Abstención patriótica

Si uno abre un periódico, de papel o digital, o enciende una radio o una televisión, es harto improbable que encuentre noticias sobre abusos en las empresas.
El pasado miércoles asistí al primer pleno de la XI legislatura de la democracia. Nos habían advertido que los escaños no están todavía asignados, así que me fui pronto.
Ahora la responsabilidad y la sensatez de los elegidos se mide por su disposición al pacto que prefiere quien opina.
Viendo donde clasifica la gente a C's en el CIS, he llegado a la conclusión de que no soy el único que piensa que defienden políticas de derechas.
En la encuesta preelectoral que realizó el CIS un mes antes de las elecciones catalanas, el 21% de los entrevistados dijo sentirse exclusivamente catalanes.
Hace un par de meses leí que la primera senadora de uno de los nuevos partidos del panorama político había decidido no votar sobre ningún tema que no conociera.
Nuestra sociedad necesita serenarse, pero no es fácil entre lo que sufren unos y lo que gritan otros, que no necesariamente son los mismos.
Hace unos días leí una entrevista a Daniel Innerarity en la que decía que la política se ha impregnado de la lógica de la moda.
Si en la época del rey Salomón hubiera existido el análisis del ADN, nos hubiéramos perdido una historia muy interesante.
Los nacionalistas creen en la idea de nación. Es verdad que lo que para unos nacionalistas es una nación, para otros es un problema
Rajoy ha aceptado jugar con Mas al juego del gallina. Como si fueran James Dean y Corey Allen en “Rebeldes sin causa”, aunque bastante talludos.
¿Qué decir ante el cadáver de un joven subsahariano flotando en las nocturnas aguas del Mediterráneo?
Cuenta Cass Sunstein en su libro Rumorología que los rumores funcionan, y funcionan muy bien, porque hay mucha gente interesada en ellos.