo el Estado. Aquí se publica el BOE. Aquí tienen desde el 2009 sus sedes operativas las grandes multinacionales españolas, siete de las diez primeras: Banco de Santander, Telefónica, BBVA, Iberdrola, Endesa, Repsol, Iberdrola Renovables. Están las grandes instituciones culturales como Museo del Prado, de los Thyssen-Bornemisza, el Reina Sofía, Biblioteca Nacional, la Real Academia de la Historia, la Real Academia Española, etc. Los más influyentes medios de comunicación: TVE, las grandes cadenas de radio y televisión, El País, El Mundo, ABC, Marca. Aquí se ha consolidado una élite, un núcleo de poder político-financiero-funcionarial-mediático-judicial-cultural que, esta vez sí, ha conseguido la hegemonía peninsular.

Este proceso histórico de recentralización en torno a Madrid, podemos constatarlo en cuanto al diseño  de la estructura radial de los transportes en el Estado español, iniciada en el siglo XVIII con la llegada de los Borbones que implantaron el modelo centralista y uniforme francés, con las “carreras de postas” de Felipe V, las carreteras de Fernando VI y Carlos III; y el ferrocarril de mitad del XIX. Todas las infraestructuras de transporte debían y deben partir desde el Km. 0. Ha sido así siempre salvo algunas breves excepciones de tiempos de la II República o de la Transición, porque la política de transportes e infraestructuras en España no se ha hecho pensando en la economía o los ciudadanos sino con fines políticos y para construir la nación española. En 1850, en la comisión sobre los ferrocarriles del Congreso, la Comisión Olózaga, el general O’Donnell dijo “que en este momento no comprendo que se pueda adoptar otra medio que el de unir por medio de radios la circunferencia con el centro, y que de éste deben partir aquellos.” En 1864, la Memoria del anteproyecto de un nuevo Plan General de Ferrocarriles, propuso como primer objetivo “poner, del mejor modo posible, y aprovechando lo existente, a todas las capitales de provincia en comunicación con la capital de la Monarquía. José María Aznar repetiría en el debate de investidura del 2000, como objetivo crucial del AVE. En esta cuestión no supuso nada nuevo la llegada de los socialistas al Gobierno en el 2004, ya que existe un acuerdo total entre ambos partidos en cuestión de infraestructuras. Lo mismo podría decirse respecto a las autopistas y los aeropuertos con una gestión centralizada. En definitiva, todos los caminos conducen a Madrid. Todas esas élites residentes en Madrid consideran que España acaba en la M-30. Y así no pueden entender otras perspectivas a la hora de organizar el Estado español que no sea la de la centralización y de la uniformidad. Por ello, hoy están cuestionando el proceso de descentralización administrativa que supuso el Estado de las Autonomías. Lo que obviamente genera movimientos de respuesta desde la periferia.

Por si alguno tuviera alguna duda sobre la tesis expuesta en las líneas precedentes, quiero referirme a algunas actuaciones recientes en el ámbito cultural del gobierno central.

En la Comisión de Cultura del Congreso de los Diputados del 24 de octubre se presentaron dos Proposiciones no de Ley por parte de Compromís y del PSOE solicitando el retorno de la Dama de Elche a su ciudad.

El diputado Sr Cándela de Compromís, advirtió que su propuesta era el acuerdo político de todos los grupos del Ayuntamiento de Elche del 30 de enero de 2017. Las razones de su proposición son por justicia  y por una cuestión sentimental, conocido el amor a su Dama en esta ciudad. Argumentar razones técnicas para impedir estar en Elche, es falso, ya que cuando estuvo temporalmente, se acondicionó el MAHE, la torre del homenaje del Palacio de Altamira.  Su presencia en Elche supuso una  gran inyección económica. Y la más importante es que la ubicación de la Dama muestra qué modelo de país queremos. En un momento en que parece que nadie plantea un modelo de país viable, lo que nosotros decimos es que la descentralización administrativa y económica —no solo transferencia, sino potencialidad de recursos— también es una prueba de una alternativa de país totalmente viable.

