En los últimos días hemos conocido que nuestro país ha conseguido otro récord histórico y no ha sido deportivo.
Hay mucha gente que montada en su fundamentalismo ideológico defiende el escamoteo de unos recursos básicos a los que más lo necesitan.
Por lo general nos merecemos lo que tenemos. Creamos el mundo a nuestra imagen y semejanza y no deberíamos sorprendernos, ni quejarnos de los resultados.
Estamos en campaña electoral. Seguimos jugándonos un futuro, ya no mejor, sino posible, y debemos saber desentrañar la realidad de nuestra política para votar libremente.
El libre mercado y el derecho de propiedad son la base de un sistema capitalista dónde el valor principal es buscar el propio beneficio y acumularlo.
¿Qué razón tienen algunos para meter en el mismo saco a posturas políticas tan distanciadas como el PP y Podemos, haciendo recaer la culpa de que se tengan que realizar nuevas elecciones?
El lobby de las eléctricas ha obtenido una gran bicoca con los gobiernos “democráticos” de nuestro país, recibieron entre 1998 y 2005 indemnizaciones millonarias.
Los gobiernos tienen que impulsar sociedades que permitan desarrollarse a sus ciudadanos y les haga posible ser felices a su manera.
La austeridad ha demostrado que incrementa la desigualdad y contribuye muy poco o nada a mejorar la economía.