La Sra. Rivera de la Cruz de Ciudadanos se negó a la cesión, aduciendo razones de responsabilidad, porque de prosperar habría otras legítimas ramificaciones, que desmantelarían los grandes museos nacionales. ¿Por qué se va a trasladar la Dama de Elche a su ciudad y los sevillanos no pueden pedir todos los Murillos a Sevilla, los Sorolla a Valencia, el Guernica a su ciudad, los Goya a un museo aragonés? Si queremos hacer de verdad una política museística con rigor, el trasiego de las piezas no tiene sentido. A los ilicitanos que quieren mucho a su Dama les interesará que sea vista por la mayor cantidad de personas posible y el año pasado lo hicieron medio millón en el Museo Arqueológico Nacional. ¿Se podría alcanzar esa cifra en Elche? Las palabras se califican por sí solas. Yo me atrevo a decirle a la diputada de Ciudadanos, que si la Dama de Elche la llevarán al Museo del Louvre todavía podrían verla muchos más millones. ¡Qué cinismo! Evidentemente el portavoz del PP se manifestó en la misma línea.

El Reina Sofía es uno de los grandes museos. No muy lejos el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza y el Museo del Prado. El Reina Sofía ya es ahora mucho mejor, como museo de arte contemporáneo, al ampliar los fondos de arte cubista, con la aportación de la colección de 39 obras de esa corriente cedidos por Telefónica en depósito por cinco años, renovables. El resultado: más de 70 cuadros de lo mejor de este movimiento vanguardista, con grandes obras de Picasso, Juan Gris, Georges Braque, María Blanchard, André Lhote, Albert Gleizes, Metzinger, Vicente Huidrobo, Joaquín Torres García y Emilio Pettoruti. En palabras del director del Reina Sofía, Manuel Borja Villel, la incorporación de tales fondos redondea el “relato”  cubista del museo y lo hace “completo y plural”. El origen de tales fondos se remonta al año 1983, con el Gobierno socialista, el cual dispuso que el 1% de cualquiera Ministerio se destinara a la cultura. El consejo de administración de la entonces empresa pública consultó al ministro Jorge Semprún preguntándole ¿En qué podía gastarse ese 1% cultural? Les dijo que en España, y en sus museos públicos, había un enorme vacío de obras de los años 20 y 30 del siglo XX. De Juan Gris había “una sola obra”, de Luis Fernández “ninguna”. Tras oportunas investigaciones, las colecciones más importantes de Fernández y Gris se localizaron respectivamente en Milán –en manos de la poderosa familia Agnelli– y en Venezuela. Y se trajeron.

“Ahora tenemos una narrativa de la historia del cubismo que solo se puede ver en Madrid”, subrayó el comisario de la muestra, Eugenio Carmona.

Termino con otra referencia artística a la Comunidad Autónoma  de Aragón. En la Comisión de Cultura del Congreso de los Diputados de 16 de octubre de 2013 se presentó un Proposición no de Ley por el Grupo Parlamentario de IU, ICV-EUiA, Cha: La Izquierda Plural,  defendida por el diputado de Cha, Yuste Cabello, cuyo contenido es el siguiente. En el marco de la Exposición Internacional Zaragoza 2008 y con motivo del 25.º aniversario de la devolución de poderes a las Cortes de Aragón, el Museo Arqueológico Nacional (MAN) cedió dos arcos mixtilíneos y un rosetón, además de varios capiteles y frisos decorativos para exhibirlos en su lugar de origen, en el Palacio de la Aljafería, extraordinario palacio musulmán y cristiano. Los cedió por un año, pero luego se prorrogó mientras duraran las obras de restauración del MAN. El 5 de marzo del 2012 el ministro de Educación, Cultura y Deporte reclamó al presidente de las Cortes de Aragón las piezas para que los arcos mixtilíneos del siglo XI ocupasen un lugar preferente en el área medieval del museo. Sin embargo el criterio museístico ha cambiado profundamente en siglo y medio, cuando en 1868, la Comisión Provincial de Monumentos regaló al naciente MAN las obras citadas.  Hoy se prima la conservación y la unidad de los conjuntos históricos. Por eso no solo es aconsejable, sino indispensable que especialmente los arcos mixtilíneos y el conjunto de piezas, elementos esenciales del inmueble “bien de interés cultural” y consustanciales del mismo, permanezcan en el lugar del que forman parte física e históricamente. Por eso propuso que se transmita a la Comunidad Autónoma de Aragón la plena propiedad de tales piezas y su no retorno al MAN. De momento permanecen aquí, donde deben estar.

Ahora tenemos una narrativa de la historia del cubismo que solo se puede ver en Madrid